Jorge Sarghini asumió en febrero la banca de diputado que dejó libre Daniel Arroyo para ser ministro Desarrollo Social, pero no se sumó al Frente de Todos sino al interbloque federal, junto a los referentes de Roberto Lavagna, del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y a socialistas de Santa Fe.
Son claves para que el Gobierno alcance el quórum y no dudan en ponerle lÃmites, como cuando anticiparon que no acompañarÃan la expropiación de la cerealera Vicentin y el proyecto nunca llegó al Congreso.
Tampoco avalarán la ley de moratoria si no suma un beneficio a los pagadores y se mantienen incluidas empresas que están en quiebra. A diferencia de Cambiemos, el economista considera que no se trató de un artÃculo a medida de compañÃas amigas sino de un exceso, pero exige corregirlo.
¿Qué le parece la ley de moratoria que envió el Gobierno?
-La moratoria en general es muy necesaria. Todas las moratorias son injustas por definición con el que ha cumplido, pero si tenemos en cuenta las consecuencias económicas de la pandemia se requiere para alcanzar aquellos instrumentos que vayan poniendo normalidad hacia adelante.
Pero como toda ley, en particular hay que mirar con mucho detalle. Creo que tiene un tema que de ninguna manera puede ser acompañado, que es que ingresen, aunque con ciertas condiciones, quiénes están en quiebra. El proyecto oficial lo permite y creo que de ninguna manera puede ser asÃ. Nosotros trabajamos uno alternativo que no incluye esa posibilidad.
-¿Fue un artÃculo para beneficiar a alguna empresa en particular?
-De la misma manera que decÃa que una moratoria es injusta, en términos de quién está al dÃa y quién no; también debe haber mucha equidad interna y tratarse a todos por igual. No tiene que perjudicar a nadie en beneficio de otro. Por eso no hay que mirar beneficiarios y perjudicados, o si está o no a la medida de alguien. En nuestro proyecto, todos los que estén en quiebra no podrán ingresar, se llamen como se llamen.
- ¿No cree que muchas empresas pueden haber quebrado por la pandemia y la moratoria les darÃa una oportunidad de resurgir?
-Es que por eso nuestro proyecto también propone suspender los procesos de quiebra iniciados mientras dure la emergencia. Nuestra idea es tratar los dos en conjunto. No nos tenemos que olvidar que este proyecto es una ampliación de la ley que fue votada en diciembre, la de solidaridad social y reactivación productiva, previo a la pandemia, que contenÃa una moratoria para las pymes. Se suman todas las empresas e incluye a las personas fÃsicas y humanas. Y hace algunas modificaciones, como admitir a las que están en quiebra.
-En Juntos por el Cambio dicen que se buscó favorecer a compañÃas cercanas al kirchnerismo, como Oil Combustibles, de Cristóbal López.
-Yo creo que si uno empieza a alistar las empresas según lo que diga la ley va a encontrar de todo. Porque una ley de moratoria no hace justicia: le da posibilidad a quiénes son evasores. Y no viene a resolver cuestiones que no ha resuelto la justicia o la AFIP por su propia impericia en tiempos anteriores.
Lo que hace es darle facilidad de pago a quiénes deben y no hay deudores buenos o deudores malos. Uno podrÃa hacer alguna distinción entre las deudas viejas y las que hubo a partir de la pandemia, pero es imposible.
Además, no nos podemos olvidar que se amplÃa una ley de moratoria que se votó previo a la pandemia, porque Argentina venÃa de 10 años de estancamiento y los dos últimos fueron de una fuerte caÃda del nivel de actividad. Por lo tanto, se habÃan acumulado deudas de las pymes. Consideramos que las consecuencias que el coronavirus ha traÃdo a la economÃa justifican la ampliación, pero no bajo cualquier condición.
-El presidente dijo que no entendÃa por qué la gente no apoyó la intervención de Vicentin, a la que usted siempre se opuso. ¿Cuál fue el error que tuvo y no logra ver?
