Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa desaprovecharon la oportunidad de sentarse por primera vez en una mesa de debate y abrir las puertas para que las elecciones presidenciales de 2015 adopten definitivamente una mecánica que es natural en casi todo el mundo.
La cita entre los tres aspirantes a la Presidencia mejor posicionados en las encuestas iba a ser el 50º coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que se inició ayer en Mar del Plata, pero se frustró.
LPO confirmó que hace aproximadamente un mes los asesores de Scioli, Macri y Massa habían acordado con los organizadores del coloquio que participarían en una mesa de debates sobre políticas públicas, en principio reservada para el viernes.
El formato acordado para el “debate” era con temas preestablecidos y con las precauciones necesarias para que no terminara en una guerra entre los candidatos. Las precauciones incluían preguntas previamente pactadas y anticipadas a los presidenciales, para también evitar que queden en offside con algún tema.
Pero ni siquiera así lo aceptaron. Scioli argumentó ante los organizadores que prefería hablar en la apertura y no mostrarse con el resto de los candidatos para evitar problemas con el kirchnerismo, que considera el coloquio una tribuna opositora. El gobernador quiso sacarse el problema de encima tan rápidamente que su discurso de anoche apenas duró tres minutos.
El otro que se bajó fue el jefe de Gobierno porteño. La decisión de no ir la tomó en una reunión que mantuvo con sus dos principales asesores Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Ambos coincidieron en que no era conveniente y el ecuatoriano sostuvo que Macri todavía no está preparado para debatir sobre políticas públicas con los otros candidatos.
Massa irá mañana y coincidiría con los presidenciales del Frente Amplio Unen Julio Cobos, Ernesto Sanz y Hermes Binner, aunque cada uno tendrá su tiempo para hablarle a los empresarios sin cruzarse con sus competidores.
En definitiva, los candidatos siguen en su postura de no aceptar los debates previos a las elecciones, algo que nunca sucedió en nuestro país pero que es costumbre (y obligación) en la mayoría de los países de la región.
El reciente caso de Brasil es una muestra más que evidente de la importancia de los debates. Entre la primera y segunda vuelta, Dilma Rousseff y Aecio Neves sumarán diez debates. No fueron en vano. En el último cruce antes de la primera vuelta Neves se mostró mucho más firme que Marina Silva y terminó dando vuelta las encuestas que lo daban tercero.
En nuestro país, se lanzó la iniciativa “Argentina Debate”, impulsada entre otros por la organización independiente CIPPEC. El principal objetivo de los integrantes del proyecto es lograr en 2015 “el primer debate presidencial de la historia argentina” y “sentar las bases para su institucionalización”.
El Comité Estratégico de Argentina Debate está integrado por Alberto Abad, León Carlos Arslanian, Juan Pablo Bagó, Diego A. Blasco, José Octavio Bordón, Federico Braun, Nicolás Braun, Gabriel Castelli, Gustavo D’Alessandro, Gerardo della Paolera, Graciela Fernández Meijide, Marcos Galperín, Santiago Lacase, Eduardo Levy Yeyati, Juan Llach, Carlos March, María O’Donnell, Agustín Otero Monsegur, Andrés Rodríguez, Adalberto Rodríguez Giavarini, Karina Román y Fernando Straface.
La semana próxima la iniciativa Argentina Debate realizará un encuentro en el que expondrán expertos internacionales sobre la importancia de los debates presidenciales. Estarán presentes Javier Portocarrero, director ejecutivo de CIES (Perú); Fernando Masi, miembro de Paraguay Debate; y Janet Brown, presidenta de la Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos. Además, expondrán Ricardo Solari, presidente de la Televisión Nacional (Chile), y Marty Slutzky, productor ejecutivo de la Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos.
