Caída la posibilidad de reformar la Constitución provincial que podía habilitarlo a Lifschitz a renovar su mandato, Antonio Bonfatti comenzó a definir los lineamientos de su campaña: fuerte polarización con el macrismo y para esa tarea, aglutinar diversos espacios incluyendo al peronismo.

El ex gobernador tiene aceitados contactos con varios gremios, mantiene reuniones periódicas y sus dirigentes sindicales no lo ocultan. Además, sembró un muy buen vínculo con los senadores provinciales del PJ a quienes Lifschitz los tildó de chantajistas y extorsionadores en una reunión para fortalecer el Frente Progresista. Los legisladores enfurecieron.

La estrategia de Bonfatti corre por otro andarivel y no se cansan de repetir que "el único límite es Macri", el resto está invitado a la mesa.

De hecho, en una reunión para analizar la situación económica organizada por Empleados de Comercio, Luz y Fuerza y la UOM, entre otros gremios, coincidieron Alejandra Rodenas y Bonfatti y el socialista le planteó a la diputada peronista la necesidad de una unidad amplia y según fuentes presentes, le habría propuesto la posibilidad de compartir una fórmula. Aún no ha habido contactos formales en ese sentido.

De esta manera, Bonfatti aprovecha para enviar un mensaje envenenado al radicalismo que en la provincia se divide entre los que apostaron por Cambiemos y los que siguen identificados al progresismo, estos últimos contenidos por el gobernador en el gabinete.

Mientras tanto, Miguel Lifschitz mantiene celosamente guardada sus aspiraciones y da señales que confunden a quienes pretenden adivinar sus intenciones. Reuniones periódicas con el salteño Juan Manuel Urtubey o con el sanjuanino Sergio Uñac lo vincularon a un armado con el peronismo no kirchnerista, con el cual mantiene profundas diferencias.

A su vez, sigue madurando la posibilidad de otro frente progresista nacional junto a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, una remake de UNEN que aspira sumar a Martín Lousteau en algún momento aunque las críticas del radical al plan económico del gobierno parecieran estar más orientadas a pelar una interna dentro de Cambiemos.

Por lo pronto, todo pareciera que Lifschitz se inclina más por una postulación nacional que a una candidatura en Santa Fe aunque no descartan que termine encabezando la lista de diputados provinciales.

Bonfatti tienta a Jatón para que lo acompañe en la fórmula a la gobernación

Lifschitz busca posicionarse coo presidenciable mostrándose con líderes progresistas  La relación entre las dos principales figuras del socialismo nunca logró recomponerse y terminó empeorando cuando Lifschitz, un par de días antes de que se trate la reforma constitucional en diputados, intentó un acercamiento con Marcos Peña para que Cambiemos avale el plan del gobernador.

En el socialismo sospechan que hasta hubo un ofrecimiento de parte de Lifschitz para crear un nuevo frente electoral con el macrismo pero en la Casa Gris lo niegan rotundamente.

Rosario, la arena donde se juega la interna

Los socialistas han sabido administrar sus internas con profesional prudencia y tanto Lifschitz como Bonfatti entienden que se necesitan mutuamente. Bonfatti comenzó a caminar la provincia y según los números que manejan parte con un buen piso en intención de votos mientras Lifschitz supera los 60 puntos positivos en la evaluación de su gestión.

Es probable que el sector del actual gobernador juegue un candidato propio en las PASO y circuló que el actual ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, pueda encabezar ese espacio. La estrategia se había enfriado luego de los sucesivos ataques sicarios a domicilios vinculados a jueces que investigaron a los monos.

Ahora, con las investigaciones que arrojan luz sobre los autores materiales e intelectuales que apuntaron al detenido Guille Cantero, la candidatura de Pullaro vuelve a tomar carrera.

Lo cierto es que la interna se manifiesta con mayor intensidad en la ciudad de Rosario donde circulan varios nombres para reemplazar a Mónica Fein.

El primero que picó en punta, tal y como adelantó LPO, es Miguel Cappiello, quien se define como binnerista puro, alejado de la interna Lifschitz - Bonfatti no recibe la bendición de ninguno de los dos dirigentes.

"Hay que presentar la mejor propuesta para Rosario donde ha habido problemas de gestión, hay que recuperar la confianza de los vecinos" sostuvo Cappiello semanas atrás en diálogo con este portal.

Cappiello sabe que deberá competir contra la nueva guardia, referentes de la juventud identificados con Miguel Lifschitz que apoyan la candidatura de Enrique Estévez. "Acá no se trata de una cuestión generacional, yo tengo juventudes acumuladas" ironiza Cappiello quien destaca su experiencia en la cartera de Salud durante la intendencia y gobernación de Binner.

A Estévez lo acompaña "el club de los hijos" como los definen en el socialismo, que lo integran Joaquín Blanco, hijo de Alicia Ciciliani; Pablo Lamberto, el hijo de "Pato" ex ministro de seguridad de Bonfatti, entre otros. El mismo Enrique es hijo del mítico caudillo Guillermo Estévez Boero.

Del armado de Lifschitz también se menciona a Pablo Seghezzo, actual encargado de Vialidad Nacional, mientras que Mónica Fein hizo trascender el nombre de Leonardo Caruana, actual secretario de Salud. Allí también reporta la concejala Verónica Irizar.

Desde el sector de Antonio Bonfatti aún no definieron candidato aunque según pudo saber La Política Online, harán su propia propuesta en la interna socialista. "Ya veremos los nombres, ahora hay que acomodar arriba" repiten en los pasillos.

Más allá de la larga nómina, desde los distintos espacios confían en que el Partido Socialista llegue a las internas con un solo candidato que sea superador a los distintos grupos y que compita con los socios menores del Frente Progresista como el ya anotado Pablo Javkin.