HabÃa que remontarse al 12 de marzo de 2020 para dar con un Congreso con el ritmo que tuvo este miércoles, con una sesión en el Senado y una reunión de comisión en Diputados sin nadie conectado al zoom.
Volvieron las corridas por los pasillos para llegar al quórum, los nervios por no perder vuelos, los llamados para los impuntuales y los discursos apurados para llegar a tiempo a otro lugar. Y eso que la mayorÃa de los proyectos tratados fueron por consenso.
El Senado empezó una nueva etapa porque hasta la sesión del 19 de agosto no podÃan entrar al recinto más de 20 de los 72 senadores. Sin las pantallas en el centro del hemiciclo, llegaron a ocuparse hasta 62 bancas, con 8 ausencias de Cambiemos y 2 oficialistas.
Estuvo presente Esteban Bullrich, quien padece ELA y fue reconocido con un aplauso por pedido del jefe del oficialismo José Mayans. Se sumaron todos.
La baja oferta aérea dificultó la llegada de varios senadores y algunos tuvieron que hisoparse poco antes de la sesión, aún con insomnio por las escalas en los aeropuertos. Sólo los senadores podÃan transitar por las inmediaciones del recinto, donde no pudieron ingresar ni los fotógrafos.
Con tanta tensión por llegar a tiempo, Mayans les pidió a los jefes de Cambiemos Humberto Schiavoni y Luis Naidenoff que las comisiones sigan siendo por zoom por un buen tiempo. "Realmente hubo un trabajo sumamente importante el año pasado: 180 leyes tuvimos. Hoy es la sesión número 49. Y hubo 1.178 dictámenes en total en todo este tiempo de pandemia".
"Hasta que no tengamos resuelto todo el problema de movilidad debemos llegar a un acuerdo para que el Senado pueda seguir trabajando", justificó su planteo, que por ahora no tuvo una respuesta, aunque si un gesto: si bien Cambiemos rechazó los decretos de Cristina para volver a la presencialidad, por considerarlos innecesarios, avaló los artÃculos que permitieron las últimas votaciones por zoom en comisiones.
"No podemos cortar este tipo de trabajo. Porque hay otras leyes que también están en tratamiento y hay algunas que les interesan a ustedes, como oposición; y otras que nos interesan a nosotros. Y se va a dificultar el quórum", reclamó Mayans.
La sesión fue rápida, con pocos oradores, y además de los dos temas conflictivos (relación con Chile y gastos del primer año de gestión de Macri) aprovecharon a despachar declaraciones casi sin decir nada y con el quórum justo. La misionera Magdalena Solari rompió el esquema hablando 11 minutos sobre la declaración de interés al Kimchi, con una delegación de Corea en los palcos. Fueron los únicos que pudieron pisar el hemiciclo.
Lo cierto es que en el anexo de Diputados hubo una muestra de que no será fácil que las comisiones tomen ritmo por zoom. Al presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin, no le era fácil lograr que los diputados respeten el distanciamiento social, en una reunión acelerada porque varios tenÃan pasaje de regreso.
Muchos ni pudieron llegar porque tenÃan actividades de campaña y los expedientes salieron sin problemas porque habÃa acuerdo entre todas las fuerzas polÃticas, una situación que no se repite todas las semanas.
Tanta era la premura por irse que ni la ley de enfermerÃa, que en plenarios previos habÃa merecido un detalle y reconocimiento de los trabajadores, mereció más que un par una descripción de Yedlin y un aporte de Graciela Ocaña.
No hay nuevas convocatorias a otras comisiones de ninguna Cámara y será difÃcil que funcionan con la frecuencia del año pasado y de la era anterior a la pandemia, porque la campaña acota los tiempos y los traslados se están complicando.
Además, siendo los aforos tan difÃciles de cumplir, ni si quiera están en los planes juntar dos comisiones en un dÃa, habitual en otras épocas para aprovechar la presencia de los diputados en la Ciudad. La pospandemia empezó. Pero aún no tomó forma.
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