-No sé si no lo ve. Yo en todo momento creà y sigo creyendo que la intervención no correspondÃa, porque el Poder Ejecutivo hacia una intromisión en la justicia, al estar una convocatoria y un concurso en manos de un juez.
En todo caso, si alguno de los acreedores entiende que hay razones que justifiquen pedirle al juez la designación de un veedor, esa es la vÃa. El que pone un veedor es el juez y no el Poder Ejecutivo mediante un decreto, que era el primer paso, porque el Gobierno anuncia también la expropiación.
Yo siempre entendà con mi bloque que habÃa salidas alternativas dentro del concurso. El principal acreedor es el Banco Nación y los acreedores privados son las asociaciones de cooperativas. Por lo tanto se podÃa buscar una salida para que no haya una extranjerización de la empresa.
Pero para que el Congreso declare de utilidad pública y sujeta a expropiación una empresa tiene que haber fundamentos y los que habÃa esgrimido el Gobierno, como la soberanÃa alimentaria o la necesidad de tener una compañÃa testigo, no eran reales y no la justificaban.
-Sin embargo, el juez de la quiebra rechazó la propuesta de armar un consorcio con las asociaciones de productores y hoy la empresa sigue con el mismo directorio.
-Hay que esperar. No necesariamente la propuesta tiene que ser un proyecto de ley. La resolución está en el marco de la ley de concursos y quiebras. El Gobierno de Santa Fe llevó una alternativa y es cierto que el juez no hizo lugar, pero también lo es que puede ser una puerta para que aparezca una solución.
Esto es una negociación entre los actuales propietarios, el juez, el sÃndico y los acreedores. Asà se resuelve. Eso por esa vÃa. Y por otra vÃa las investigaciones penales que haya que hacer.
Nosotros fuimos muy cuidadosos: una cosa es que no estén dadas las condiciones para la expropiación y otra es que defendamos el manejo que pudo haber tenido esta empresa. Inclusive, el otorgamiento de créditos en momentos que podÃan no haber estado en condiciones. Eso se resuelve en otro plano.
-Hay un proyecto aprobado en el Senado para crear un bicameral que investigue esos créditos. ¿EstarÃa dispuesto a sancionarlo?
-No lo leÃdo, pero en términos personales puedo decir que las comisiones investigadoras, si están bien hechas, sin ningún sesgo en particular, forman parte de las funciones que tiene el poder legislativo. Pueden ser bien o mal usadas.
-El Gobierno nunca envió el presupuesto de este año y hay un avance del próximo, que debe llegar el 15 de septiembre. ¿Qué proyecciones espera?
-Para mi tiene cierta lógica que estemos funcionando con un presupuesto prorrogado. Si se hubiera votado el que envió el Gobierno anterior de nada hubiese servicio, porque no tenÃa proyecciones macroeconómicas razonables. Si el Gobierno mandaba uno alternativo previo a la pandemia tampoco hubiera tenido sentido, por lo que vino después.
Y ahora en medio de la pandemia si hay alguna certeza es el derrumbe: las proyecciones se van corriendo cada vez que se extiende el aislamiento. Por lo tanto, hay una enorme incertidumbre en el mundo y en Argentina. Pedir un presupuesto no me parece justo.
-Aun asÃ, usted se opuso a darle facultades al jefe de Gabinete para reasignar partidas.
-Porque fueron facultades mal obtenidas, por decreto de necesidad y urgencia. DeberÃa haberlas pedido al Congreso por ley, como hizo con la emergencia de diciembre.
El Gobierno anunció que va a enviar la ampliación del presupuesto prorrogado y lo discutiremos. No hay que ser demasiado exigente, porque conllevarÃa algún grado de hipocresÃa. Debemos reconocer que estamos con una enorme incertidumbre como para hacer un presupuesto y cumplir, sin poder proyectar la recaudación y la actividad económica.
Hace 60 dÃas las proyecciones objetivas, sin sesgo, nos daban el 9% de caÃda y hoy son en un 50% mayor: llegan al 14 o 15%. Y pueden quedarse cortas, porque la polÃtica sanitaria exige aislamiento en los lugares donde se concentra la población la actividad económica.
