El Senado aprobó el decreto de necesidad y urgencia de Alberto Fernández que modificó la ley de vacunas para adaptarla a los requerimientos de los laboratorios estadounidenses, como Pfizer, Moderna y Janssen.

Pero el Mariano Recalde, del Frente de Todos, admitió que en el oficialismo hay molestia por la medida, como señaló Máximo Kirchner durante la visita del jefe de Gabinete Santiago Cafiero a Diputados; y tal vez como muestra del enfado Cristina Kirchner no participó de la sesión, que fue presidida por la santiagueña Claudia Ledesma. 

"Las leyes no son perfectas, las normas pueden tener matices y dentro del oficialismo también los tenemos: no nos agrada tener que aceptar una modificación por DNU de una ley que votamos en este Congreso por las presiones de un laboratorio internacional, acompañado por dirigentes de nuestro país", admitió Recalde en el recinto, donde fue el encargado de argumentar el voto a favor de los decretos presidenciales sobre la pandemia. 

Los DNUs están vigentes desde su firma, pero como sólo pueden ser derogados por las dos Cámaras del Congreso con que una lo avale queda garantizada su aplicabilidad. El oficialismo suele usar su mayoría del Senado para imponer el dictamen en la bicameral que lo dictamina y aprobarlo en el recinto, donde la reforma de la ley de vacunas también tuvo respaldo de Cambiemos. 

No nos agrada tener que aceptar una modificación por DNU de una ley que votamos en este Congreso por las presiones de un laboratorio internacional, acompañado por dirigentes de nuestro país. 

Pero esta vez no tuvo intenciones de disimular su descontento, porque el decreto evitó un debate parlamentario que podría haber tenido retoques de sus referentes en ambas Cámaras. De hecho, se conoció minutos después que el Frente de Todos bloqueara en Diputados el tratamiento de una ley similar propuesta por Cambiemos. 

En la Rosada no se preocuparon por dejarlos en ridículo y la bronca se propagó por todo el Congreso. "Pero no hay ideología como cree Macri: hay bastante pragmatismo en la búsqueda de vacunas. Lo decía Máximo: el Pami le paga 1460 millones de pesos a Pfizer y está pagando 19 mil millones de pesos de deuda que dejó el gobierno anterior. No hay ningún problema", aclaró. 

"Vamos a acompañar este decreto aunque no nos agrade del todo, porque nos va a permitir, haciendo concesiones que nos hubiera gustado no hacer, conseguir las vacunas que hacen falta para avanzar en la campaña contra el coronavirus", completó Recalde, en otro capítulo de los tironeos entre Alberto y los legisladores del Frente de Todos.

La tensión, curiosamente, no se había dado cuando el decreto se debatió en comisión, pero Máximo la llevó al recinto de Diputados y se mudó a la Cámara vecina. No alcanzó que Cafiero haya anunciado que, por este decreto, el Gobierno firmó un contrato para comprar 20 millones de dosis a Moderna, una porción aplicable a menores de edad. Aún no hay noticias sobre Pfizer. 

Cambiemos votó favor para no dejar el precedente de haberlo rechazado, pero su jefe Luis Naidenoff reprochó que no se haya utilizado una ley, "cuando las autoridades del Senado dicen y con razón que con el sistema remoto hubo más leyes que los años anteriores".

Pero la zona gris que detectó la oposición es que el decreto incorpora las regalías como garantías de los laboratorios, aunque la secretaria legal y técnica Vilma Ibarra aclaró en el debate en comisión que se refería a las que cobra la Nación y no las provinciales.  

"Si es así, alcanza con una cláusula que aclare que no se ponen en juego las regalías de las provincias. ¡Y eso lo hubiéramos saldado con una ley!", se lamentó. "Ahora no hay excusas: que contraten y aparezcan las vacunas", reclamó. 

El chubutense Mario País, del Frente de Todos, aclaró que la Nación no puede retener regalías provinciales ni aunque quisiera. "Lo que refiere el decreto es a regalías nacional como las offshore, que son a partir de la milla 12 o 13 en algunas provincias", explicó, pero no conformó a Cambiemos. 

El frente opositor sí rechazó el decreto para extender las restricciones por la pandemia y el que extiende la emergencia sanitaria hasta el 31 de diciembre. Recalde aprovechó para lamentarse por los 100 mil muertos acumulados víctimas de Covid 19. 

"Estamos en un momento sumamente triste, doloroso, en nuestro país hemos superado la cifra de 100 mil fallecidos", admitió y brindó además un "homenaje y profundo agradecimiento a los trabajadores de la salud, a los médicos, enfermeros y todos los que están en la primera línea de fuego".

Pero no esquivó la grieta. "Duele cuando el expresidente de la Nación, de vacaciones en Europa, sin respetar las restricciones cuando va y cuando viene, con un desprecio total por lo que pasa en Argentina, habla de los 100 mil muertos por coronavirus. Tiene la ideología del sálvese quien pueda nosotros entendemos que nadie se salva solo", concluyó.