Organismos de Derechos Humanos, el kirchnerismo, la CGT, CTA y partidos de izquierda marcharon contra el decreto de Mauricio Macri modifica la doctrina actual y permite a las Fuerzas Armadas intervenir en conflictos internos.

Miles de personas respondieron a la convocatoria y se movilizaron desde Plaza de Mayo hasta el Ministerio de Defensa. Para llegar hasta el Edificio Libertador los manifestantes tuvieron que sortear varios "obstáculos": las rejas de Plaza de Mayo obligaron a desviarse por Alsina, Moreno y Belgrano para poder llegar hasta Paseo Colón.

Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, encabezadas por Nora Cortiñas y Estela de Carlotto, partieron en la primer tanda seguidas de Hijos y del PJ kirchnerista. Juan Carlos Schmid y Pablo Moyano lideraron la columna de la CGT. Los partidos de izquierda llegaron en un segundo turno.

En las inmediaciones del Ministerio que conduce Oscar Aguad, sobre la Calle Alsina los organizadores colocaron un acoplado que hizo de escenario. Los andenes del Metrobús funcionaron como una especie de platea para cientos de privilegiados.

"Sabemos lo que significa el rol de las Fuerzas Armadas, por eso decimos que milicos en la calle, nunca más", dijo Lita Boitano de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora desde el escenario rodeado por dos carteles gigantes con la frase "Juicio y Castigo". 

Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT, junto a la Juventud Sindical.

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"Esto es escandaloso, es una progresión permanente de contrariar a la Constitución y las leyes establecidas", había dicho más temprano Estela de Carlotto en declaraciones a FM La Patriada. "Este cambio que se pretende hacer de las Fuerzas Armadas nos violenta y nos retrotrae a un pensamiento que, no es que olvidamos, sino estamos reparando en la democracia", agregó.

El sonido fue muy pobre y resultó casi imposible escuchar a las oradoras. La valla que rodea al Ministerio de Defensa fue un colchón entre los manifestantes y los policías federales que custodiaban el lugar. De todas formas algunos aprovecharon para insultar a los agentes. 

Las obras para el Paseo del Bajo y el Parque del Bajo, con montículos de tierra y escombros en torno a los policías le dieron a la marcha un tono casi bélico. Las vallas, el Metrobús, la lluvia y el barro también complicaron la circulación y por momentos crearon sensación de claustrofobia en los presentes.

"Me parece un despropósito, las imprecisiones del decreto son muy peligrosas para el futuro", le dijo Lucía de Palermo a LPO. "Hay pocas cosas que supimos sostener desde el regreso de la democracia sin importar el color político y la no intervención de las FFAA es una de ellas", expresó la joven.

El público fue variado: desde sub 20 hasta más de 70 hubo gente de todas las edades. Además de banderas de todos los espectros del peronismo kirchnerista predominaron los carteles hechos a mano. Y los pañuelos verdes a favor del aborto.

Luis Osorio, de 72 años, logró llegar bien cerca del escenario y colgado al cuello mostraba orgulloso un cartel con la leyenda "Qué no te apaguen los medios públicos" y los logotipos de Télam y las señales de la TDA. "Quiero que Macri sepa que no somos todos como él", apuntó mientras mostraba una pancarta con la frase "Pará la mano", como bautizó a su agrupación.

Muy cerca de él un grupo de músicos interpretaba canciones folklóricas. "Somos sicuris y vamos a todas las marchas", explicó una de las integrantes del improvisado grupo en medio de un descanso.