La foto de Cristina Kirchner con Alberto Fernández lejos estuvo de eliminar la tensión con el ministro de Hacienda, MartÃn Guzmán. Este jueves, la comisión de Presupuesto del Senado dictaminará un proyecto de declaración que le solicita invertir en gastos vinculados a la pandemia los 4.350 millones de dólares que enviará el Fondo Monetario Internacional (FMI) como Derechos Especiales de Giro (DEG), anticipado por LPO.
El aporte surge de un desembolso de 650 mil millones de dólares que el organismo hará entre sus miembros para paliar la crisis económica generada por efectos de la pandemia, distribuidos según la cuota accionaria de cada paÃs.
Y como el Gobierno tiene vencimientos con el FMI casi por la misma cifra en los últimos meses del año, en su proyecto de declaración un grupo de senadores del Frente de Todos liderados por Oscar Parrilli piden que los DEG no se usen para cancelar esas cuotas y se continúe la negociación para estirar los plazos, como planteó Cristina Kirchner en el acto del 24 de marzo.
Los senadores le exigen a Guzmán gastar en la pandemia los USD 4.350 millones que girará el FMI
También piden que el dinero no se use para cancelar pagos con el Club de ParÃs, cuyos paÃses acreedores solicitan antes cerrar el acuerdo con el FMI que la vicepresidenta considera inapropiado, si no siguen sus consejos de estirar plazos y bajar tasas de interés.
El tratamiento del proyecto será coordinado por Carlos Caserio y bien podrÃa haber quedado en el olvido para ceñirse a un mensaje polÃtico. El debate girará en torno a la gestión Guzmán con crÃticas elÃpticas del kirchnerismo, que el viernes lo enfrentó para evitar la salida del subsecretario de EnergÃa, Federico Basualdo.
Y condiciona además su reciente gira por Europa para reunir apoyos en la negociación con el FMI como también la que iniciará con el presidente en una semana. Pero no es la primera vez que la vice le marca la cancha en estos temas.
En noviembre, durante el debate de un proyecto de ley que facultaba al Congreso a supervisar la deuda, instruyó a sus senadores a incluir una prohibición de usar en gastos corrientes fondos provenientes de empréstitos en dólares.
Clausuró asà cualquier posibilidad de recibir un embolso del FMI que sirva para pagar vencimientos y engrosar las reservas y financiar el déficit fiscal. A fin de año, la negociación con el organismo la llevó a cabo el entonces secretario de Finanzas Diego Baustorre.
Su pliego sigue escondido en la Comisión de Acuerdos del Senado, que preside la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti y tampoco trató el del presidente de la autoridad monetaria Miguel Pesce y el resto del directorio.
Con esta declaración, Cristina no sólo le marca la cancha a Guzmán de la negociación con el FMI sino también en su pretensión de bajar el déficit fiscal, expresada cuando presentó el presupuesto de este año, en la que pareció criticar sus gestiones presidenciales cuando pidió volver al orden contable que rigió hasta 2009.
Es que no sólo pide que los DEG no vallan a deuda, sino que les otorga un destino diferente al de tapar agujeros fiscales. De hecho, esta semana el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Andrés Larroque, reclamó la vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), excluido del presupuesto de este año por orden de Guzmán. La plata del FMI puede ser útil para recuperarlo.
