Victoria Donda demostró que sabe moverse en aguas turbulentas o tal vez tiene suerte: en una semana, pasó de quedarse sin su cargo de titular de la Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), a retenerlo y logar la asunción como diputada de Natalia Souto. 

La flamante legisladora milita en Somos, el partido que Donda creó en 2018 y sumó al año siguiente al Frente de Todos. Ocupará la banca que dejará Cristina Álvarez Rodríguez, flamante ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Souto se ubicó en el puesto 22 de la lista de diputados de la provincia de Buenos Aires de 2019, un puesto de relleno porque ni en el más optimista podía pensar en lograr esa cantidad de bancas. Lo cierto es que las 6 renuncias, 5 de ellas para mirar al Poder Ejecutivo (Facundo Moyano se fue sin rumbo fijo), obligaron a asumir a quienes no tenían ninguna expectativa de pisar el recinto. 

Alberto dolido con Donda por sumarse a la ola de renuncias cristinistas

La dirigente de Somos tuvo varios intentos fallidos, porque la ley de cupo exige que la sustitución sea del mismo género, una interpretación que impugnó sin suerte en la justicia. Permitió que entre los hombres llegara a asumir Lucio Yapor, que ocupó el puesto 27 de los 35 que tiene la lista. Si hubiera otra vacante mujer la cubrirá Marina Moretti, que estuvo 24.

Así es como Donda, cuya renuncia sorprendió a Alberto porque no la tenía entre las funcionarias kirchneristas, no sólo seguirá en su cargo sino que podrá pelear por leyes con una diputada que responda a su órdenes. 

Souto es politóloga y periodista, que ejerce como directora General de la defensoría del público, a cargo de Miriam Lewin. La titular del Inadi fue una de las que promovió su designación y consiguió su premio. 

Donda también había renunciado a su banca obtenida en 2019 por la Ciudad, en el cuarto lugar de la lista que lideró el fallecido Fernando Solanas. Los corrimientos en la lista porteña permitieron asumir a Eduardo Valdés, amigo del presidente; y a Mara Brawer, que estaba sexta. Quedan dos años para ver si alguno más tiene su chance. Parece posible.