En el Salón Roosevelt de la Casa Blanca, Joe Biden estuvo acompañado a su derecha por el secretario de Estado, Antony Blinken, y a su izquierda por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. En el caso de México, el presidente López Obrador tuvo a su derecha al canciller Marcelo Ebrard y a su izquierda a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad.

Como anticipó LPO, la reunión ya había sido armada de tal forma que se evitara cualquier tipo de roces. Por eso temas espinosos como la reciente reforma del gobierno en materia de cooperación en seguridad -que obliga a las agencias de Estados Unidos a informar los datos de cada agente que ingresa a México- quedó afuera de la agenda.

También la reforma eléctrica de AMLO, que básicamente intenta favorecer a la energía creada por la CFE, y desplaza del negocio a las empresas que generan energías limpias, como la eólica o la solar. Para todos estos temas habrá tiempo, el asunto central era establecer un diálogo más amistoso.

"Otra vez se equivocaron los expertos como Castañeda y compañía. No hubo ninguna queja por la reforma eléctrica como advirtieron, tampoco por la DEA. Fue un diálogo amistoso para empezar a construir en temas como migración, desarrollo regional y cambio climático", explicó a esta redacción uno de los participantes.

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De acuerdo con el comunicado conjunto, durante el encuentro virtual de los presidentes de México y Estados Unidos se llegó a tres grandes acuerdos fundamentales para la cooperación bilateral: en materia de migración, para la respuesta y recuperación de la pandemia de Covid-19, y contra el cambio climático.

"A partir de su positiva conversación del pasado 22 de enero, los dos presidentes reafirmaron la profunda asociación entre ambos países, basada en el respeto mutuo y en el extraordinario vínculo familiar y de amistad que nos une", se lee en el comunicado. Más tarde, la Presidencia de la República difundió el video de la llamada diplomática.

"La historia es larga y complicada. No siempre fuimos los mejores vecinos. Sin embargo, como comprobamos en muchísimas oportunidades, avanzamos cuando cooperamos y gozamos de más seguridad cuando trabajamos juntos", dijo el presidente Joe Biden al recordar que lleva consigo el rosario de su hijo fallecido, Beau, y al busto del activista César Chávez, líder de los mexico-americanos, que tiene su escritorio de la Oficina Oval.

Por su parte, el presidente López Obrador aprovechó las palabras del mandatario estadounidense para recitar la célebre frase que se le atribuye Porfirio Díaz: "Pobre México, tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos. Yo ahora puedo decir: bendito México, tan cerca de dios y no tan lejos de Estados Unidos".

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"Inicio agradeciéndole la confesión sobre su devoción por la Virgen de Guadalupe -agregó el presidente López Obrador-, los mexicanos respetamos admiramos dos símbolos, podrían ser distintos, pero eso así mismo demuestra la pluralidad: son precisamente la Virgen de Guadalupe y el presidente Benito Juárez, el mejor presidente de México".

Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, y Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Biden para seguridad interna.

Destaca la aparición del tercer punto del comunicado, un tema que no se había confirmado ni en Palacio Nacional ni en la Casa Blanca. "Los dos presidentes destacaron la importancia de enfrentar la crisis climática y acordaron explorar áreas de cooperación. Los líderes reconocieron los beneficios de reducir los contaminantes climáticos de corta duración, así como la necesidad de promover la eficiencia energética".

"Además, discutieron maneras de trabajar juntos en aras de alcanzar un resultado exitoso en la Cumbre de Líderes sobre Cambio Climático organizada por los Estados Unidos y a celebrarse el 22 de abril de este año", agrega la comunicación conjunta. "También destacaron la importancia de combatir la corrupción y de cooperar en materia de seguridad".

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Fuentes en Palacio Nacional confirmaron a LPO el ánimo de celebración en el recinto, pues la molestia en Estados Unidos por la regulación en México de las agencias fronterizas (en particular de la DEA y su actuación en el caso Salvador Cienfuegos) había prendido algunas alarmas en la diplomacia mexicana. El tema no se trató y tampoco la ley eléctrica de la 4T, ambos asuntos en los que la oposición insistió que se haría un balance contra México durante la presente llamada debido a la puesta en vigor de T-MEC.