Los jefes de bloque de la Cámara de Diputados acordaron continuar por 30 días corridos las sesiones remotas, sin un temario restringido a proyectos sobre la pandemia del coronavirus como había exigido el interbloque Cambiemos.

El acta de labor parlamentaria publicada este martes y firmada por la autoridades de todas las fuerzas políticas confirma que la modalidad de sesiones remotas continuará sin modificaciones por otros 30 días corridos, tal como contemplaba el punto C del protocolo firmado el 13 de mayo y vencido el 26 de junio último.

Garantiza, además, que ya pueden firmarse dictámenes de comisión y llevarlos al recinto cuando haya acuerdo parlamentario, pero no limita los temas a expedientes consensuados entre todas las bancadas. Alcanza, como en cualquier sesión, con reunir la mitad más uno de los votos, que el oficialismo puede alcanzar con los bloques chicos y sin Cambiemos. 

"Temas álgidos pueden ser cualquiera: hasta un proyecto de resolución contra el Gobierno. Lo importante es que cada fuerza política pueda expresar su posición sobre los temas", había respondido Massa ante el reclamo que el martes de la semana pasada llevaron Cristian Ritondo y Mario Negri, jefes del PRO y la UCR.

Cambiemos aceptó seguir con las sesiones remotas en Diputados pero pide no tratar Vicentin

Afrontaban una fuerte presión de sus bloques para volver a las sesiones presenciales, atenuada por los contagios de coronavirus dentro de la bancada, que les permitieron hacer valer una mayoría a favor de seguir votando por zoom.

A cambio buscaron un compromiso de acordar los temarios, lo consiguieron de palabra, pero no pudieron garantizarlo en la letra chica de la prórroga de sesiones. "El sistema no resiste sesiones complejas", repetían desde la mesa chica de Cambiemos. 

Los jefes de bloque volvieron a reunirse el jueves, por teleconferencia, y acordaron tratar la moratoria impositiva, la ampliación presupuestaria, la emergencia turística y recibir al jefe de Gabinete Santiago Cafiero para que brinde su informe de gestión. Pero el frente de Todos se negó a restringir el temario y así lo dejó expreso el acta de prórroga, que anoche firmaron todos los jefes. 

Máximo Kirchner quedó habilitado para agregar leyes que no sean del agrado del principal bloque opositor, como su prometido impuesto a la riqueza, que asegura que presentará el 14 de julio; o la ley para crear la bicameral que investigue el crédito de Vicentin otorgado por el Banco Nación, aprobado en el Senado.

También quedó pendiente de esa Cámara la ley para suspender la creación de sociedades de acción simplificadas (SAS), presentado por Oscar Parrilli, aun cuando en esa Cámara sí existía un compromiso escrito de no debatir leyes ajenas a la pandemia de coronavirus. 

Ese protocolo venció el domingo y Cristina lo renovará por decreto antes de la próxima sesión, que sería en 15 días. No debería tener mayores problemas, porque los jefes de Cambiemos de ambas Cámaras, en su última teleconferencia, acordaron tomar el mismo camino y en Diputados no pusieron restricciones. 

En el kirchnerismo insisten con que tarde o temprano buscarán mayoría en Diputados para rechazar los dos decretos de Mauricio Macri que le cedieron a la Corte el control de las escuchas judiciales, pese a que Cristina y Massa crearon una subcomisión para fiscalizarlas. Pero ningún bloque opositor dice ser parte de la negociación. No parece posible.