Caso Ciccone
Boudou: "Es duro ser mostrado como un ladrón”
Boudou evitó armar un escándalo mayor: Pidió que investiguen a Moneta y no mencionó a Brito ni a Scioli.

Tal como anticipó LPO, el fallo de la Cámara Federal lanzado con precisión milimétrica cuando Amado Boudou se prestaba a declarar, tuvo el efecto de un dardo tranquilizante, reduciendo las mil tempestades que prometía desatar a una larga defensa de su accionar como ministro de Economía en torno al proceso de la planta de Ciccone Calcográfica y la renegociación de la deuda de Formosa.

Como el fallo de la Cámara señaló al juez Ariel Lijo la conveniencia de investigar la ruta del dinero y mencionó explícitamente al titular del Banco Macro, Jorge Brito, el vicepresidente se ahorró el disgusto de mencionarlo y se limitó a cargar las tintas sobre Raúl Moneta, que como se sabe sufre una grave enfermedad y difícilmente pueda declarar o sufrir la persecución penal.

Una manera de tirar la pelota afuera. Si dejó traslucir en sud eclaración la bronca con el juez Lijo, al que trató poco menos que de marioneta de Clarín y La Nación y contra el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien deslizó, hizo una maniobra para dejarlo pegado con el irregular proceso que el organismo recaudador siguió con la firma Ciccone.

Para la familia Ciccone tuvo párrafos especialmente duro y machacó una y otra vez a Lijo por lo que considera es un trato condescendiente. “Yo me imaginaría mas al clan Ciccone amenazando a alguien que siendo amenazado, por su historia, su tradición”, subrayó Boudou, burlándose de las declaraciones de esa familia sobre supuestas presiones suyas.

“No creo señor juez que sea una buena idea ponerlos como víctimas”, agregó y recordó que Guillermo Reinwick, yerno de los Ciccone, “es socio de Barrionuevo en el restaurant Osaka de Puerto Madero y que no tuvo miedo en imprimir las entradas del Mundial 78, de manera que no tuvieron miedo de tratar con un gobierno militar genocida, pero bueno, hoy tienen miedo”, señaló irónico.

Evaluó incluso que en gran medida el escándalo se desató por las peleas internas de la familia Ciccone y la desconfianza de esta hacia Reinwick” y se sorprendió que “en mas de 60 testimoniales que pude leer en la causa, la dinámica demostró a la autoridad judicial incisiva y aguda en sus preguntas, dinámica que se detiene curiosamente en las testimoniales de la familia Ciccone”.

Boudou respondió a la indagatoria junto a sus abogados Diego Pirota y Francisco Durañona, también estuvo presente el fiscal Jorge di Lello, y luego de escuchar la extensa descripción de las pruebas acumuladas, tras una breve pausa de consulta con sus abogados ratificó que pensaba declarar.

Comenzó su declaración “lamentando profundamente” que se haya perdido la oportunidad de televisar la indagatoria “que ha tenido tanta publicidad anticipada ” en los medios de comunicación y recalcó que “un gesto vale mas que mil palabras o el tono de voz y la forma pueden ser determinantes en como es recibido un mensaje por la sociedad”.

“Siempre es mejor que haya luz y transparencia y no entiendo porque no se nos permite una herramienta que considero me permitiría defenderme mejor”, para agregar que el argumento del magistrado para negarle esa posibilidad con la excusa de que el expediente es solo para las partes “es como mínimo falaz, para no usar otro adjetivo por respeto”.

Ese tipo de tono a la hora de dirigirse al juez lo acompaño en toda la indagatoria, confirmando el profundo enojo que tiene con Lijo.

“Todas las respuestas a la imputación están en el expediente…y estas han sido desviadas, ocultadas o parcializadas en la información que el señor juez fue anticipando a los diarios Clarín y La Nación”, le dijo en una de sus acusaciones mas directas al magistrado y prometió entregarle una “secuencia” de noticias, para probarlo.

“Se ha preferido la intermediación mediática por sobre la posibilidad de cada ciudadano de ver lo que hoy aquí sucede”, se quejó y dijo que básicamente la acusación en su contra se basa, “en términos centrales, en que se quieren crear relaciones que no existen para tapar las que si existen”.

“Le pregunto: ¿De qué prueba surge que yo sea dueño o haya adquirido Ciccone a través de TOF (una financiera vinculada a Vanderbroele)?”, le disparó a continuación Boudou.

Molesto, Lijo le explicó que no es un diálogo lo que se llevaba a cabo sino un acto de defensa y que como magistrado no era esta la ocasión en la que debía expedirse sobre la prueba.

