La calificadora de riesgo Standard and Poor's rebajó la nota de deuda argentina a "default selectivo", ante la falta de acuerdo con los fondos buitre, tal como había adelantado ayer LPO.

La agencia tomó esta decisión porque hoy vencía el plazo de gracia que tenía el gobierno para pagarle a los tenedores del bono Discount. La plata había sido girada a fines de junio pero el juez Thomas Griesa anuló el pago y dejó los 539 millones dólares correspondientes a ese desembolso congelados en el Bank Of New York.

"Estamos colocando la deuda soberana en Default Selectivo porque (la Argentina) incumplió el pago de parte de sus obligaciones en moneda extranjera", informó la calificadora.

"Si y cuando (el país) remedie el incumplimiento de los Bonos Discount, se podrían revisar las calificaciones y en función de la evaluación, en esa época, del riesgo de litigio residual, su acceso al mercado internacional de deuda y su perfil general de crédito", destaca el comunicado de S&P, reproducido por agencias internacionales. 

Mientras tanto, el ministro de Economía Axel Kicillof seguía negociando junto a su equipo y los abogados de la argentina con los los holdouts y el mediador designador por Griesa, Daniel Pollack. Al encuentro se sumaron representantes de Adeba, la cámara que nuclea a los bancos privados con capital criollo, quienes viajaron a Estados Unidos para salvar las papas del fuego en un arreglo de último momento.

Las dos variantes que se barajaban en este momento era que las entidades lideradas por el titular del banco Macro, Jorge Brito, pusieran los U$S250 millones como depósito en garantía. La otra posibilidad era que le compraran toda la deuda a los buitres.

Pero el tiempo corrió y el dinero no llegó a manos de los bonistas que debían cobrar, de ahí la decisión de S&P.

Según explicaron operadores del mercado, el más grave problema de esta decisión de S&P es que varios fondos de inversión que tienen en su poder deuda argentina estarían obligados a desprenderse de los bonos por normativa interna.

Sin embargo, tanto en la bolsa porteña como en Wall Street se vivió una verdadera fiesta con los papeles argentinos, que subieron más de un 18% ante la expectativa de un arreglo con los fondos buitre.