"Te pido si las fotos podemos hacerlas con barbijo", dice Alejandro Amor poco antes de abrir una ventana para ventilar el espacio en donde se desarrolla la entrevista. El ex titular de la DefensorÃa encabeza la lista de legisladores del Frente de Todos, asegura que por ahora no se contagió de coronavirus y busca seguir conservando su invicto.
Con la promesa de tomar otras imágenes en el exterior, accede a sacarse el tapabocas. "Los debates hay que darlos a fondo, no hay que pensar ‘lo impongo porque tengo el número' porque al final lo vas a terminar imponiendo igual", dice sobre el funcionamiento del parlamento porteño, en donde ya pasó dos años entre 2011 y 2013 y donde desembarcará en diciembre.
Antes de pasar por la Legislatura y desde 2014 por la DefensorÃa fue secretario gremial de Sutecba, el poderoso gremio de los municipales porteños que manejan desde hace más de 30 años Amadeo Genta y Patricio Datarmini. Sobre los reclamos de parte de la CGT por la falta de lugares en las listas, cree que se debe a la falta de unidad del movimiento. "Tenés que ordenarte, juntarte y después ir a plantear las cuestiones como un conjunto", explica.
-¿La Ciudad es un distrito antiperonista o el peronismo no supo llegarle al electorado?
-Hacerse cargo de los problemas que la Ciudad tiene y entender el nivel de demanda que la sociedad tiene va más allá de la ideologÃa. ¿Cuáles son las prioridades? La pandemia las marcó muy claro: el sistema de salud público quedó en el centro de la escena. El personal de enfermerÃa trabaja 14 horas y no tuvieron ningún reconocimiento salarial.
También es prioritario el reconocimiento a la Educación: en los últimos 12 o 15 años cambió la matrÃcula, crecieron los privados y cayeron las escuelas públicas. Y también reconocer a los docentes que fueron a dar clase sin estar vacunados. Y la tercera cuestión es la importancia del espacio público. Me parece fantástico que la gente haya adoptado la modalidad de festejar en los parques, donde gente que no sabe cómo piensa el otro comparten un mismo espacio.
-¿El Frente de Todos puede mejorar la elección de 2019? ¿Qué expectativas tiene?
-No es un problema de porcentajes, sino de entender la conflictividad de la Ciudad y las demandas de los vecinos. Es una cuestión de actitud y de escuchar a las personas.
-¿El macrismo supo interpretar mejor esa conflictividad y las demandas?
-Hubo una clara actitud desde el principio: se pararon sobre cuestiones que tuvieron un efecto inmediato como el Metrobús. Sin embargo se quedaron ahÃ. Pero falta mucho. El gran desafÃo es hacer un pacto con los vecinos para enfrentar el cambio climático. Creo que hay que fijar una meta muy clara para que todos los vehÃculos de transporte público sean eléctricos. No es una utopÃa, mi generación conoció los tranvÃas y trolebús eléctricos. El premetro es un medio de transporte relativamente nuevo.
-En 2019 fue MatÃas Lammens, que no tenÃa pertenencia partidaria, y ahora Leandro Santoro, que tiene origen radical. ¿Es una estrategia no encabezar con candidatos del PJ o una contingencia?
-Es la historia del peronismo. El primer vicepresidente de Perón fue el radical Hortensio Quijano. Desde ahà hasta ahora siempre la construcción del peronismo fue abierta e incorporó otros sectores. Lo mismo hicieron Duhalde o Kirchner. Enrique Olivera presidió con Duhalde el Banco Nación y Horacio Jaunarena fue su ministro de Defensa. El peronismo tiene una lógica frentista. Igual no catalogo a las personas solamente por su pensamiento.
-En 2017 y 2019 se suponÃa que los liberales-libertarios tenÃan posibilidades de obtener bancas en distritos como la Ciudad y la Provincia, algo que no tuvo un correlato a la hora de contar los votos. ¿Cree que esta vez puede ser distinto?
-En las elecciones legislativas la gente suele votar distinto que en las elecciones generales, no mira tanto quién puede ganar. Lo importante es poder plantear propuestas sin agraviar al otro.
-¿Resulta fácil o difÃcil defender la gestión de Alberto Fernández en la Ciudad?
-Es muy fácil. Si alguien quiere poner el acento en los 65 mil millones de pesos de la Coparticipación que fueron reasignados hay que decir que en ese mismo perÃodo el gobierno nacional repartió 110 mil millones de pesos en la Ciudad entre IFE, ATP, Repro 2, en subsidios a la cultura, en créditos a tasa cero, en los clubes de barrio.
No me resulta difÃcil ser candidato con un gobierno nacional que invirtió tan fuerte en la Ciudad. El apoyo a los privados del gobierno nacional fue muy claro: de las 126 mil Pymes que hay en la Ciudad 93 mil recibieron apoyo del gobierno nacional. Sobre la coparticipación, tiene que seguir debatiéndose en la mesa de diálogo que designó la Corte.
