Los clubes grandes del fútbol argentino buscan aprovechar la salida de Marcelo Tinelli para correr a sus vástagos del manejo de la liga profesional, que controla una caja multimillonaria.

"Hoy no estoy pensando en ser presidente de AFA", admitió Tinelli este fin de semana a Radio Mitre. Pese a que, como explicó LPO, el conductor se hizo a un lado para dedicarse al Bailando, todavía sigue controlando al torneo local a través de su mano derecha y principal operador, Eduardo Spinosa.

Spinosa es el ex presidente de Banfield, club al que sigue manejando en las sombras porque su titular, Lucía Barbuto, se encuentra de licencia por maternidad. La mano derecha de Tinelli tiene fuertes vínculos con el mundo empresario. En especial con el uruguayo Paco Casal, histórico representante de jugadores.

Pero también tiene nexos en la política. Si bien tiene buen vínculo con un sector del Frente de Todos, está enemistado en Lomas con Gabriel Mariotto, desde sus épocas de fuerte crítico del Fútbol para Todos, una de las banderas de los gobiernos de Cristina Kirchner. Mariotto podría enfrentar a Spinosa en las elecciones de Banfield a fin de año con el apoyo de un sector del kirchnerismo, que no le perdona al ex presidente del club que haya coqueteado con María Eugenia Vidal para ser candidato en Almirante Brown.

Tinelli deja la presidencia de San Lorenzo y se frustra su plan de conducir la AFA

Ahora controla la línea gerencial de la Liga Profesional, pero está fuertemente enfrentado a la conducción de la AFA. En febrero, en el sorteo de la Copa de la Liga Profesional en el Hotel Hilton, Spinosa les pidió a algunos dirigentes que lo ayuden a voltear a Claudio "Chiqui" Tapia para poner a Tinelli como nuevo presidente. En la AFA se enteraron a los pocos minutos.

Eduardo Spinosa y Gabriel Mariotto, antes de la ruptura.

Spinosa acumula cuestionamientos de Rodolfo D´Onofrio, presidente de River y de Jorge Ameal, de Boca. A estos dos dirigentes se suman Víctor Blanco, de Racing, y Hugo Moyano, de Independiente.

Con Tinelli afuera, los grandes no están de acuerdo en que un dirigente de un "club chico" de Primera quiera manejar la máxima categoría, y menos aún cuando quien conduce la AFA es un dirigente surgido del ascenso.

El último cortocircuito de estos dirigentes con Tinelli se dio en los últimos días porque los partidos de Boca-Racing e Independiente-Colón, que se jugarán este lunes, se corrieron de horario para que no se superpusieran con Showmatch.