Portugal se prepara para un probable adelanto electoral luego de que el primer ministro, el socialista António Costa, fracasara en reunir los apoyos necesarios para aprobar los nuevos presupuestos. Ni siquiera contó con el respaldo de los antiguos aliados del Partido Comunista y el Bloco de Izquierda, que esta vez se unieron a la derecha para tumbar las cuentas públicas en el Parlamento. Ahora el presidente Marcelo Rebelo de Sousa tendrá que tomar una decisión.
Los 108 diputados del Partido Socialista votaron a favor, mientras los 117 de la oposición lo hicieron en contra. Los tres legisladores de Pessoas-Animais-Natureza (PAN) y las dos parlamentarias independientes se abstuvieron. Pero la crisis polÃtica no refleja otra cosa que el fin de la geringonça, como se conoce a la alianza entre socialistas, comunistas y bloquistas nacida en 2015, y que llegó a inspirar en España a la coalición del PSOE y Unidas Podemos.
Costa admitió que la caÃda del gobierno y de la geringonça es una "derrota personal". Tras responsabilizar a sus exsocios por la situación, la lÃder del Bloco, Catarina Martins, lo acusó de estar "obsesionado con la mayorÃa absoluta". Sus palabras resultaron igual de contundentes que las de Rui Rio, jefe del centroderechista Partido Social Demócrata (PSD), la principal formación opositora, que cargó contra la izquierda en su conjunto y anunció antes de conocerse los resultados que "la geringonça será enterrada hoy".
David Veloso Larraz, sociólogo e investigador de la Universidad de Lisboa, asegura a LPO que se trata de "una crisis polÃtica inesperada, inevitable e indeseable". "La negociación ha encallado a último minuto con la falta de un encuentro entre las izquierdas y por la desconfianza que se ha creado desde que comenzó la actual legislatura. Portugal está en plena recuperación después de la pandemia y necesita de estabilidad polÃtica para la gestión de los fondos europeos, una cuestión vital a corto plazo", explica.
Costa dijo estar preparado para liderar a los socialistas en unos posibles comicios anticipados, previstos para enero próximo, aunque Rebelo de Sousa deberá consultar con el primer ministro y con el titular de la Asamblea, Ferro Rodrigues. PodrÃa otorgarle más tiempo a Costa para tratar de salvar los presupuestos, algo imposible a la vista de la votación de esta tarde. Quizás por ello el jefe de Gobierno, cuyo partido aparece como favorito en las encuestas, pidió una "mayorÃa reforzada y estable" que le quite de encima la dependencia del PC y Bloco.
"El PS es el mejor posicionado dentro de la izquierda, pero perdió más de 250 mil votos y el Ayuntamiento de Lisboa en las recientes elecciones municipales. Por su parte, el Bloco teme que se vuelva a producir el castigo de 2011, cuando perdió la mitad de sus diputados al tumbar la propuesta económica del entonces premier José Sócrates. Y los sondeos son negativos para el PC", señala el académico. Con todo, el panorama tampoco es alentador para la derecha.
El PSD está en plena batalla campal por el liderazgo, que en medio del debate por el presupuesto en la Asamblea sumó un nuevo capÃtulo. Rebelo de Sousa, que además de presidir el paÃs es uno de los barones de los lÃderes tradicionales de la formación, recibió a Paulo Rangel, que compite en la interna con Rui Rio. Un apoyo que no pasó desapercibido para el actual jefe del PSD.
Según Veloso Larraz, el PSD "no remonta desde que perdió el gobierno en 2015 y Rui está muy cuestionado, no sabe siquiera si será el candidato en las elecciones". En cambio, "los que sà crecerÃan serÃan Iniciativa Liberal y el partido de la derecha radical, Chega, con un ascenso importante, que pasarÃa del 1 al 7 u 8 por ciento", y que en las presidenciales de enero pasado sacó cerca del 12% de los votos.
Portugal se encamina a una nueva etapa polÃtica, en la cual la izquierda parece haber agotado su sintonÃa programática. "El PC y el Bloco dicen que el PS no se compromete a derogar las reformas laborales de la época de la troika. Costa ha puesto sobre la mesa el mayor aumento del salario mÃnimo interprofesional con una subida de 40 euros, insuficiente para el PC.
El Bloco insiste en que hay poca inversión en el sistema de salud", indica el investigador. Más allá de los presupuestos y de Costa, el paÃs terminó hoy con un modelo de gobierno que hasta hace poco generaba expectativas dentro y fuera de Portugal.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.