La inmigración y la seguridad fronteriza se han convertido en los primeros meses de la administración Biden en un tema político primordial en los Estados Unidos, y ahora el tema vuelva a resurgir con motivo del viaje de la vicepresidenta Kamala Harris a México y Guatemala, pese a que las cifras de llegada de migrantes a la frontera se han reducido drásticamente desde el pico de comienzo de año.

En su primer viaje al extranjero como vicepresidenta, Harris se dirigirá a ambos países como parte de su papel como negociadora en los esfuerzos diplomáticos para detener el flujo de migrantes que se dirigen a la frontera de Estados Unidos, en parte centrándose en las causas fundamentales de la migración en el "Triángulo del Norte". El viaje, sin embargo, también se produce en un contexto de crecientes ataques contra la administración demócrata por parte de políticos republicanos, incluidos muchos que representan a electores que están lejos de la frontera.

Harris en México: de AMLO al Sun Belt

Por ejemplo, el congresista de Carolina del Norte Madison Cawthorn, un aliado incondicional de Trump y uno de los miembros más cercanos a posiciones de extrema derecha, dijo recientemente que en su distrito, un área predominantemente rural en la parte occidental del estado, el tema migratorio "es un problema principal para sus electores".

"La principal preocupación de mis electores en Carolina del Norte es la crisis en nuestra frontera sur, a más de 1,600 millas de distancia", dijo en el piso de la Cámara.

Los republicanos de todo el país se han hecho eco de la declaración de Cawthorn, algunos de los cuales han dicho explícitamente que la ven como una cuestión política vital para garantizar que el partido tenga éxito en las próximas contiendas electorales. En abril, el republicano de Dakota del Sur John Thune, el líder de la minoría en el Senado, dijo que la inmigración deja vulnerables a los demócratas. "Es un tema muy potente. Ha sido en el pasado y creo que lo será", dijo. "Si quieren una política de fronteras abiertas, eso no es algo que vaya a tener un apoyo mayoritario en el país", sostuvo.

En una entrevista con LPO, Tony Payan, director del Centro para Estados Unidos y México del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, dijo que la frontera y la inmigración se han convertido en parte del "teatro político". 

La principal preocupación de mis electores en Carolina del Norte es la crisis en nuestra frontera sur, a más de 1,600 millas de distancia

"Lo que estamos experimentando en los Estados Unidos es un entorno político de polarización, en el que los políticos buscan temas controversiales que atraigan a votantes", dijo Payan, quien también es miembro del Grupo de Trabajo de Inmigración de Greater Houston Partnership. "El Partido Republicano ha sido muy hábil y ha construido estas controversias", señaló.

La frontera y el aumento de migrantes, agregó Payan, es un tema polémico "ideal", ya que apela a los temores de inseguridad de la gente, así como a otras preocupaciones. "Abarca muchos temas, como la inmigración, el terrorismo, la seguridad, etc.", dijo. "Desafortunadamente para las áreas fronterizas, no importa que la gente de Kansas entienda muy poco de qué se trata la frontera. Se convierte en un punto focal para el teatro político y los temores individuales", añadió.

Juan Fernando Ibarra Del Cueto, investigador político y profesor asistente de ciencias políticas en la Universidad de Colgate, dijo que los medios de tendencia republicana han usado la situación para "aprovecharse" de la administración Biden. "Los retratan [a los migrantes] como personas que quieren aprovechar el sistema estadounidense", reclamó.

 Madison Cawthorn, congresista de Carolina del Norte.

"Esa narrativa es poderosa y también se puede señalar un aumento objetivo en el número de personas que se dirigen a la frontera", planteó el especialista. "La combinación de una nueva administración que se comprometió a cambiar las políticas de Trump, junto con un aumento en esos números, es la combinación perfecta para que el ecosistema mediático se dé cuenta de esto", agregó Del Cueto.

"Es hora de que Biden y Harris lleguen a la frontera y brinden respuestas"

Gran parte de la urgencia de la administración para abordar estos problemas en su raíz, considera Del Cueto, se debe a su preocupación por ser vistos como "débiles" por los votantes moderados. "Creo absolutamente que la administración Biden es consciente de que este será un problema que los perseguirá", dijo. "Están tratando de proyectar una imagen de ser más humanos en comparación con Trump, pero también de ser estrictos", enfatizó.  

La frontera y la inmigración se han convertido en parte del teatro político

En el futuro, es probable que los republicanos continúen usando este tema para atacar a la administración Biden, particularmente porque muchos analistas creen que el viaje del vicepresidente tendrá poco impacto a corto plazo sobre el tema y porque a fin de cuentas se trata de una estrategia electoral.

Xiao Wang, director ejecutivo de Boundless Immigration, una de las firmas de asuntos migratorios más destacadas de EEUU, dijo que es probable que continúe la resistencia a la inmigración, ya que muchos políticos utilizan a los inmigrantes como chivos expiatorios para otros problemas domésticos, incluso en áreas que no son particularmente afectadas por este fenómeno. "Creo que se ha convertido en algo mucho más sobre lo que crees en el espectro político, en contraposición a cuánto te afecta directamente a ti o a tu vida diaria", aseguró.

A su vez, destacó: "La inmigración se utiliza a menudo para responsabilizar por el estancamiento de los salarios, el aumento de la desigualdad de ingresos o el alto nivel de declive de la clase media". "Ser antiinmigración es una manera fácil de culpar de por qué el sistema está fallando a muchas familias en cierto grupo de personas que históricamente han sido consideradas el 'otro'", remarcó.

Una encuesta reciente de mayo del Pew Research Center encontró que el 68% de los adultos estadounidenses creen que el gobierno está haciendo un trabajo "muy" o "algo malo" al lidiar con el flujo de migrantes en la frontera. Solo el 29% dijo que el gobierno estaba haciendo un buen trabajo asegurando la frontera y gestionando la afluencia de solicitantes de asilo.