A casi tres meses para terminar el año, este 2023 tiene el potencial de ser uno de los más conflictivos en términos de la pelea entre trabajadores y empresas. Las huelgas que se repiten en el país, básicamente impulsadas por la búsqueda de recuperación salarial tras la inflación, son moneda corriente. De hecho, según el Labor Action Tracker de la Universidad de Cornell, al menos 453.000 trabajadores han participado en 312 huelgas en Estados Unidos este año. En 2022, hubo 424 paros laborales que involucraron a 224.000 trabajadores. O sea, este año es muy probable que duplique lo visto antes.
Si bien las huelgas más resonantes van desde las líneas de producción de automóviles hasta los guionistas de Hollywood, el punto de ebullición que se está viendo actualmente se produce en medio de crecientes costos de vida y desigualdad, incluidas brechas salariales entre trabajadores y altos ejecutivos. Parte del incremento de los paros también tiene que ver con la disparada de las ganancias corporativas.
Trabajadores de los grandes hoteles y casinos en Las Vegas deciden si van a una huelga masiva
El ex secretario de Trabajo de Bill Clinton y uno de los economistas de izquierda demócrata como Robert Reich dice que "la lucha de clases más grande y más antigua en Estados Unidos ha sido entre el capital y el trabajo: entre los propietarios de las grandes corporaciones y las personas que trabajan para ellas, entre quienes viven de sus inversiones y quienes viven de sus salarios".
En esta lucha, tanto los monopolios corporativos como las organizaciones laborales buscan más poder económico. Y Reich recuerda que desde la década de 1970, la monopolización corporativa ha aumentado mientras que la organización laboral ha ido disminuyendo. "La ley antimonopolio se había convertido en letra muerta. Incluso los presidentes demócratas Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama lo abandonaron. Mientras tanto, las corporaciones rutinariamente atacaban a los sindicatos y despedían a los trabajadores que intentaban formarlos (a menudo tratando los salarios atrasados que tenían que pagar a los trabajadores despedidos como costos de hacer negocios)", señala.
Reich apunta que Carter, Clinton y Obama prometieron una "reforma de la legislación laboral" que fortalecería a los sindicatos. Ninguno lo cumplió.
"Pero bajo Joe Biden, ha habido un cambio monumental. La aplicación de las leyes antimonopolio ha aumentado. Se han protegido y alentado los esfuerzos por formar sindicatos. El cambio ha sido uno de los logros más importantes de Biden. Si continúa durante un segundo mandato de Biden, podría cambiar la estructura de la economía estadounidense para lograr un mejor equilibrio entre el capital y la mano de obra", advierte el ex funcionario de Clinton.
Biden, de hecho, tiene su track record de respaldar los paros y la organización sindical. Desde reunirse con representantes del sindicato de Amazon en la Casa Blanca hasta ir personalmente a una marcha de los trabajadores del sector automotriz que están en huelga y decirles "sigan adelante", un apoyo sin precedentes para un movimiento sindical por parte de un presidente en la historia moderna.
De todas formas, hay varios ejemplos de esta ola sindical que lleva a los trabajadores a ir a resonantes huelgas. Por ejemplo, en el sector de la atención médica, esta semana comenzó una importante: unos 75.000 trabajadores de Kaiser Permanente abandonaron sus trabajos en varios estados. Entre los huelguistas se incluyen enfermeras, asistentes de atención médica domiciliaria y ecografistas, así como técnicos en los departamentos de radiología, rayos X, cirugía, farmacia y emergencias.
La Coalición de Sindicatos de Kaiser Permanente, que representa a unos 85.000 empleados del sistema de salud a nivel nacional, aprobó una huelga de tres días en California, Colorado, Oregón y Washington, y de un día en Virginia y Washington, D.C.
En agosto, segun AP, los sindicatos que representan a los trabajadores de Kaiser pidieron un salario mínimo de 25 dólares por hora, así como aumentos del 7% cada año en los dos primeros años y del 6,25% cada año en los dos años siguientes. Los miembros del sindicato dicen que la falta de personal está aumentando las ganancias del sistema hospitalario pero perjudicando a los pacientes, y los ejecutivos han estado negociando de mala fe durante las negociaciones. Kaiser es una de las aseguradoras y operadores de sistemas de atención médica más grandes del país y presta servicios a casi 13 millones de personas.
Otro ejemplo del poderío sindical es la huelga trabajadores del sector automotriz contra las 3 grandes de Detroit. Unos 25.000 trabajadores se han unido a piquetes en las últimas semanas. Las huelgas selectivas del United Auto Workers contra General Motors, Stellantis y Ford comenzaron en fábricas seleccionadas después de que el contrato del sindicato con las compañías expirara a mediados de septiembre. Y desde entonces han crecido hasta un total de cinco plantas de ensamblaje de vehículos y 38 almacenes de repuestos.
El presidente de la UAW, Shawn Fain, viene anunciando ampliaciones de la huelga en cada uno de los últimos dos viernes, citando una falta de lo que el sindicato considera un progreso significativo. Pero no está claro cuánto más continuará después de tres semanas de conflicto. El sindicato busca aumentos salariales generales del 36% en cuatro años, así como una semana de 32 horas con 40 horas de pago, el restablecimiento de las pensiones tradicionales de beneficios definidos para los nuevos empleados y el regreso de los aumentos salariales por costo de vida, entre otros beneficios.
Otra huelga de alta notoriedad fue la de Hollywood. Los sindicatos que representan a escritores y actores detuvo gran parte de la producción. Después de cinco meses en los piquetes, la huelga de escritores fue declarada terminada después de que su sindicato aprobara un acuerdo contractual con los estudios la semana pasada. Mientras tanto, los actores todavía están en huelga, pero finalmente se vislumbra en el horizonte una oportunidad de cerrar su propio acuerdo.
El Screen Actors Guild-American Federation of Television and Radio Artists inició negociaciones el lunes con el mismo grupo de importantes estudios y servicios de transmisión, la Alianza de Productores de Cine y Televisión, por primera vez desde que se unieron a los escritores en los piquetes el 14 de julio.
Finalmente se destaca el movimiento de los trabajadores hoteleros en el sur de California, que vienen realizando huelgas escalonadas en los últimos meses. Los líderes sindicales exigen mejores salarios, mejor atención médica, mayores contribuciones a las pensiones, mejores protecciones de seguridad y cargas de trabajo menos extenuantes, entre otros beneficios.
Los miembros de Unite Here Local 11 votaron a favor de autorizar una huelga en junio. Después de que expiraran los contratos en más de 60 hoteles, incluidas propiedades propiedad de importantes cadenas como Marriott y Hilton, comenzaron a manifestarse frente a los principales hoteles de los condados de Los Ángeles y Orange a principios de julio. Según el sitio web de United Here Local 11, las huelgas continuas superaron la marca de 100 el mes pasado.
Mientras continúan las huelgas en decenas de hoteles, actualmente tan solo dos empresas han llegado a acuerdos con el sindicato. El viernes pasado, United Here Local 11 dijo que Biltmore Los Ángeles había llegado a un acuerdo contractual tentativo, uniéndose al Westin Bonaventure Hotel & Suites, que evitó huelgas con un acuerdo de junio que prometía mayores salarios y mayores niveles de personal.
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