Los resultados de la gira del ministro de EconomÃa por Europa dejaron al equipo técnico satisfecho por la profundidad del diálogo con todos los interlocutores, en especial con el representante del Club de ParÃs y director general del Tesoro francés, Emmanuel Moulin.
MartÃn Guzmán y Sergio Chodos le expusieron los motivos por los cuales Argentina no podrÃa cancelar los 2.400 millones de dólares que se le deben sin comprometer el proceso de estabilización macroeconómica. Pero también describieron los problemas de entrar en un default para poder cerrar el acuerdo con el FMI.
"Entendieron que no responde a sus intereses que Argentina comprometa la estabilización con un pago que haga caer las reservas y también que no responde a sus intereses que entre en default", dijo una fuente consultada.
Sin embargo, las negociaciones para refinanciar la deuda no van a ser factibles hasta tanto la Argentina tenga un acuerdo cerrado con el Fondo Monetario Internacional. Esto no quiere decir que se suspenda el diálogo, sino que la reestructuración del pago no va a darse antes de la fecha de vencimiento del crédito, a fines de mayo. En cambio, la solución podrÃa pasar por hallar un punto intermedio entre el pago y el impago que permita dilatar la formalización del default hasta tanto se llegue a un acuerdo con el FMI.
No obstante, resta el problema de los punitorios del acuerdo al que arribó Kicillof y que, en el entorno de Guzmán califican de "exorbitantes". En efecto, los punitorios son mayores que el saldo adeudado.
Este "entendimiento" no fue exclusivo del presidente del Club de ParÃs, sino que fue común -con distinto grado de permeabilidad- a todos los ministros de EconomÃa y Finanzas de la gira europea, aseguraron a este medio. Sin embargo, hasta el momento ninguno de ellos hizo declaraciones públicas de apoyo explÃcito a la estrategia de Guzmán ni con el Club de ParÃs ni con el Fondo Monetario.
De esta forma, los funcionarios volverán a la Argentina sin una solución concreta, sino con un acercamiento de posiciones. Tanto respecto de la deuda con el Club de ParÃs, como asà también respecto de un cambio en la polÃtica de sobretasas que cobra el FMI a los parÃs que tuvieron un préstamo muy superior a su cuota. "Es un problema de arquitectura financiera que hoy afecta más a la Argentina, pero que no es un problema exclusivamente para Argentina y creemos que cada vez hay más espacio para ese debate", agregaron.
Como adelantó este medio, Guzmán lo que busca es negociar en un contexto en el que haya mejores condiciones de la aquitectura financiera internacional para un acuerdo con el FMI.
En este sentido, la fuente consultada confirmó que el acuerdo con el Fondo -condición necesaria para la reestructuración de los vencimientos con el Club de ParÃs- tampoco es muy cercano en el tiempo. De esta forma, desmintió las aseveraciones del director del organismo para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, respecto de que las negociaciones estén tan avanzadas que solo dependa del sà del gobierno para cerrarlo.
"Werner no forma parte de las negociaciones, que si bien están avanzadas y hubo acuerdo en muchos temas, no están cerradas porque hay otros puntos que tratar antes. E incluso después de que se terminen todas las negociaciones técnicas, viene el debate parlamentario en el Congreso porque tiene que ser con el respaldo de la sociedad; y, si el Congreso lo aprueba, después resta que lo apruebe la Junta de Directores del FMI. No es algo que sale rápido en el corto plazo".
Cabe recordar, que precisamente por las limitaciones en lo que se puede negociar con el staff del Fondo -a lo sumo 10 años de plazo con 3% de interés anual en dólares de sobrecargo por encima de la tasa del Fondo- fue que Guzmán resolvió no seguir negociando con el staff y cambiar de estrategia: buscar el apoyo del G7 para modificar la polÃtica de sobretasas del Fondo.
En la agenda con los ministros también entraron otros tópicos como las formas de mejorar la asignación de los DEGs para que no se repita el error de 2009 de no darles uso pleno para combatir la crisis global. En este punto, la propuesta de Guzmán de darles mayor libertad a las economÃas emergentes y no limitarlo solo a los paÃses pobres tuvo respuestas disÃmiles. Desde paÃses que proponen que se asignen con criterios ambientalistas, a los que respaldan que sea solo para los paÃses pobres -incluso si el 60% de los pobres del mundo vive en paÃses de ingresos medios- y otros que no lo volcarÃan a sus economÃas para evitar un excedente en el circulante.
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Ahora gestión cadete, cuanto le reconoceran?