En una clásica maniobra de tiempos de recambio legislativo, el martes hubo un cambio en la conformación de la bicameral de seguimiento y monitoreo del Ministerio Público entre dos senadores del PRO, uno que se va y otro que viene. Se trata nada menos que el ámbito en el que el kirchnerismo acumula pruebas contra el procurador interino Eduardo Casal con la esperanza de removerlo, que ya empieza a desmoronarse. 

El que abandona el recinto es el correntino Néstor Braillard Poccard y quien sigue y lo sucede en la bicameral es Guadalupe Tagliaferri, la senadora más cercana Horacio Rodríguez Larreta y candidata a reemplazar a Laura Rodríguez Machado en la vice segunda del Senado, el cargo reservado para el PRO.

La maniobra de ocupar el lugar que dejan los legisladores en las bicamerales suele ser tan vieja como efectiva, porque a diferencia de las comisiones permanentes, las que tienen representantes en las dos Cámaras se cubren con trámites administrativos de las autoridades de bloque.

Larreta se involucra en el recambio del Congreso y pide a Tagliaferri como vice del Senado 

O sea, si hay una vacante se delibera como cubrirla y sino sigue todo igual, a no ser que surja una rebelión en la granja que al menos por ahora en el PRO parece no llegar, sobre todo después del triunfo de Cristian Ritondo en la continuidad del bloque de Diputados.

En el Senado Humberto Schiavoni quiere repetir y por ahora sólo enfrenta una rebelión de sus pares del interior, liderada por el chubutense Ignacio Torres, que al menos le piden participación en la toma de decisiones.

Pero por si acaso, Larreta quiso asegurase a Tagliaferri en la bicameral del Ministerio Público, encargada de controlar a los fiscales pero sin facultades para llevarlos al banquillo. Cambiemos la usó en 2017 para amedrentar a la procuradora Alejandra Gils Carbó, hasta lograr su renuncia.

Eduardo Casal. 

El kirchnerismo intentó copiar el procedimiento con Casal, pero tras dos años de ataques permanentes y los más variados pedidos de información, no logaron que se moviera de su despacho, al que accedió cuando renunció Gils Carbó sin siquiera un documento público que lo justifique. La reemplazó en sus vacaciones y ahí quedó.

Su continuidad tiene respaldo de Juntos y del propio Mauricio Macri, que hasta llamo a los legisladores de que integran la bicameral para que lo protejan. Larreta sumó a su principal aliada en el Senado para seguir los trámites de cerca, porque no se quiere perder la continuidad de la batalla en los próximos dos años.

El reemplazo de Casal sigue paralizado, porque Cristina Kirchner esperó sin éxito que se sancione una nueva ley de Ministerio Público para eliminar los cargos vitalicios, pero no lo logró. Sigue esperando el pliego del juez federal Daniel Rafecas, aun con el compromiso de Juntos de votarlo cuando el oficialista se decida a tratarlo.