La derrota de Hillary Clinton sigue calando hondo en el Gobierno nacional, que no termina de reponerse ante la sorpresa que generó el resultado de las elecciones en Estados Unidos. Sin embargo, y pese al cambio de discurso, Marcos Peña reconoció que Donald Trump le genera "incertidumbre" a la Casa Rosada.

“Es un cambio que tiene mucha incertidumbre. Todo el planeta está esperando si va a ser el de la campaña o uno más moderado”, declaró el jefe de Gabinete en referencia al magnate republicano, que fue denostado por parte del Gobierno durante la campaña y a quien ahora necesariamente deberán acercarse para tejer una buena relación.

Lejos de la posición más moderada respecto a Trump que asumieron Mauricio Macri, Susana Malcorra y Martín Lousteau tras el triunfo, Peña insistió en remarcar sus diferencias con el republicano como con el tema inmigración y pronosticó que con la nueva gestión "algunas cosas por ahí nos ayudan y otras nos perjudican".

La desconfianza de Peña con Trump confirma que fue el promotor de la apuesta del Gobierno por los demócratas, con los que mantiene una relación muy cercana como demostró hace algunos días cuando recibió en la Casa Rosada al funcionario de Obama encargado de difundir el sueño americano, reunión revelada por LPO.

El jefe de Gabinete es quien tiene el control directo de la política internacional del Gobierno y se sabe que maneja los hilos de la Cancillería. Eso no quita que la propia Malcorra haya también apostado a Hillary por sus propios vínculos con los demócratas.

Lo curioso es que Peña mantiene su discurso aún después de la derrota de Clinton, y contradice la estrategia en la que el Gobierno parecía encaminado para lograr establecer alguna relación con Trump a partir del vínculo personal que tejió con Macri en los años 80, cuando el magnate hizo negocios con Franco.

Esto fue ratificado hoy por el embajador argentino en Washington, quien declaró que "hay vínculos directos entre Trump y Macri" porque "se conocen de antes". Lousteau dijo que existe la posibilidad de que hay un contacto telefónico, y explicó cuál era la estrategia en la previa de la elección: "Lo que habíamos conseguido son los teléfonos para llamar a cada uno de los ganadores la noche de la elección, pero esto tiene muchos carriles y la verdad es que a mí me gusta que exista mucha comunicación".

El embajador también admitió que la apuesta por Hillary tuvo que ver con que "en el gobierno nacional hay gente que tiene relación previa con el Partido Demócrata", aunque negó que él haya hecho alguna manifestación de apoyo. "Lo que yo dije es que es natural que la continuidad facilita las cosas, esto es una descripción de algo, no un apoyo", manifestó.