La política de Miami sigue siendo noticia a raíz de las múltiples denuncias de corrupción, investigaciones en marcha y amagues de boxeo. Esta vez le tocó a al alcalde Francis Suárez quedar bajo escrutinio público. El cubano-estadounidense de 46 años acumuló una nueva acusación por manejos opacos. Mientras continua una investigación del FBI en su contra, ahora lo acusaron por otorgar un contrato sin licitación. 

El caso decidió al Partido Demócrata de Florida a exigir su renuncia. Y en caso de que Suárez se resista, el PDF le pidió al gobernador Ron DeSantis que corra al alcalde. Si bien ambos son republicanos y floridianos, la relación entre Suárez y DeSantis es bastante tensa. El alcalde criticó en voz alta el perfil ultra-conservador del gobernador y decisiones como la pelea del Estado contra Disney. 

"Desafortunadamente, solicitamos su renuncia. Y digo desafortunadamente, porque teníamos grandes esperanzas en el liderazgo del alcalde Suárez", dijo a LPO la presidenta del Partido Demócrata estatal, Nikki Fried.

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Fried destacó que Suárez había logrado cierto apoyo bipartidista. "Realmente ayudó a la gente en la ciudad durante la pandemia. Dijo que votó por Hillary Clinton y Joe Biden. Es alguien que debería haber logrado unir a esta generación por encima de la política partidista. Pero estamos pidiendo su dimisión porque ha perdido la confianza del pueblo", detalló ante este medio.

Desafortunadamente, solicitamos su renuncia. Y digo desafortunadamente, porque teníamos grandes esperanzas en el liderazgo del alcalde Suárez

La postura de Fried responde a una información publicada por el Miami Herald. Según el medio, el alcalde de Miami gestionó un contrato sin licitación que le podía dar beneficios personales. Este es el último de una saga de casos sobre posibles conflictos de intereses que salieron a la luz a partir de que Suárez se lanzó a la presidencia por el partido republicano. 

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El alcalde otorgó un contrato municipal sin licitación para una empresa de software poco conocida. Simultáneamente, la firma estaba negociando asociarse con una compañía que le pagaba a Suárez un salario de 20.000 dólares al mes. 

El cubano-americano Francis Suárez, alcalde de Miami.

AP

En su condición de funcionario part-time, Suárez está habilitado a asesorar empresas. De hecho sigue ejerciendo como abogado privado y como consejero de varias empresas. Por ejemplo, trabaja para DaGrosa Capital Partners LLC. Pero ese doble juego sólo puede ser realizado bajo la condición de haberlo declarado y de que las sociedades que le paguen no tengan negocios con la ciudad.

El alcalde habría otorgado un contrato municipal sin licitación para una empresa de software poco conocida. Simultáneamente, la firma estaba negociando asociarse con una compañía que le pagaba a Suárez un salario de 20.000 dólares al mes. 

En paralelo, Suárez sigue bajo la lupa del FBI. El cubano-americano recibió al menos 80.000 dólares para asesorar a la desarrolladora inmobiliaria Location Ventures. A cambio la empresa le habría pagado 170.000 para ayudar a reducir la burocracia y obtener permisos de rezonificación para la construcción.

En las últimas horas, una periodista del canal 10 de Miami lo cruzó y le hizo una pregunta incómoda. "¿Crees que las empresas te tendrían en la nómina si no estuvieras en una posición de poder en la ciudad?", le consultaron. Suárez se atajó: "Su pregunta ya tiene una premisa defectuosa, que estoy trabajando para 12 empresas". Y acto seguido dejó de responder.

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La presidenta de los Demócratas en Florida afirmó que el alcalde "usó su cargo público para su beneficio personal. Y eso no es lo que se supone que deben hacer nuestros servidores públicos. Y si no denunciamos la corrupción y la eliminamos, se propaga y la gente pierde la fe, no sólo en esos individuos, sino en las instituciones en su conjunto y en el gobierno en su totalidad.

Fried plantea que, si Suárez se niega a renunciar, Ron DeSantis debería suspenderlo de su cargo público. "Si el alcalde fuera demócrata, habría sido destituido de su cargo desde los primeros escándalos que se dieron a conocer, porque a Ron le importa más la política partidista que el buen gobernar", concluyó.

Si el alcalde fuera demócrata, habría sido destituido de su cargo desde los primeros escándalos que se dieron a conocer, porque a Ron le importa más la política partidista que el buen gobernar.

En el último año, se conocieron denuncias e investigaciones contra el alcalde Suárez, el Manager Noriega, la fiscal de la ciudad Victoria Méndez, dos comisionados y funcionarios municipales de segundo rango. Los casos son múltiples y se entrecruzan.

"La ciudad de Miami es un sindicato criminal disfrazado de Municipalidad. Desafortunadamente eso es lo que últimamente ha quedado determinado", se lamentó el consultor Fernand Amandi ante LPO en una entrevista reciente. El estratega es uno de los analistas políticos más requeridos en Florida.