La guerra de lobby entre las telefónicas y los cables, o entre Telefónica y el Grupo Clarín, obligó al Gobierno de Mauricio Macri a postergar el decreto de regulación del mercado de telecomunicaciones, luego de beneficios de último momento que los españoles habrían conseguidos tras gestiones ante Mario Quintana.

Aunque desde hace días circula un borrador del decreto y el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, lo había prometido para antes del cierre de 2016, finalmente la nueva regulación deberá esperar hasta el año próximo, mínimo hasta el regreso del Presidente de sus vacaciones. Anoche había fuertes rumores de que el texto se conocería este viernes, pero nuevos cambios lo habrían demorado.

El vicejefe de Gabinete se habría reunido el jueves con representantes de las telefónicas, según confiaron a LPO fuentes al tanto de las negociaciones. Fue una más de tantas reuniones entre hombres del gobierno y de las empresas telefónicas y de cable, que buscan conseguir beneficios para sí y trabas para sus competidoras. No obstante, en la reunión del jueves con Quintana las telefónicas habrían conseguido dos concesiones de última hora de parte del Gobierno.

La primera concesión sería que le entregarán frecuencias disponibles de 2,5Ghz, que hasta ahora no utilizan las telefónicas por el costo de inversión que tiene ese espectro, pero que les interesa a partir de que Nextel empezará a acondicionar la red ya que es la única que tiene para poder dar 4G (el Gobierno autorizará a la firma de Cablevisión a utilizar ese espectro para dar telefonía, tras meses de reclamarlo). La frecuencia de 2,5Ghz tiene prestaciones muy buenas en cuanto a velocidad y todas reclamaban su desarrollo para complementar la cobertura del 4G.

El segundo beneficio extra que habría entregado Quintana es la reducción del plazo en el que las telefónicas están obligadas a dar interconexión asimétrica. Esto es el precio de referencia que se fija para que los nuevos actores utilicen la red de las empresas ya instaladas. Esto en principio beneficiaba a Nextel, pero las telefónicas habrían logrado reducir el plazo que establecía el decreto, de cuatro años.

Macri con Aguad

Presidencia

Estos cambios hicieron enfurecer a los directivos de Clarín, que aunque obtuvieron mucho de lo que pedían, se quejan porque el decreto está hecho a la medida de Telefónica. Como explicó LPO, la principal queja es que habilita a Telefónica a poder dar televisión a partir del 1º de enero de 2018 y ya podrá dar cuádruple play. En cambio, sostienen que Nextel perdió un año esperando la autorización de 4G y necesitará entre 12 y 18 meses más y 500 millones de dólares más de inversiones para acondicionar la red, instalar las antenas y cambiar todo el parque de celulares. Así, dicen que Telefónica les sacará al menos seis meses de ventaja con el cuádruple play.

Además, en Clarín sostienen que el borrador del decreto ya tenía beneficios suficientes para las telefónicas como la protección de las redes de última milla por 15 años, la prórroga sin condiciones del plazo de la banda de 700MHz y el compromiso del Gobierno de licitar en seis meses bandas altas, que solo pueden aprovechar quienes ya tienen otras que les dan cobertura.

Finalmente, señalan que con la autorización del “refarming”, la reatribución de frecuencias, para que Nextel pueda dar 4G con la banda de 2,5Ghz que posee, también se terminarán beneficiando las telefónicas. Es que Telefónica, Telecom y Claro poseen 50 MHz de espectro en la banda de 3,5 GHz, considerada importante para el desarrollo del 5G. Así, en su momento, las podrían utilizar sin necesidad de un nuevo llamado a concurso.