“He leído la prueba, yo no soy abogado, pero me considero muy avezado en la lógica formal y me gustaría saber la relación entre la prueba y ser dueño de la empresa o decir que yo pare una licitación”, insistió Boudou.

Pero el juez se negó a responder porque, le contestó a Boudou, “pide explicaciones que no son propias de este acto procesal”.

Luego se sumergió en una larga explicación sobre su rol en el pedido de quiebra y posterior levantamiento de la misma que aplicó la AFIP a Ciccone y con gran detalle sobre la carta que le envió a Ricardo Echagaray –difundida por el titular de la AFIP- interesándose sobre la planta de Ciccone.

En su declaración Boudou volvió a negar conocer a Vanderbroele y pareció burlarse de la no aparición de fotos o videos que los muestren juntos, como tanto se rumoreó. “Es obvio que no (lo conoce), y a esta altura del debate creo que el juzgado llevó adelante una pesquisa muy incisiva en busca de pruebas que nunca aparecieron”.

En este tramo, uno de los mas extensos, queda clarísimo que Boudou esta enojado con Echegaray y considera que fue víctima de una maquinación del titular de la AFIP para quedar entrampado en el caso.

“Tuve nula participación en la decisión de ejecución fiscal y en el pedido de quiebra, así como tampoco tuve participación en el levantamiento de la misma”, sostuvo.

“Cuando fui consultado formalmente, no me interesé por el particular, ni siquiera realice un análisis económico financiero y lo único que hice fue remitirme al dictamen jurídico del Ministerio de Economía”, agregó y en varias ocasiones califica de “inusual” la nota que le envía Echegaray preguntándole sobre el tema de Ciccone.

“Mire todos los hechos que sucedieron en el expediente en el cual es obvio que no tuve participación : pedidos de quiebra, levantamientos, alquiler de la plata, ni una sola participación directa o indirecta de mi persona”, agrega.

“Quiere aclarar que no estoy cuestionando la actividad de la Afip, pero es cierto que el pedido que me hizo el administrador federal fue singular”, inistió en su párrafo más hiriente hacia Echegaray.

“Es evidente que no cometí ningún hecho ilícito en este trámite, porque sino el licenciado Echegaray hubiera estado obligado a denunciarlo”, subrayó.

Los blancos elegidos

A la hora de apuntar, Boudou volvió a cargar contra la firma Boldt y recordó que en el gobierno de Fernando de la Rúa, se nombró al frente de la Casa de la Moneda a dos gerentes, López del Carril y Marcelo Gómez, que luego volvieron a la empresa.

Para luego apuntar a Duhalde y afirmar que con su llegada a la Presidencia, “se da un hecho definitorio en el desguace y languidez de Casa de la Moneda”, cuando le quita la exclusividad de imprimir los papeles de seguridad oficiales.

“A partir de ese momento comienza a perder en manos de Boldt impresiones que le eran exclusivas. Perdió todo: impresión de padrones electorales, billetes de lotería, pasaporte, cartones de bingo y otras impresiones de seguridad como estampillas de cigarrillos”, recordó.

Y agrega que “ni bien fallecido el ex presidente Néstor Kirchner comienza una brutal campaña orientada a poner en crisis una de las instituciones indispensables para cualquier sociedad, la moneda. Quizás deberíamos atarlo a la famosa frase “se van por abandono o por knock out” del ex presidente Duhalde”, subraya.

Para luego apuntar sobre el ex banquero menemista Raúl Moneta, a quien califica como “personaje clave en esta historia”. “El señor Moneta ha movido decenas de millones de dólares en el expediente y sin embargo mientras se investigaban pequeñas boletas de teléfono o cable, su accionar jamás mereció atención en esta causa”, se quejó.

“Es como sino existiera ¿De donde saco la plata? ¿Por donde la movió?”, se preguntó.

La defensa política

Sobre el final, Boudou se centra en una defensa política de su rol en la acusa.

“Si me permite manifestarle lo que esta sucediendo en este juzgado tiene que ver con mi actuación política y no con que haya cometido un delito, por eso el tramite es mas mediático que jurídico, creo que con el linchamiento que me están provocando le están enviando una clara señal al sistema político de Argentina”, advierte.

Y reconoce que la situación que sufre “es dura, la familia, la pareja, ser mostrado como un ladrón”, se lamenta sobre el final.


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  • 1
    lu2akl
    10/06/14
    06:48

    Y SI ES UN LADRON COMO QUIERE LO MUESTREN
    Responder