Por el enorme lobby del Grand Beach Hotel Surfside se paseaban hombres en maya con kipá y mujeres con el cuerpo elegantemente tapado. Además de pileta, el hotel cuenta con acceso directo a la playa. Su doble entrada da hacia la avenida Collins, a la altura de Bal Harbour, al norte de Miami Beach, y por el otro lado al mar turquesa. Pero Javier Milei no pisó la arena en todo el día. Arribó al hotel a las 9 de la mañana del miércoles. Había viajado a Miami desde Buenos Aires en un vuelo de línea. Y se quedó en el hotel, tuiteando rabiosamente, chateando y manteniendo algunas pocas reuniones hasta casi las 9 de la noche. Recién entonces bajó al lobby. 

Por ahí circulaban los huéspedes del hotel, el personal de seguridad, periodistas, empresarios y un grupo de curiosos. También, el nuevo cónsul argentino en Miami Marcelo Gilardoni y el histórico intérprete oficial Walter Kerr. 

LPOEnrique Tubio

Al anochecer, los servicios de seguridad de Estados Unidos, Israel y la Argentina ordenar vaciar el largo pasillo de entrada. Mandaron a (casi) todos a la vereda de la avenida Collins. Milei se subió a una camioneta negra Suburban junto a su hermana Karina. Lo escoltaron dos patrulleros. Antes saludó a la distancia a las 50 personas, argentinos en su mayoría, que se agolparon en la puerta del Surfside para arengarlo. "¡Viva la libertad, carajo!", fue el grito de guerra más enunciado por su público. Pero también se escucharon algunos "¡basta de comunismo!" e insultos contra "la casta".

"Lo sigo desde 2017, cuando iba a los programas de TV. Yo veía los videos desde acá y me encantaba. Creo que uno se llamaba Animales Salvajes o algo así. Quiero conocerlo", le contó Brady a LPO, mientras hacía flamear la hipnótica bandera azul, roja y blanca de los bastones y las estrellas. Brady es hijo de ecuatorianos, pero nació en Nueva York y se desempeña como Marine de las Fuerzas Armadas. Diego, un argentino que se mudó a Miami poca antes del colapso del 2001, se arrimó porque trabaja cerca y le tiene fe al outsider libertario. Una nenita rubia de ocho años le había llevado, para orgullo de sus padres, un dibujo de regalo al presidente.

Para el vocero de Trump, Milei es un muro de contención contra el socialismo del siglo XXI en América Latina

La camioneta blindada recorrió los 100 metros que separan al hotel de la Sinagoga The Shul de Chabad Lubavitch. Una vez adentro del templo, se sumó Fátima Florez, la pareja del presidente. El libertario la saludó con un piquito. Ahí Milei recibió un premio personalizado por parte de la rama ortodoxa de los judíos que viven en Miami. La comunidad de Jabad Lubavitch lo nombró Embajador Internacional de la Luz. 

Milei y su hermana Karina, yendo del hotel a la sinagoga de Bal Harbour en Miami.

LPOEnrique Tubio

Ariol fue uno de los policía de Miami al que le tocó controlar la seguridad del templo. Nació en Cuba pero creció en el sur de Florida. "Claro que lo conozco a Milei. Es anticomunista y muy cool. Me gusta", confesó el agente ante LPO.

Ariol es el policía de Miami al que le tocó controlar la seguridad del templo. Nació en Cuba pero creció en el sur de Florida. "Claro que lo conozco a Milei. Es anticomunista y muy cool. Me gusta", confesó el agente ante LPO.

Arriba del escenario de la sinagoga, en el Centro Mendel Schneerson, una orquesta recibió al presidente con un exótico ritmo de tango. De fondo había tres banderas pegadas. La de Estados Unidos, la de Israel y la de Argentina. Milei había conocido el salón religioso en septiembre del año pasado, cuando el lugar todavía estaba en obras de remodelación. La reinauguración fue la excusa para ponderar al presidente libertario. Y a Milei le sirvió la invitación para sellar su alianza con la línea más conservadora del judaísmo y para reforzar su apoyo al gobierno de Israel. 

