El condimento relevante que tendrán en Córdoba las elecciones legislativas de este año está en el arco peronista y la división que afrontarán el schiarettismo y el albertismo en el territorio mediterráneo.
Por un lado, la lista que impulsa el gobernador Juan Schiaretti llevará a la diputada nacional Alejandra Vigo liderando el tramo al Senado; mientras que, desde Casa Rosada, el alfil para retener la banca que le responde en la Cámara alta a los despachos de Balcarce 50, está en la continuidad del senador Carlos Caserio.
Sin embargo, ante el favoritismo que vienen marcando en las encuestas los candidatos de Juntos por el Cambio, la pelea por el escaño restante en el Senado es la clave para entender qué se juega en el peronismo cordobés.
"Está en juego no solo la banca al Senado. Esta pelea define, además del poder del PJ Capital que en la ciudad hoy lidera Vigo, también la sucesión provincial en 2023. El que no entienda eso, no conoce la dinámica del peronismo cordobés", reconoció a LPO una importante fuente del PJ en Córdoba.
Este análisis con el que coinciden varios, motorizó el regreso de Vigo a la actividad tras la operación de su esposo, el gobernador Juan Schiaretti. El mandatario provincial fue sometido a una cirugÃa hace casi dos semanas, y mientras continúa con su reposo postoperatorio, la diputada alternó por estos dÃas la actividad pública, la gestión y las reuniones con su mesa chica; después de varias participaciones que habÃa tenido al lado de Schiaretti previo a la cirugÃa del titular del Panal.
La reaparición coincidió con los números de algunas encuestas que empezaron a llegar al Centro CÃvico, donde se mostró lo ajustado de las diferencias entre la lista schiarettista y la del Frente de Todos. De hecho, en el propio peronismo que le responde a Schiaretti reconocen que por el momento la diputada no perfora el techo de los 17 puntos, e incluso, apuntan a que, en algunos relevamientos, la polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo es tal, que relega la lista schiarettista a un peligroso tercer lugar.
Esto, sumado a los Ãndices de desconocimiento de la diputada nacional en el interior provincial, originaron la chance de sumar la figura del vicegobernador Manuel Calvo como compañero en ese tramo de la boleta. Porque, entienden algunos, hay números en términos de imagen del titular de la Unicameral, que muestran cierto optimismo en el último tiempo.
Sin embargo, en el Centro CÃvico también observaron de reojo un borrador que llegó con una probable lista del Frente de Todos, donde en el tramo al Senado están Caserio y Estévez, y para encabezar Diputados la apuesta es MartÃn Gill, el intendente de Villa MarÃa en uso de licencia y cargo de la SecretarÃa de Obras Públicas de la Nación. Detrás de él, Olga Riutort, MartÃn Fresneda y actores del sindicalismo, como el titular del gremio docente, Uepc, Juan Monserrat; y la referente de los Gráficos, Ilda Bustos.
Con esa nómina, el FdT supera por algunos puntos (17 a 15) a la del schiarettismo. Y es eso lo que genera preocupación.
No obstante, el arribo de Gill a esa boleta es lo que observan muchos en el peronismo cordobés. El villamariense puede seguir en el Ejecutivo nacional por el pedido expreso de Schiaretti a su ministro de Industria, el exintendente de Villa MarÃa y rival polÃtico de Gill, Eduardo Accastello. Los concejales que responden al integrante del gabinete schiarettista le dieron el aval a la continuidad de Gill en Nación, pero si juega en la lista de Caserio, nadie descarta que Schiaretti decida poner a Accastello o a Nora Bedano (también del departamento San MartÃn) en la boleta de Hacemos por Córdoba para generar el clásico contrapeso.
En tanto, y volviendo a la preocupación en el PJ de Córdoba Capital, un conocedor de ese microclima reconoció a LPO que "hay varias diferencias en distintos sectores del peronismo en la ciudad. Muchas internas que parecÃan, iban a esperar, se están viendo ahora entre los que empezaron a mirar el 2023".
Por lo pronto, Vigo retomó la agenda con Lideresas, el programa con agenda de género que conformó esta semana su mesa ejecutiva y se blindó con dirigentes que responden a su espacio. Pero, además, disertó en el Foro Mundial del Desarrollo Económico Global, mientras baraja nombres para que sean sus jefes de campaña. Y aquÃ, las variantes son dos: un dirigente del viguismo, como el diputado Paulo Cassinerio; o el ministro de Desarrollo Social, el schiarettista Carlos Massei.
Por último, y sobre las chances de una declinación de la candidatura por parte de Vigo, en el PJ cordobés lo consideran poco probable. "SerÃa adelantar todo dos años y generarÃa aún más tensiones en el peronismo de la ciudad", aseguran. Aunque existen otros que sostienen que hay que esperar un tiempo más para ver hasta dónde se expone el schiarettismo.
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como lider de una posición política, no existe, y por lo tanto no existe el albertismo
qué bueno que el falso peronismo de schiaretti no caiga en los mismos vicios del kirchnerismo de copar los cargos con amigos y familiares como hizo nestor con cristina y ella con maximo.
Aunque ganemos solo un diputado, sera mejor que depender de los diputados del macrista Schiaretti.