El impacto de la segunda ola nos exige saltar el pantano ideológico y tirar todos para el mismo lado para cuidar la salud y cuidar las fuentes de empleo.

La era Macri dejó cuatro años pasaron con un saldo negativo para las pequeñas y medianas empresas, con un balance en rojo en todos los rubros. Ya con nuevo presidente electo, se renuevan las esperanzas del sector. Y los pedidos también.

Estos días escuchamos propuestas políticas para las pymes de corto plazo e inconsistentes con las que condujeron al cierre de 9.600 pequeñas y medianas empresas desde 2016.

En febrero la actividad industrial pyme cayó 6,1% y es necesario que el Gobierno no le dé la espalda al sector.

A diario cierran unas 25 pymes a nivel nacional y 80 comercios en el AMBA. Cada comercio que cierra significa una nueva familia cerca de la línea de la pobreza.

La pérdida de capacidad adquisitiva de las familias golpeó al consumo y esto se tradujo a las pymes, que deben enfrentar a su vez la suba de costos fijos y la fuerte presión tributaria.