Alberto Fernández enfureció este jueves cuando se enteró por los medios que Débora Giorgi renunció a un cargo al que no había sido nombrada.

La ex ministra de Industria de Cristina Kirchner se desempeñó durante los últimos 52 días como segunda de Roberto Feletti en la secretaría de Comercio Interior. Pero el presidente nunca firmó el decreto para hacerla efectiva.

Alberto había cedido al pedido de Cristina Kirchner para nombrar a Feletti en lugar de Paula Español luego de la derrota en las primarias, cuando el presidente tenía pocas ganas de pelear.

Pero Giorgi fue un aderezo que vino junto al desembarco de Feletti por el que nunca fue consultado Alberto, dicen en el entorno del presidente. Semanas después de que Giorgi negociara acuerdos de precios y recibiera empresarios e industriales en su propio despacho, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, que tenía a Feletti y Giorgi nombrados en su municipio, llamó a Alberto para pedirle que la nombrara a la funcionaria testimonial.

Giorgi renuncia al Gobierno denunciando que Kulfas nunca la nombró

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, también le había pedido al presidente que resolviera la situación, si bien él no estaba de acuerdo con la presencia de Giorgi en su ministerio.

Más aún teniendo en cuenta que columnistas destacados decían que Giorgi iba por el ministerio de Kulfas.

Alberto dejó pasar el tiempo sin prever que Giorgi saldría por los medios a anunciar que dejaba un cargo jamás había poseído en los papeles. Hasta que el problema lo estalló la cara.