María Eugenia Vidal decidió suprimir la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, por lo que la empresa estatal Ferrobaires dejará de existir a partir del 15 de marzo y la administración de los trenes pasarán a la órbita nacional..

A través de un decreto publicado hoy en el boletín oficial, se pone fin al proceso de desprendimiento de los ramales ferroviarios que comenzó el 30 de junio de 2016 cuando se determinó la suspensión de los servicios.

Si bien la noticia no los tomó por sorpresa, desde el sindicato La Fraternidad mostraron su preocupación por el futuro de los trabajadores, especialmente de aquellos que se desempeñan en ramales que hoy no están operando, como Tandil y Junín.

La empresa había sido creada por el entonces gobernador Eduardo Duhalde en 1993 cuando el gobierno nacional decidió cerrar y privatizar varios ramales. La alternativa que propuso Carlos Menem era que cada gobernador podía hacerse cargo de sus líneas provinciales. Duhalde tomó el guante y así nació Ferrobaires.

La empresa tuvo enormes recursos durante los primeros años. Duhalde puso al frente a Alberto Trezza, uno de sus colaboradores más cercanos. Allí también encontró refugio buena parte de la hinchada de Banfield.

Pero con el tiempo, el material rodante no se reponía y se transformó en obsoleto, los ramales se caían, los trenes circulaban con escasa cantidad de pasajeros y muchos no pagaban. Pero en paralelo, la empresa crecía en cantidad de personal.

Apenas Vidal puso un pie en Gobernación recibió un informe que daba cuenta de la situación de Ferrobaires. La Gobernadora planteó que la provincia no estaba en condiciones de mantener ese monstruo. Por entonces, la empresa estatal tenía gastos por alrededor de 1.200 millones de pesos por año y recaudaba no más de 60 millones por boletos.

La Gobernadora suspendió todos los servicios a pocos meses de comenzado su mandato luego de un accidente entre una formación de Ferrobaires y otra del Belgrano Cargas en Chacabuco. Por entonces, las negociaciones entre La Plata y la Rosada ya habían comenzado y había tensiones con el ministro de Transporte de Nación, Guillermo Dietrich. 

El costo de Ferrobaires fue un problema para Felipe Solá y Daniel Scioli. Sin embargo, ninguno quiso enfrentar a fondo a los resabios del duhaldismo.

Scioli mantuvo la empresa con 2.400 empleados a fuerza de inyectarle millones. Durante su gestión un informe de la Auditoría General de la Nación advertía sobre el estado de la empresa. "Pudimos observar que el material rodante, las vías, los señalamientos y las telecomunicaciones estaban deteriorados debido a la nula inversión en las tareas de mantenimiento", dice el texto. Hacia el final del mandato del ex candidato presidencial la situación empeoró.

El decreto publicado hoy y que lleva la firma de la Gobernadora, se detalla que se le transfiere al gobierno provincial "diverso personal de la órbita provincial para cumplir con los nuevos servicios". Este justamente es un punto que preocupa a los trabajadores. De hecho, en el caso de aquellas estaciones ferroviarias donde el tren dejó de pasar y no existen certezas sobre su posible retorno, se emitieron desde concejos deliberantes proyectos pidiendo certezas sobre el restablecimiento de los servicios y por el temor al despido de personal.