Si hubiera una ampliación presupuestaria habrÃa que preguntarle al Gobierno cómo usó la de 2019 y las facultades extraordinarias.
-El gobierno enviará una reforma previsional. ¿Prefiere la fórmula de actualización que rigió hasta 2017 o la que implementó Macri en sus últimos dos años y Alberto Fernández suspendió ni bien llegó?
-Era más justa la del kirchnerismo porque la de Macri sólo ajustaba por precios y si imaginamos una economÃa estable y en crecimiento, los jubilados no serÃan beneficiados.
Claro que cuando la economÃa se estanca lo único que crece es la inflación y pareciera que es más justa. Pero si la economÃa crece todos los sectores deben apropiarse de alguna parte del crecimiento. Por eso, yo soy partidario que las formas de ajuste incluyan precios y crecimiento.
Este es el problema de discutir las cosas de a una por vez en vez de rediscutir la Argentina, el modelo de paÃs que queremos. Ojalá la pandemia nos obligue a encontrar el proyecto de Nación que nos saque de la decadencia en la que estamos hace tantos años y discutamos qué Estado necesitamos y dónde dirigir el gasto público.
-Participó de una lista de 2017 encabezada por Sergio Massa. Le toco reemplazar a un ministro (Daniel Arroyo) y quienes lo acompañaban y tienen cargos son oficialistas. ¿En qué se diferencia usted de ellos?
-Yo puedo decir porqué estoy donde estoy. Terminada mi función en la Legislatura provincial y no habiendo ingresado en 2017 al Congreso me retiré de la polÃtica y volvà a la actividad privada. Por mi edad y mis aportes, me jubilé. Sigo jubilado, con uso de banca. No cobro dieta.
Tuve que meditar mucho si volvÃa a cumplir una responsabilidad institucional y llegué a la conclusión de que sÃ. Y no dudé representar a quiénes nos habÃa votado en ese momento era bajo la consigna: "Ni Macri ni Cristina". Porque creÃamos en una tercera vÃa.
Y asà nos presentamos ante la sociedad y nos votaron. Cuando el Frente Renovador tomó otras decisiones yo no estaba en polÃtica y asumà la responsabilidad por la elección de 2017.
Soy parte de un proyecto opositor que tiene diferencia con la principal oposición que es Juntos por el Cambio, que ayer (por este lunes) tuvo una actitud terriblemente antidemocrática al no aceptar una reunión con el presidente y los jefes de todos los bloques opositores de diputados. Lamento que el Gobierno haya avalado hacer dos reuniones.
Yo soy parte de un bloque opositor que no hay tenido dudas en plantarse cuando se ha plantado. Incluso no dando quórum como instrumento para forzar un debate. O participando, como hice, de una sesión especial que pedÃa derogar los superpoderes del jefe de Gabinete.
- ¿Hay tercera vÃa para las próximas elecciones o estamos en grieta total?
-Yo hace tiempo que soy militante anti grieta y a la luz de los resultados electorales debo reconocer que se ha impuesto la grieta. En la democracia las cosas se resuelven de esta menara y es de buen demócrata aceptarlo.
En el inicio del gobierno y cuando llegó la pandemia hubo señales, gestos, que me parecieron atractivos y podÃa surgir alguna medida para trabajar con las distintas fuerzas polÃticas. En los últimos 60 dÃas pareciera ser que aquello fue un espejismo: se tensaron las dos puntas de la grieta.
El presidente en el discurso del 9 de julio y en esta convocatoria pareciera ser que está volviendo a dar gestos de apertura y diálogo. Ojalá que transitemos ese clima. La única manera de encarar la terrible crisis que tenemos es con una gran unidad y lo peor que podrÃa pasar es otra grieta como la que hemos vivido.
Siempre observé que hay un enorme parte de la sociedad que no esta conforme con esa grieta, pero no encuentra quién la represente. No serÃa bueno que las fuerzas polÃticas ajusten sus decisiones especulando con la elección del año que viene.
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