El Gobierno de Mauricio Macri sumó un inesperado guiño de La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner, que salió a criticar duramente el proyecto de emergencia social que impulsan los movimientos sociales y la CGT.

En la previa de lo que se prevé será una masiva movilización de los movimientos sociales y la CGT al Congreso para reclamar la aprobación del proyecto -que como explicó LPO el macrismo está bloqueando-, La Cámpora también cuestionó esa manifestación. "No podemos dejar de señalar que el lugar natural del pueblo para defender el trabajo, el salario y los derechos adquiridos fue, es y será la Plaza de Mayo. Y el pueblo lo sabe", sostuvieron en un comunicado.

Para no quedar pegados al macrismo, los chicos de La Cámpora dedican la primera línea del texto a aclarar que apoyan "cualquier acción que tienda a mitigar los efectos de la aplicación de las medidas de la actual gestión en materia económica y social", pero después dicen que el proyecto es "un elemento necesario y complementario" de las medidas que dice combatir.

La Cámpora dejó en claro que no quiere ningún "paliativo" que descomprima sobre final de año la situación de los sectores que peor la están pasando, en una reedición del slogan setentista "cuanto peor, mejor".

Lo curioso es que el proyecto es criticado por el gobierno por haber sido impulsado por sectores del kirchnerismo. "A muchos debería ponérsele roja la cara, porque apoyar este proyecto, cuando hace un año hablaban de que teníamos menos pobreza que en Alemania, deberían estar por lo menos avergonzados", criticó hoy el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

Además del editorial contra el proyecto, también Máximo lo destrozó ayer en un acto en Avellaneda. "Vamos a acompañar la ley de emergencia social, pero es un mero paliativo que muchas veces necesita el sistema para descomprimir la olla a presión", lanzó, dejando en claro que la agrupación de Méxicmo Kirchner quiere que se agudice el actual cuadro recesivo y que las clases más carenciadas aumente su sufrimiento "sin paliativos". 

Se trata en definitiva de una reedición del slogan setentista "cuanto pero, mejor", que sostenía que cuanto peor lo pasara la gente en definitiva iba a ser mejor para el proyecto revolucionario porque se agudizarían las contradicciones sociales y eventualmente se produciría un estallido.

Por eso, no sorprendió que en el Senado cuando se trató el proyecto, una de las más críticas -casi al mismo nivel que el macrismo- fue Virginia García, la cuñada de Máximo. "Este texto tiene serias deficiencias de carácter y de técnica legislativa", dijo la camporista, que también acusó a algunos de sus sus compañeros por haberle votado leyes al macrismo. 

La crítica a las "serias deficiencias técnicas" del proyecto provocaron risa en algunos senadores que apoyaron la ley, quienes recordaron que mientras García lo decía sus compañeros estaban presentando un proyecto para establecer el "Día Nacional de la Mentira".

Uno de los puntos que ataca la agrupación es la parte del proyecto que prevé la creación de un millón de puestos de trabajo, "como si un mero artículo de una ley pudiera generar los factores necesarios para reconstruir lo que la actual gestión está pulverizando".

"Nada hay en la ley que ataque las causas de la denominada 'emergencia' que sus propios fundamentos denuncian. Nada", plantea el editorial. "Contrariamente, al considerar como 'emergencia' a la actual situación social se pretende que entendamos una excepcionalidad que no es tal. Las medidas económicas del actual gobierno generan pobreza y desigualdad como único resultado posible y en forma sistemática. No como excepción, sino como regla", continúan.

Los movimientos sociales y la CGT

Télam

Los camporistas cuestionan que "ni el proyecto en cuestión ni los representantes de los derechos de los trabajadores parecen acusar recibo" sobre las soluciones para atacar el problema, que según el texto no es otra que volver al modelo kirchnerista.

Asimismo, critican a la CGT y las organizaciones sociales por "amagar" con medidas de fuerza pero no utilizarlas para ir contra el Gobierno. "Es que la acción misma del 'amague' se transforma en complicidad sino se actúa. Se termina siendo parte de una oposición 'permitida' que no discute lo que hay que discutir sino que se 'sorprende' y decreta 'emergencias' que todos sabíamos que se iban a producir", aseguran.

"No discutir las bases del modelo y afirmar que esto es el resultado de un fenómeno meteorológico es una maniobra que se utilizó en el pasado reciente en la Argentina para mantener el statu quo", completan los camporistas su ataque al proyecto.