El estado venezolano de Apure se ha convertido en un foco de conflicto entre las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) y un grupo disidente del grupo revolucionario de las FARC denominado frente "Diez".  Los enfrentamientos comenzaron a mediados de marzo pero se intensificaron durante el fin de semana por las razones no quedan del todo claras. 

El gobierno de Nicolás Maduro acusa al colombiano Ivan Duque de permitir el tráfico de drogas. El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, planteó que "el fenómeno de grupos armados irregulares, dedicados a actividades ilegales y vinculados a las mafias del narcotráfico, forma parte de un conflicto que nos es ajeno y que el actual Gobierno de Colombia consiente y exporta de manera irresponsable". 

La cooperación entre los estados se torna imposible debido a que Duque no reconoce al gobierno como legitimo y Maduro considera a Duque como uno de los principales enemigos de su administración. 

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LPO conversó con Andrei Serbin Point, director de CRIES y especialista en Defensa quien sostuvo que "estos combates se vienen desarrollando hace dos semanas con un despliegue muy grande las FANB con cerca de 2 mil soldados, blindados, helicópteros, fuerzas especiales y paracaidistas". "Hace meses que se vienen dando choques entre grupos estatales y paraestatales con las guerrilla", añadió.

Hay un cambio en la retórica de las Fuerzas Armadas que dejaron atrás la idea del imperialismo y empezaron a barajar la cuestión del enemigo interno para reforzar la seguridad interior. Esto se combina con entrenamientos con asistencia rusa a unidades especiales antiterrorismo.

Serbin Point plantó que "hay un cambio en la retórica de las Fuerzas Armadas que dejaron atrás la idea del imperialismo y empezaron a barajar la cuestión del enemigo interno para reforzar la seguridad interior. Esto se combina con entrenamientos con asistencia rusa a unidades especiales antiterrorismo".

Soldados de la Guardia Nacional de Venezuela en la frontera con Colombia.

AP

"Las FANB muestra enormes dificultades operativas y hay que sumar a la nefasta Fuerza de Acciones Especiales con saqueos, abusos y falsos positivos", añadió el especialista.  

Las FANB parecen no estar tan dispuestas a aceptar que otros actores militares operen con libertad en una región que históricamente había estado bajo su control. Esto también tiene mucho que ver con el cambio de dirección ideológica del gobierno de Maduro, que ahora persigue a actores de la izquierda marxista.

Los enfrentamientos comenzaron el 22 de marzo pero tuvo su episodio de mayor gravedad durante el fin de semana luego de una detonación, aparentemente por error,  que mató un cabo, un teniente coronel y otras 8 personas. 

El analista venezolano Lauren Caballero dijo a LPO que "es una situación compleja y confusa. Para analizarlo con cierto equilibrio hay que partir de la aquiescencia que el gobierno de Hugo Chávez le dio a las FARC, posiblemente de manera no formal con declaraciones y discursos, para que llevasen a cabo operaciones con cierta libertad en algunos sectores fronterizos de Venezuela". 

"Ese permiso parece estar llegando a su fin por estos días. La situación ha cambiado drásticamente y la FANB parece no estar tan dispuesta como en el pasado a aceptar que otros actores militares operen con libertad en una región que históricamente había estado bajo el control relativo del ejército venezolano. Esto también tiene mucho que ver, según lo veo, con el aparente cambio de dirección ideológica del propio gobierno de Maduro (expulsaron a los comunistas de su coalición de gobierno) y han perseguido a actores de la izquierda marxista", agregó. 

Ivan Marquez, ex negociador de los acuerdos de paz y actual líder de una facción de las FARC.

A su vez, el analista destacó que "esa complacencia discursiva del gobierno de Chávez para con las FARC-EP, pudo también responder a la idea de que la guerrilla debilitaba al Estado colombiano. Hay que recordar que por aquél entonces las relaciones bilaterales eran bastante conflictivas, siendo el presidente de Colombia Álvaro Uribe y Chávez el de Venezuela".

En este marco, lo que se desprende de la situación son varias hipótesis. La primera tiene que ver con la interna de las FARC por el control de las rutas del narcotráfico entre el grupo "Diez" y el sector de los ex negociadores de los acuerdos de paz Ivan Marquez y Jesus Santric que cuentan con el apoyo de Maduro. Una  aclaración importante es que las FARC que volvió a la actividad guerrillera se alejó de la conducción de Rodrigo Londoño que dejó las armas para volver a la vida civil e incorporarse al sistema político colombiano. 

Las operaciones tienen como objetivo un acercamiento potencial con el gobierno de Colombia para llevar a cabo operaciones conjuntas contra la guerrilla disidente. Recordar que Maduro es uno de los firmantes del Acuerdo de Paz.

La otra posibilidad es que la FANB está regresando a su tesis de seguridad nacional anterior a la llegada del chavismo  que consistía en prepararse para un conflicto con Colombia o Guyana con quien mantiene un conflicto por la soberanía de Esequibo. 

 Para Lauren Caballero, "las operaciones tienen como objetivo un acercamiento potencial con el gobierno de Colombia para llevar a cabo operaciones conjuntas contra la guerrilla disidente. Recordar que Maduro es uno de los firmantes del Acuerdo de Paz". 

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Por último , Andrei Serbin Point, señaló que "como suele ocurrir en este tipo de fronteras, todos están involucrados en actividades ilícitas, desde extorsión local hasta cosas mas pesadas como trafico de bienes, armas o personas". 

De esta forma, Apure quedó como epicentro de un ajedrez político muy peligroso en el que conviven numerosos grupos armados ilegales que forzó el exilio de 4.000 personas que llegaron de Apure a Arauquita (Arauca) huyendo del conflicto mientras las acusaciones cruzadas entre los gobierno continúa.