"Vamos a trabajar en los nuevos sueños, sueños que hubiesen sido imposibles sin una plataforma de gestión ordenada y transformadora de Eduardo Accastello". Así, Martín Gill celebraba el 2 de agosto de 2015 el triunfo que lo llevó a la intendencia de Villa María, resultado que repitió cuatro años después. Unas semanas antes, Accastello, por entonces alineado en el kirchnerismo, vapuleaba en las urnas de esa ciudad a Juan Schiaretti, en la competencia por la gobernación. La sociedad Accastello-Gill parecía indestructible.

El próximo 12 de septiembre estarán por primera vez frente a frente. Gill, como cabeza de lista en el tramo Diputados del Frente de Todos. Accastello, secundando a Alejandra Vigo en el tramo Senadores de la boleta de Hacemos por Córdoba. Una disputa a todo o nada. Y Schiaretti decidió jugar a fondo, olvidando que alguna vez Accastello, ahora su ministro de Industria, lo desafió años atrás.

Este miércoles, el gobernador, su esposa, Natalia de la Sota y Accastello encabezarán una caminata por la ciudad de Villa María. Antes, Accastello y De la Sota recorrerán durante toda la jornada el departamento General San Martín, donde se enclava Villa María, la ciudad que Accastello y Gill transformaron, proceso que incluyó la inauguración de una universidad nacional, cuyo primer rector fue el hoy secretario de Obras Públicas de la Nación.

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Aunque sentar en el Senado a Accastello parece una misión imposible para el peronismo provincial, Schiaretti decidió que una de las claves del peronismo que viene está en cómo se ordena Villa María.

En términos electorales la pelea de los peronismo en Villa María no tiene tanta importancia como en el plano político. Por eso, algunos observadores de la campaña dicen que hay que seguir de cerca el corte de boleta.

"Esperamos que la gente de Villa María premie a los dos. No sería extraño desde la perspectiva del vecino que valora desde una dimensión histórica lo que hizo Accastello por esa ciudad, y mantiene el acompañamiento a Gill, que es el actual intendente", analizan en el Frente de Todos.

La estrategia del Frente de Todos, que empezó con la posibilidad cierta de retener la banca de Carlos Caserio en el Senado, mutó en la instancia de las Paso a "mejorar el resultado anterior", en relación a 2017, cuando el kirchnerismo arañó los 10 puntos. "Una elección de 15 puntos sería hoy un milagro político", reconocen. Esperan que en noviembre la historia sea otra, con indicios de recuperación económica incidiendo en la agenda.

En el campamento schiarettista están decididos a doblegar a Gill en Villa María, pese a que el intendente intentó hasta último momento un acuerdo de los dos peronismos. Está claro que Gill no quería este escenario con el peronismo dividido. Las encuestas que regularmente recibe el gobernador (y cuyos números "sólo ve el gobernador") vaticinan un triunfo de Accastello sobre Gill en Villa María y zona de influencia. Por eso Schiaretti juega a fondo.

Hay otros indicios en un mismo sentido: dos concejales referenciados en Gill, Carlos de Falco y Julio Ochoa, hicieron público su apoyo a la candidatura a senador de Accastello.

Martín Gill

De la lectura política del resultado electoral también dependerá si Gill logra que le renueven la licencia como intendente (hasta ahora no ejerció como tal desde 2019, cuando fue designado número 2 de Gabriel Katapodis) o si debe renunciar al cargo. Si el Concejo Deliberante no mantiene el permiso a Gill, hasta ahora sostenido por los dos votos del "accastellismo", se activará el mecanismo institucional para su reemplazo.

Hasta ahora, Gill lleva cuatro períodos de licencia consecutivos, en general aprobado por los siete concejales peronistas, incluyendo en este colectivo a los dos del bloque Somos, que responden a Accastello. Se oponen sistemáticamente los cinco de Juntos por el Cambio. Ahora, expuesta la fractura, la composición de la mayoría podría cambiar. Además, dos soldados de Gill, el presidente del Concejo Deliberante, Carlos de Falco, y el integrante del bloque oficialista Julio Oyola, anunciaron públicamente que trabajarán en esta elección para el anterior (o quizá nuevo) jefe político, Accastello.