Este jueves se cumplió un año del inicio de las sesiones remotas en ambas Cámaras del Congreso y el balance es cuanto menos sorprendente: la modalidad remota permitió un récord de trabajo en comisiones, aprobación de las leyes y una participación casi perfecta de los legisladores.
"Debemos transitar el camino de la innovación y la modernización del parlamento como instrumento de la democracia. Adaptar la democracia al Siglo 21, porque la tecnologÃa vino para quedarse y ser parte de nuestra vida. Somos contemporáneos a la revolución de la tecnologÃa y la información, y la representación de la gente no puede estar ajena o negarse a ese hecho", sostuvo Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, que debió trajinar en abril de 2020 para lograr que la oposición aceptara las sesiones remotas.
Cristina Kirchner también dirimió con Cambiemos para llegar a un acuerdo y se basó en la letra fina de una declaración de certeza de la Corte Suprema de Justicia para habilitar el zoom y renovarlo una y otra vez. La última fue este jueves, en su primer aniversario.
Las sesiones remotas fueron posible por la aplicación del software que permitieron a los legisladores conectarse a un sistema VPN desde cualquier lugar con internet, sesionar y votar por zoom. Sus caras intercalaron en pantallas Led ubicadas en los recintos, convertidas en una postal habitual de cada reunión.
Según un estudio del CIPPEC (Centro de Implementación de PolÃticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), durante 2020, a excepción de República Dominicana, todos los paÃses de América Latina sesionaron por internet y si bien muchos legisladores dicen haber extrañado el cara a cara, la mayorÃa reconoce que la actividad en comisiones mejoró, les permitió aumentar su labor legislativa y casi ninguno tiene ahora problemas técnicos para sesionar.
"Junto a Massa asumimos el compromiso de poner la tecnologÃa como puente, modernizar y federalizar el Congreso, haciéndolo más accesible para los ciudadanos y más eficiente como cuerpo legislativo. Este ha sido uno de los años más productivos de la historia del Congreso y nos marca el camino a seguir. Un camino de modernización, diálogo y transparencia". ", consideró Juan Manuel Cheppi, secretario general de la Cámara baja.
Los números hablan por sà mismos: entre Diputados y Senadores, las comisiones superaron las 500, sin contar con las informativas, que se hicieron muy habituales por la facilidad de los funcionarios de exponer en teleconferencia.
Según el jefe del bloque oficialista del Senado José Mayans, en esa Cámara hubo 200 reuniones de comisión remotas; mientras que el Cippec registró hasta el 10 de febrero 235 en Diputados, más 85 informativas, una actividad sin precedentes.
El aumento se debe a que fue habitual que hubiera reuniones los cinco dÃas de la semana a cualquier horario, mientras que en la época de reuniones presenciales se concentraban los martes y miércoles. Luego los legisladores volvÃan a sus provincias.
"Además, la virtualidad permitió la asistencia desde cualquier lugar, lo cual puede tener un correlato positivo sobre el presentismo", señala el informe al que accedió LPO. Destacan, además, que no hubo ninguna convocatoria a comisión que se cancelara por falta de quórum, muy habitual los años anteriores, cuando ante una suspensión de vuelos debÃan suspenderse por riesgo a perder el quórum.
Manuel Cotado, director de Modernización de la Cámara baja, sostuvo que "muchos de los cambios más importantes pasan por la utilización tecnologÃa para favorecer e impulsar el funcionamiento parlamentario en un momento clave".
"Logramos desarrollar y mantener un esquema de funcionamiento con gran actividad gracias al acuerdo polÃtico entre los bloques, al compromiso técnico de los equipos de la Cámara y al trabajo de capacitación y asistencia continua", resaltó.
Además de récord de comisiones, Diputados tuvo 18 sesiones virtuales mixtas (con algunos diputados en sus bancas y otros por zoom); y se presentaron 1787 proyectos de ley, 1853 proyectos de resolución y 966 proyectos de declaración vÃa email y con firma digital, que estaba autorizada hacÃa cuatro años pero casi no se usaba.
Se sancionaron 70 proyecto de ley y prácticamente no hubo ausencias en sesiones, lo que puede sonar a poco por la posibilidad de votar por zoom, pero para llegar a esa situación se necesita al menos conectarse a los tramos centrales de los debates.
Los números del Senado son también para destacar: en 2020 se llevaron adelante más de 30 sesiones, el mayor número de los últimos 13 años. También se hizo habitual sesiones y comisiones cualquier dÃa de la semana, casi imposible en otros tiempos.
"Todo ello en el marco del cumplimiento de los más estrictos protocolos sanitarios de cuidado y prevención, diseñados según las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, que permitieron el efectivo desarrollo de la labor parlamentaria y la disposición de un esquema de cobertura especial para el personal de prensa", destacaron en la Cámara alta, donde el protocolo se prorrogó por dos meses más.
En Diputados persiste sólo para quienes tengan problemas de salud, mientras que en Diputados la firma del dictamen está sujeta a la voluntad del presidente y el vice de cada comisión. Las informativas pueden hacerse sin lÃmites. Y suele haber muchas.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Menos mal que los legisladores del macrismo insistieron tanto en que se cerraba el parlamento para instaurar una infectadura que gobernara por decreto con la excusa de la pandemia y que ahora insisten tanto con la presencialidad sin argumentar por qué es imprescindible y cuáles son los problemas con esta modalidad.