Por motivos económicos Francia analiza habilitar la entrada de turistas vacunados con Sputnik V tras la decisión de la máxima autoridad europea en medicamentos de posponer en análisis del fármaco ruso hasta el año próximo.

La OMS reinició la semana pasada el proceso para aprobar la Sputnik V y realizará nuevas inspecciones en las plantas donde se fabrica la vacuna con el objetivo de reunir las pruebas suficientes para incluirla en la lista de fármacos aprobados para su uso de emergencia.

Sin embargo en Europa se tomarán más tiempo antes de dar luz verde a la vacuna: según Reuters no habría ninguna decisión hasta 2022. Todos los años Francia recibe cientos de miles de turistas que son uno de los principales motores del turismo, especialmente en la Costa Azul, uno de los destinos preferidos de los millonarios rusos.

Además de las cuestiones geopolíticas, el principal problema con la Sputnik V tiene que ver con que hasta el momento el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa, no mostraron toda la información que pretendía la agencia europea para conseguir la aprobación de la vacuna.

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En el mundo científico hay consenso sobre que la vacuna es altamente efectiva para prevenir los contagios e incluso el Instituto Gamaleya la propuso como "booster" de otras vacunas que se utilizan en occidente. Desde Rusia aseguran que tiene un 70% de eficacia contra la variante Delta, un número más alto que fármacos como Pfizer, Moderna o AstraZeneca.

De hecho en un Tweet publicado en la cuenta oficial de Sputnik V, proponen a la EMA, la agencia europea de medicamentos, utilizar a la vacuna rusa como complemento ante la "caída de la eficacia de Pfizer" frente a la variante Delta.

A principios de año desde el gobierno francés aseguraron que el Kremlin utilizaba a la Sputnik como una "herramienta de propaganda política", pero las cosas parecen haber cambiado en el último tiempo.

En Francia creen que ante la eficacia de la Sputnik V, permitir la entrada de los millonarios rusos sería un gran negocio con bajo riesgo para la salud. Al gobierno de Emmanuel Macron le importa que los turistas estén inmunizados, no vacunar a la población francesa.

Italia y España recibían antes de la pandemia cientos de miles de turistas provenientes de Rusia. Se espera que si Francia, uno de los faros de la Unión Europea, da luz verde al ingreso de viajantes inoculados con Sputnik V, sus vecinos hagan lo mismo.

Además la Sputnik V se aplica en casi 70 países, incluídos varios de Asia e incluso fue utilizada en Eslovaquia y Hungría. Esos países tienen una población de casi 4 mil millones de personas, la mitad de los habitantes de toda la tierra.