Este sábado por la noche, bajo la consigna "Rosario quiere trabajar", gastronómicos, dueños de gimnasios y trabajadores independientes salieron a manifestarse en contra de la restricción de circulación después de las 19.30 que anunció el gobernador Omar Perotti ante el aumento de contagios en la ciudad.
[Perotti restringe los horarios de circulación en Rosario para evitar el retroceso de fase]
A diferencias de la movilización del 17A que fue apalancada por sectores de la oposición más dura con el rechazo a la reforma judicial como eje más visible, la protesta de los comerciantes rosarinos tuvo un motor mucho más cercano e Ãntimo, el reclamo por tener la posibilidad de mantener el negocio y poder seguir trabajando.
Lo inquietante para la clase polÃtica es que volvió a escucharse el estribillo que se hizo viral a fines del 2001: "que se vayan todos y no quede ni uno solo", un reclamo que habla de un hartazgo global.
Este tipo de protestas sin conducción polÃtica, como también ocurrió en el 2001, se vienen replicando en distintas localidades en los últimos dÃas. Comenzaron en Gualeguaychú y se extendieron a la capital de la provincia de Tucumán donde algunos manifestantes fueron a escrachar el domicilio de la ministra de Salud, otro recurso que era común a fines del gobierno de Fernando de la Rúa.
En Rosario, los comerciantes se reunieron en la esquina de Jujuy y Boulevard Oroño, el corazón del barrio Pichincha, que desde hace algunos años se convirtió en la zona top de la ciudad donde conviven grandes emprendimientos gastronómicos con pequeños pubs de cerveza artesanal y papas con cheddar.
A los dueños de bares y restaurantes se le sumaron los gimnasios, trabajadores independientes y propietarios de canchas de fútbol 5, entre otros rubros, quienes se manifestaron por la situación económica desesperante que atraviesan desde hace meses.
Tras récord de contagios, Manzur cierra la gastronomÃa y estallan las protestas
Es que a pesar de la apertura que tuvo Rosario desde junio, con casi todas las actividades habilitadas, la curva ascendente de contagios en la región obligó al gobernador a ensayar medidas intermedias al cierre total y este viernes dispuso la reducción horaria para la circulación a partir de las 19.30, que para el sector gastronómico fue un duro golpe ya que les impide trabajar en el turno de mayor concurrencia.
De hecho, hace algunas semanas que los dueños de establecimientos gastronómicos venÃan reclamando la posibilidad de extender el horario de las 23 horas para poder garantizar el recambio de la noche. Por ahora no ocurrirá.
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No fueron capaces de ajustarse el sueldo ni siquiera simbólicamente, aunque sea un 10%, teniendo en cuenta que el grueso de los empleados estatales se están rascando en su casa hace meses...
Los comerciantes se están fundiendo después de 5 meses de vender casi cero y con casi los mismos costos, cómo no van a estar calientes???