India se convirtió en el epicentro global de la pandemia del coronavirus luego de aumento exponencial de casos que alcanzaron los 350.000 casos diarios, tres mil muertos por día y casi 6 millones en solo una semana.
Desde el inicio de la pandemia, los casos de coronavirus fueron aumentando hasta llegar a un pico de casi 100 mil casos diarios en el mes de septiembre de 2020 pero luego la curva comenzó a caer hasta llegar a menos de 15 mil casos por día hasta marzo de este año, en una población de 1370 millones de habitantes (dos tercios de ellos en la informalidad) y un tercio de la población mundial.
Así se fueron habilitando nuevas medidas de apertura que permitieron la celebración de fiestas religiosas -que pueden llegar a aglomerar a 25 millones de personas-, actos y reuniones políticas por elecciones en algunos estados y la reapertura de lugares públicos que estaban cerrados. Esto disparó los contagios que ponen el país asiático al borde del colapso, sin oxígeno y con cremaciones realizadas en las calles.
Pero India no es cualquier país. Se trata de una potencia en la industria farmacéutica y un jugador clave en el proceso de vacunación de todo el mundo que cuenta con acuerdos estratégicos con Estados Unidos, Reino Unido y está fabricando su propia vacuna.
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En este marco, el interrogante es que lleva a una potencia en la materia como India a sufrir un colapso de estas magnitudes.
LPO conversó Sabrina Olivera, doctora en Relaciones Internacionales, especializada en temas de India, quien explicó que "estos números, que son récord a nivel mundial, ponen de manifiesto que India bajó la guardia ante los pocos casos que había hasta el mes pasado. En efecto, en 3 días, sumó un millón de contagios, totalizando 17 millones de contagiados desde el inicio de la pandemia y 198 mil muertos".
"Las cifras deben ser consideradas a escala india en términos de la cantidad de población, pero ello no implica que el número no haya provocado un colapso sanitario. Además, ciertos grupos alegan una subestimación de esos registros y entienden que los casos reales pueden ser hasta 5 veces más", agregó.
Por otra parte, el doctor en economía e investigador, Manuel Gonzalo, planteó que "hay que tener en cuenta la heterogeneidad estructural del país, por un lado es el más afectado en esta nueva ola y al mismo tiempo es top 3 en industria farmacéutica. La escala de India y las capacidades acumuladas luego de su independencia le permiten ser competitivos en el sector farmacéutico y jugar en términos internacionales. Sin embargo, de ahí al proceso de vacunación al interior del país es otro pasaje, que lo que aún no se está logrando".
"Hay que ver todavía las causas del colapso pero gira en torno al relajamiento, el hacinamiento y las nuevas variantes del virus que contagian mas y afectan a la población joven y un bajo porcentaje de vacunación", añadió Gonzalo.
El rol de India en el escenario internacional es determinante y se expresa en varias escalas. En primer lugar, es un aliado estratégico de Estados Unidos y Reino Unido en este momento de inmunización. En el caso del vinculo con la Washington, India es un pilar fundamental para la diplomacia sanitaria que Biden quiere llevar a cabo para frenar la influencia de China y Rusia.
Esto consta de dos aspectos: la distribución de dosis que EEUU no utiliza (como la de AstraZeneca que podría recibir Argentina) y la incorporación de la vacuna Covaxin, de producción india, en la región. La prueba piloto de esta estrategia es Paraguay que ya recibió 100 mil dosis, en una escasez de dosis que tal como contó LPO, llevó a la dirigencia paraguaya a preguntarse sino habría que romper con Taiwan para establecer relaciones con China y acceder a las vacunas de ese otro gigante.
A su vez, India trabaja en conjunto con Reino Unido y Oxford-AstraZeneca en la Covishield que sirve para diversificar la producción y de la cual Argentina recibió más de 500 mil dosis.
Por último, el país asiático también cumple en rol en la comunidad internacional en el sistema Covax, impulsado por la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas para distribuir vacunas a los países más vulnerables. La crisis sanitaria produjo una merma de 90 millones de dosis entre marzo y abril.
En ese aspecto, Olivera dijo que "por más que India sea un país productor de genéricos, la pandemia y sobre todo esta nueva ola de contagios demostró el desafío que consiste en vacunar a la mayor cantidad posible, en el menor tiempo posible. Es una carrera contra el virus de trayectoria imprevisible, en un sistema de salud que ya de por sí era deficiente y en una población de 1370 millones de habitantes. Es una tarea titánica".
Gonzalo señaló que "India y el Índico tienen un rol central en el tablero geopolítico, para balancear el poder de China, pero también como mercado, repositorio de capacidades y productor de vacunas. El peso es mucho más fuerte que Argentina o Brasil".
La relevancia de India hizo que todas las potencias y los organismos multilaterales comenzaran a pensar soluciones. Estados Unidos prometió ayuda urgente y el envío de componentes químicos para fabricar medicamentos al Instituto Serum, el mayor productor de vacunas del mundo y donde se fabrica la fórmula de AstraZeneca en India.
El Reino Unido también prometió el envío de asistencia respiratoria y los estados miembros de la UE se suman a la ayuda internacional. "Estamos trabajando a toda velocidad para llevar plantas productoras de oxígeno. Toda Europa trabaja en ello, en hacer todo lo posible para ayudar a la India ", declaró la canciller Angela Merkel.
Sobre la rápida reacción internacional, Olivera señaló que "al inicio de la pandemia, por ser un país productor de genéricos, India fue reconocida por la venta de medicamentos a las potencias. Recordemos que en un primer momento se creyó que la hidroxicloroquina era un medicamento fundamental para el tratamiento del virus y, por ejemplo Estados Unidos fue uno de los primeros países en comprar dicho insumo".
"Esto es retribuido ahora por la administración de Biden y por otros países centrales para colaborar con asistencias. Seguramente esto tenga como trasfondo la necesidad imperiosa de controlar el virus y sus mutaciones, pero también serán favores a cobrar en un futuro. A todos les interesa que India sea el contrapeso de China en la región y si queda muy afectada por la pandemia, la brecha entre los dos países -que ya era significativa- se profundizará", destacó la especialista.
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El gobierno argentino mira con preocupación la situación de la democracia más grande del mundo. Argentina e India celebraron un acuerdo que se efectivizó en febrero de este año con la llegada de 580 mil dosis de la vacuna Covishield producida por el Serum Institute of India y que emplea la tecnología de Oxford - Astrazeneca.
Además, se iniciaron negociaciones con el Bharat Institute de India para acceder a la Covaxin. Tanto la Covishield como la Covaxin han demostrado que, luego de la primera dosis, la posibilidad de dar positivo son muy bajas -del orden del 0.04%-. Una eventual prohibición de la exportación de parte de India por su situación de catástrofe sanitaria, dejaría a la Argentina sin esas dosis.
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Cuando los laboratorios estadounidenses como Pfizer se cerraron y vinieron con pedidos imposibles (a pesar del generoso aporte hecho por el país en los ensayos clínicos de su vacuna), Argentina se volcó a negociar con Rusia y China. Así, fue de los primeros países de la región en conseguir vacunas a gran escala. Esas negociaciones fueron posibles por los contactos internacionales del kirchnerismo, que según la gestión anterior "está aislado del mundo". En este contexto, y atento al contenido de esta nota y del citado párrafo, haber ido a negociar con Rusia y China fue un acierto total. Gracias por dejarlo tan claro en el artículo.
"Una eventual prohibición de la exportación de parte de India por su situación de catástrofe sanitaria, dejaría a la Argentina sin esas dosis"
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