-Posiblemente le toque a usted votar en la segunda lectura del proyecto Costa Urbana, que crea una especie de Puerto Madero 2. ¿Apoya esa iniciativa?
-Estamos frente a un escenario de cambio climático en el mundo que ya fue advertido por Vladimir Putin y Joe Biden. En una ciudad como esta, construida de espaldas al rÃo y con una cantidad de metros cuadrados de cemento demoledora. ¿Es necesario seguir poniéndole a los vecinos barreras contra el rÃo? La verdad que no. Hay que firmar un compromiso social con vecinos y vecinas para que ni un metro cuadrado más de tierra pública pase a manos de privados. A la Ciudad le faltan espacios públicos: Costa Salguero tiene que ser un espacio público, cuando se traslade el Mercado de Hacienda lo mismo. La ex Cárcel de Devoto tiene que ser una parte espacio de la memoria y otra un espacio público, también los bajo viaductos de los trenes. Esos lugares suman casi 200 hectáreas.
-Habló de la importancia del personal de salud durante la pandemia, ¿votarÃa un proyecto para considerar a los enfermeros como profesionales de la salud?
-El reconocimiento tiene que ir a todo el sector de la salud y hay que reconocerlos según el lugar que tienen. Si son profesionales como profesionales, si son técnicos como técnicos y a los camilleros como camilleros. Tienen que tener un reconocimiento en una carrera donde se le otorguen los aumentos que merecen. Tenemos mayor cantidad de médicos que los recomendados por la OMS, pero faltan muchos enfermeros. Por año se reciben 100 por año y necesitás de 4000 a 5000. Hay que trabajar muy fuerte en su formación y mejorar sus salarios.
-Desde 2007 el presupuesto educativo fue bajando en proporción con el correr de los años, sin embargo con la pandemia el gobierno porteño se presentó como uno de los defensores de la Educación, ¿cómo analiza ese fenómeno?.
-La matrÃcula de la educación pública bajó y la privada subió. Es evidente que algo pasó ahÃ. Si mirás el presupuesto de 2021 frente al de 2020, en pandemia y gobierno destinó 2,5 % menos de presupuesto a salud y 1,6% menos a Educación.
-Usted viene del peronismo sindical. Hubo protestas, paros y manifestaciones de los sindicatos por las paritarias, ¿cómo es la relación entre el gobierno y los gremios? Pareciera haber descontento con los salarios.
-Es muy simple. Lo que tiene que entender cualquier gobierno, pero sobre todo uno peronista, como dijo Cristina, es que la relación laboral siempre se define por el conflicto. Eso no solo implica paros, movilizaciones, sino que también es una mesa en dónde se negocian las paritarias que se plasman en el Convenio Colectivo de Trabajo. La conflictividad no solo significa choque, también negociación. Creo que el gobierno lo entiende, bienvenidas todas las representaciones sindicales. Es imposible pedir que todos piensen igual cuando pertenecen a actividades con realidades muy diferentes. Tienen el mismo pensamiento, pero las posturas frente a sus empleadores son distintas.
-Se dijo que habÃa disconformidad en la CGT por la poca representación en las listas que tuvo la central sindical. ¿Cree que es justo ese reclamo?
-El problema es cómo te comportás como movimiento obrero y qué querés hacer. Si tenés una vocación polÃtica, tenés que tener una organización que represente al conjunto. Al conjunto, no a partes separadas, en una expresión que se integre y que desde ahà busque participar en las listas. Pero tenés que tener una vocación que la comparta el conjunto de todas las asociaciones sindicales.
El movimiento obrero, el sector del trabajo, tiene que reconocer que en año 75 el 82% de los trabajadores estaba en blanco contra el 42% actual. Tenés que ordenarte, juntarte y después ir a plantear las cuestiones como un conjunto.
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nunca mas kirchnerismo corrupto.
los sindicalistas en su historia fueron delincuentes, coruuptos y trabajaron para las dictaduras.
Hace muchos años tenia una compañera de Facultad que se llamaba Eva. Me llevaba varios años pero era una mujer divina.
Un día la veo triste, muy triste. La invité a tomar un café enfrente de la facultad de ciencias sociales, donde cursabamos ambos.
No quería largar prenda, pero largó. Me conto que habia estado saliendo con un señor vinculado a la política, que la habia estafado. Con plata.
Como se llamaba? Alejandro Amor.
En honor a mi amiga María Eva que nunca volví a ver desde ese dia, Alejandro Amor...lo menos que puedo decir es que sos un hijo de puta.
Mal Parido.
En relación a las tierras, sí claro, pero no vemos que hagan demasiado por crear parques y plazas por todos lados...hay que ser más consistentes con los posicionamientos, no solo a las puertas de las elecciones