"Yo leà los resultados de cada una de las 427 municipalidades y comunas. Los tengo ahà en mi escritorio y los releo casi todos los dÃas. Y, obviamente, leà con mayor atención los resultados en cada una de las localidades y municipalidades que gobernamos los miembros de Hacemos por Córdoba y he visto que en todas, en las grandes ciudades como en los pueblos más chiquitos donde vota poca gente, nosotros tenemos posibilidades de aumentar el número de votos el 14 de noviembre", afirmó Schiaretti.
Sin medias tintas, el gobernador les dejó en claro a los 225 intendentes que reunió en El Panal -la sede del gobierno cordobés- el viernes último que la lupa está sobre ellos. La clave del discurso, quedó claro para todos los asistentes, fue "releo casi todos los dÃas" los resultados de la elección.
En la misma reunión, Schiaretti dijo como una orden implÃcita "Los candidatos somos todos, es cada intendente, cada jefe comunal, cada legislador, cada miembro del ejecutivo. Yo me voy a poner la campaña al hombro, como siempre lo he hecho, y estoy seguro que ustedes también lo van a hacer".
"No fue una arenga, fue un reto", aclararon, por si quedó alguna duda, en El Panal. En la sede del Ejecutivo hay preocupación por el resultado de las Paso ya que no quieren que el voto anti K sólo se referencie en Juntos por el Cambio, por eso el propio gobernador y el intendente MartÃn Llaryora levantaron el perfil opositor a Alberto Fernández.
En ese marco, Schiaretti comenzó a llamar al Frente de Todos como "una variante polÃtica que se autotitula peronista" de la cual "con todas las letras, el pueblo de Córdoba ya expresó su opinión en la Paso". Fue un mensaje también claro a los intendentes peronistas que coquetearon con el kirchnerismo en esta elección, respaldando a MartÃn Gill. "El gobernador dio una amnistÃa, pero no habrá otra: después de las Paso quedó claro que los cordobeses rechazan al kirchnerismo", explica la misma fuente del Gobierno provincial, para que no queden dudas.
"El 2023 no es ajeno al 2021", fue otro pase de factura a los intendentes, pero también a varios dirigentes que, entienden en el corazón del poder cordobés, "no hicieron todo lo que habÃa que hacer" en las elecciones del 12 de septiembre. "No se puede mirar para otro lado. No podemos especular con que si me llega o no me llega una obra de Nación, no podemos ni debemos hipotecar nuestro futuro", les dijo a sus colegas la intendenta de Despeñaderos, Carolina Basuado.
El peronismo tiene una compleja campaña por delante, por eso fue la primera fuerza en poner primera con Schiaretti a la cabeza. El foco de los esfuerzo está en garantizar una alta participación; logÃstica que Hacemos por Córdoba deberÃa tener aceitada.
Mientras esperan la reacción de los intendentes, en el comando de campaña de Hacemos por Córdoba cruzan los dedos para que Nación decida subir al ring a Schiaretti: "El gobernador ya les mojó la oreja, esperamos que respondan", es el eje de la jugada que busca replicar una vieja estrategia de confrontación directa con el Gobierno central.
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Y cortala con este doble juego, y elegi un bando.