LPOEnrique Tubio

Durante el acto, al presidente lo cortejaron dos argentinos. Ambos, embajadores designados por Milei: el rabino Axel Wahnish, de la línea sefaradí ortodoxa y el empresario Gerardo Werthein. Una vez que consigan el aval del Senado, los dos serán los representantes formales del país en Israel y en los Estados Unidos. Se trata de dos aliados estratégicos e incondicionales para el presidente argentino.

Milei estvo con la emoción a flor de piel hasta cerca de la medianoche. Ante los elogios del rabino Sholom Lipskar, lagrimeó por primera vez. No fue la única. En su discurso de agradecimiento, el presidente repasó su interés biográfico por el judaísmo. Mencionó la influencia de la película Los Diez Mandamientos, evocó la influencia de su abuelo y destacó su amistad con el rabino Wahnish, su guía espiritual y quien representará en breve a la Argentina en Israel. ¿Lo embajada se mudará finalmente a Jerusalén? Es un proyecto personalísimo de Milei, pero que todavía es una mera idea. La guerra en Medio Oriente no facilita el plan. 

Ruido de Milei con Trump por el despido del lobista que le acercó a Tucker Carlson

Pese a la lluvia de críticas y protestas que soporta Benjamín Netanyahu, Milei mantiene su respaldo sin matices al primer ministro israelí. Respecto a los EE.UU., donde arrancó una campaña polarizada y a cara de perro entre Joe Biden y Donald Trump, el libertario esta vez evitó mostrarse demasiado inclinado hacia el candidato republicano. Según supo LPO, Argentina tiene dos objetivos de mediano plazo en la agenda bilateral con la Casa Blanca. Uno es alcanzar un acuerdo comercial sobre minerales críticos, en el que la exportación de litio ocupa el interés central. Y el otro es que país entre a la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP).

Milei, acompañado por Gerardo Werthein y el rabino Axel Wahnish.

LPOEnrique Tubio

En junio de 2022, Biden anunció la creación de la APEP. La presentó como un foro para abordar la desigualdad económica, fomentar la integración económica regional y el buen empleo, y restaurar la fe en la democracia al cumplir con los trabajadores de toda la región. La apuesta va en línea con la política de Biden sobre el nearshoring: la mudanza de una parte de la producción a países cercanos y afines. El objetivo indirecto es contrarrestar la influencia de China sobre la fabricación global y cortar los lazos de dependencia de Taiwán. La isla es proveedora de insumos clave para EEUU, como los microchips para las computadoras.

El rabino Axel Wahnish, elegido por Milei para ser embajador en Israel. 

LPOEnrique Tubio

Este jueves, Milei dará más detalles sobre el tablero político global que tiene en mente. Lo hará ante profesores y estudiantes de la Florida International University. Antes de conocer el campus de la FIU, tendrá un mano a mano con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Ilan Goldfajn. El brasileño Goldfajn fue propuesto al frente del BID por el ex presidente Jair Bolsonaro, un aliado estratégico de Milei en la región. La cita podría destrabar un préstamo pendiente de 456 millones de dólares. Pero un ex funcionario del BID relativiza lo que Milei se pueda llevar del encuentro. "Será sólo una foto. Mucha espuma, poco chocolate", metaforiza. 

El momento más importante del tour, sin embargo, ocurrirá el viernes en Texas. Será la reunión de Milei con uno de los empresarios más poderosos y de perfil más alto en el mundo: Elon Musk. Cerca del presidente no esperan que el diálogo derive en inversiones inmediatas del dueño de X, el servicio de internet satelital Starlink y los autos eléctricos Tesla. "Pero será un primer paso y una señal muy importante al mundo. Por lo pronto ya habilitamos a Starlink", se ilusiona un funcionario argentino. La foto con Musk se realizará en una fábrica de Tesla.