Aferrados al 10 por ciento que sacaron en las elecciones del 14 de noviembre, la franquicia cordobesa del Frente de Todos empieza a debatir su futuro inmediato, bajo el dilema de unificarse al PJ de Schiaretti o enfrentarlo como apuesta de consolidar un espacio progresista.

Una primera respuesta es la intención de constituir una mesa de intendentes "frentetodistas", integrada por entre 80 y 100 jefes comunales, que se referenciaría en el liderazgo de Martín Gill, intendente de Villa María en uso de licencia, secretario de Obras Públicas de la Nación y diputado nacional electo. De esos tres cargos, Gill deberá optar por uno en los próximos días: la de ocupar la banca en la Cámara Baja es la opción que menos le seduce.

Schiaretti ahora busca una "rendición incondicional" del kirchnerismo de Córdoba

La constitución de esta "mesa K", en caso de darse, rompería el bloque de intendentes peronistas. En Córdoba, las relaciones entre el Gobierno provincial y los más de 400 intendentes se discuten en la Mesa Provincia-Municipios, en la que estos juegan en bloque, según las respectivas pertenencias partidarias. Tras dos años de pandemia, durante los cuales la Mesa se abocó a "negociar restricciones", el año que viene volverá a su razón de ser: el reparto de fondos.

Nadie quiere estar mal representado o en inferioridad en una mesa de poder: allí se discute la distribución de más de 700 millones de pesos y lo que toca a cada ciudad del plan de obras que impulsará Schiaretti en la previa del año electoral. Por ahora, el listado de intendentes alineados con Gill es de 91: son quienes a principio de noviembre viajaron al CCK para reunirse con Alberto y Juan Manzur.

Telam

En el Gobierno provincial consideran que "es una consecuencia lógica del ordenamiento interno" el hecho que el Frente de Todos intente hacer músculo tras el resultado. "El intendente que jugó con Alberto Fernández no quiere quedar solo ante el cacique peronista de su departamento; es lógico que intenten conformar una estructura con posibilidades de negociar con el Gobierno provincial", analiza el funcionario consultado.

"¿Qué van hacer los del Frente de Todos, romper al PJ provincial y regalarle un triunfo a Juntos en el inicio del año electoral?", se pregunta de manera retórica un funcionario cordobés, anticipando que es muy probable que Córdoba elija a su próximo gobernador en el primer semestre de 2023, tres meses antes de las Paso.

Agrega: "Por ahora no hay ninguna preocupación por esa mesa de 'intendentes K'; porque como pasó en tantas elecciones anteriores, lo lógico es que el PJ tenga una sola lista en la elección provincial".

En el kirchnerismo coinciden en la necesidad de que los intendentes "se hagan fuertes" para enfrentar a los coroneles territoriales de Schiaretti. Hay dos bandas: la vieja guardia, que se entusiasma con someter a quienes se fueron con Gill, y la junta renovadora, preocupada por la renovación del peronismo que viene.

Los integrantes de esta última son cautos y repiten: "No hay que tirar a nadie fuera de Hacemos por Córdoba". Entre otros, la integran Facundo Torres, el ministro de Gobierno y jefe del departamento Santa María; Facundo Rufeil, jefe del departamento Colón; Juan Manuel Llamosas, intendente de Rio Cuarto; e Ignacio Garcia Aresca, flamante diputado nacional y socio político de Martín Llaryora, número puesto para liderar la boleta de Hacemos por Córdoba en la elección a gobernador.

A esa mesa de intendentes del Frente de Todos, otros socios la ven renga: reclaman una pata no peronistas de "referentes sociales", el colectivo que incluye a ambientalistas, agrupaciones feministas, sectores universitarios, dirigentes sueltos; con el propósito de forzar de "presionar al peronismo en varias agendas".

"Lo que tenemos que discutir de verdad es si el peronismo y el Frente de Todos deben unificarse y en qué términos; si no hay una construcción progresista, los sectores no PJ seguramente buscaremos una expresión que lo sea", dice uno de los referentes de ese espacio, Eduardo Fernández, quien sostiene que sin el Frente de Todos, "el progresismo de Córdoba tiene una vacante".