Las constantes maniobras del chavismo para embarrar el proceso electoral en Venezuela detonó la relación de Nicolás Maduro con sus aliados progresistas. Ya no son Uruguay o Argentina, dos gobiernos de derecha, los que denuncian la falta de transparencia para las elecciones convocadas para el 28 de Julio sino directamente Lula y Gustavo Petro. 

La gota que colmó el vaso fue la decisión del Consejo Nacional Electoral de no autorizar la candidatura de Corina Yoris, académica de 80 años propuesta por María Corina Machado para su reemplazo dentro de la Mesa de Unidad Democrática ante la inhabilitación impuesta por el régimen venezolano. 

Sin posibilidad de un candidato que nazca de las filas opositores que se reunieron alrededor de la MUD, el CNE confirmó a 13 candidatos en un escenario diseñado a la merced de Maduro y su intención de lograr su tercer mandato. 

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Las burdas irregularidades del sistema electoral venezolano dividieron a la oposición que se discute entre apoyar a Manuel Rosales del movimiento Un Nuevo Tiempo y agotó la paciencia de Brasil y Colombia que venían siendo un sostén importante para los diálogos del gobierno con la oposición y una garantía de respaldo a Maduro frente a las elecciones. 

La Cancillería de Brasil emitió un comunicado en el que plantea: "El gobierno brasileño sigue con expectación y preocupación el desarrollo del proceso electoral en ese país. Con base en la información disponible, se observa que al candidato postulado por la Plataforma Unitaria, fuerza política de oposición, sobre la cual no hubo decisiones judiciales, se le impidió registrarse, lo cual no es compatible con los acuerdos de Barbados". 

"Hasta la fecha, el impedimento no ha sido objeto de ninguna explicación oficial. Once candidatos vinculados a corrientes de oposición lograron registrarse. Entre ellos se encuentra el actual gobernador del Zulia, también integrante de la Plataforma Unitaria", continúa el texto. 

El gobierno brasileño sigue con expectación y preocupación el desarrollo del proceso electoral en ese país. Con base en la información disponible, se observa que al candidato postulado por la Plataforma Unitaria, fuerza política de oposición, sobre la cual no hubo decisiones judiciales, se le impidió registrarse, lo cual no es compatible con los acuerdos de Barbados

Por último, afirma: "Brasil está dispuesto, junto con otros miembros de la comunidad internacional, a cooperar para que las elecciones anunciadas para el 28 de julio constituyan un paso firme hacia la normalización de la vida política y el fortalecimiento de la democracia en Venezuela, país vecino y amigo de Brasil". 

AP

"Brasil reitera su rechazo a cualquier tipo de sanciones que, además de ilegales, sólo contribuyen a aislar a Venezuela y aumentar el sufrimiento de su pueblo", concluye. 

En el mismo sentido se expresó Colombia, quien sostuvo que "expresa su preocupación por los recientes acontecimientos acaecidos con ocasión de la inscripción de algunas candidaturas presidenciales, particularmente en lo relativo a las dificultades que enfrentaron sectores mayoritarios de la oposición". 

Expresa su preocupación por los recientes acontecimientos acaecidos con ocasión de la inscripción de algunas candidaturas presidenciales, particularmente en lo relativo a las dificultades que enfrentaron sectores mayoritarios de la oposición

"Colombia continuará ofreciendo sus buenos oficios en el caso de ser requeridos para seguir adelantando gestiones que permitan mantener un ambiente conducente a la concreción de soluciones democráticas propuestas, acordadas y alcanzadas por los propios venezolanos y venezolanas", agrega.

LPO reveló en exclusivo que la postura de Lula con Maduro generaba fuertes internas en el gobierno de Brasil entre quienes empujan al líder brasileño a jugar el escurridizo juego de Maduro y los que sugieren mayor distancia y un rechazo más fuertes a los comportamientos antidemocráticos del chavismo. 

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Está claro que para Lula es un problema que Venezuela vuelva a ser un factor de inestabilidad a la hora de pensar Sudamérica como su zona de influencia prioritaria. "No se dejan ayudar. Ya no sabemos que hacer", reconoce  a LPO una fuente cercana a Lula.

El riesgo ahora es que la elección se convierte en un escenario similar a 2018 con un proceso sin apoyo de parte de la comunidad internacional que lleva a Venezuela a un aislamiento peor. Fuentes cercanas al chavismo dijeron a LPO que "Maduro está más fuerte que en 2018 y la situación se irá ordenando a medida que la fecha de la elección se acerque". 

Por lo pronto, casi ningún país de la región, desde los gobiernos de derecha a los de izquierda, miran con expectativa lo que pueda pasar y, con la excepción de Nicaragua y Bolivia, todos rechazan las proscripciones a los opositores.