Senadores y diputados de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires rechazaron el cierre de las exportaciones de carnes que dispuso anoche Alberto Fernández. Lo hicieron a través de proyectos presentados en la Legislatura bonaerense.

En el Senado, presentaron un proyecto de declaración que plantea el repudio y una profunda preocupación por lo dispuesto por el gobierno. Los senadores de Cambiemos entienden que la medida compromete gravemente la producción ganadera, el abastecimiento de carne y el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos.

"Es una medida tremendamente desacertada, como fue también la del cierre de las exportaciones de maíz a principio de año. Son demostraciones del poco conocimiento sobre el mercado agrícola ganadero y los plazos de producción que requieren. Buscan solucionar la inflación con medidas que no son efectivas", aseguró el senador David Hirtz.

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En los fundamentos del texto, los senadores aseguran que la intervención del mercado ganadero en la década anterior a 2015 causó, entre otros efectos: la pérdida de 10 millones de cabezas de ganado, el cierre de 130 frigoríficos, la caída del 75% de las exportaciones y un aumento del 200% del precio de la carne al público, con la consecuente caída del 20% del consumo per cápita de carne.

En tanto, en la Cámara Baja también Cambiemos avanzó con dos proyectos legislativos que rechazan el cierre de las exportaciones de carne. "Ese tipo de decisiones intempestivas ya fracasaron, y lo único que hacen es poner en peligro los mercados", aseguraron los diputados en un comunicado.

Las iniciativas fueron presentadas por los diputados Emiliano Balbín y Susana Lázzari, quien preside la comisión de Comercio Exterior, y acompañados por sus pares de bancada. "Este tipo de decisiones, intempestivas no hace más que poner en peligro los mercados, generar mayor incertidumbre en la sociedad. Estas medidas ya mostraron la ineficacia y su rotundo fracaso en términos económicos y sociales", agregaron.

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Además, el jefe de la bancada de Cambiemos en Diputados, Maximiliano Abad, dijo que "el sector agropecuario se declaró en alerta por la muy mala experiencia anterior". Según argumentó, las estadísticas demuestran que entre 2006 y 2015, cuando estuvieron vigentes los llamados Registros de Operaciones de Exportación (ROE), los cuales fueron en rigor de verdad permisos, cuotas y no solo un mero registro, el objetivo buscado fue bajar los precios internos de la carne. Pero eso, no ocurrió: entre enero de 2006 y diciembre de 2011 el precio de la carne subió 300%, mientras que la inflación del país en el mismo periodo (según INDEC e Inflación Verdadera), fue del 200%".

En tanto, el diputado Alex Campbell dijo que esta medida generará "consecuencias muy graves como la pérdida de mano de obra, cierre de frigoríficos, perdida de productores ganaderos, pérdida de divisas para el país, pérdida de mercados ganaderos existentes, pérdida de confianza por parte de compradores de carne, pérdida de mercados potenciales de alto poder adquisitivo, pérdida de inversiones de parte de toda la cadena ganadera, pérdida de potenciales nuevos empleos, pérdida del stock ganadero, merma en la producción de carne del país, merma en el consumo per cápita de los habitantes de Argentina, y fuerte aumento en el precio de la carne al consumidor".