Las elecciones que se desarrollaron en los distintos distritos del país abrieron un debate necesario en el corto y mediano plazo: las críticas al tradicional sistema de listas sábanas por las posibilidades que ofrece al robo de boletas, manipulación de urnas y sospechas de fraude.

En Santa Fe, a pesar de la implementación de la Boleta Única, también se generaron discordias y sospechas, fundamentalmente de parte del PRO que acusó al Socialismo de “falta de transparencia” en una elección que el partido de Macri perdió por poco más de mil cuatrocientos votos.

Ahora, en Santa Fe se comenzará a debatir un proyecto presentado por el diputado socialista Eduardo Di Pollina para la incorporación de tecnología digital al proceso electoral.

Con ello, según el diputado, queda “garantizando una mayor fiscalización, mejores controles, minimizamos los errores humanos y menos vulnerabilidad”, según sostuvo en conversación con LPO.

A su vez, el socialista diferenció su proyecto del sistema implementado por Mauricio Macri en CABA: “No tiene nada que ver con la boleta electrónica que trabaja sobre la base de un chip que ha demostrado en Capital Federal y en el mundo que es absolutamente vulnerable”.

A su vez, Di Pollina hizo eje en la “responsabilidad indelegable del Estado” en la organización y como garante del proceso electoral, por lo tanto advierte que “no puede quedar en manos de una empresa privada”.

“En la ley ponemos muy claramente y de forma taxativa que el Estado debe elaborar el software que sea libre y que se le permitan a todos los partidos políticos su verificación como también a cualquier ciudadanos que tenga la inquietud de conocerlo”, indicó Di Pollina.

Según adelantó el autor de la iniciativa, la misma contaría con el visto bueno del gobernador Antonio Bonfatti, del mandatario electo Miguel Lifschitz y de los distintos bloques del Frente Progresista. A su vez, tendría una muy buena recepción en el peronismo provincial.

“No lo hemos presentado aún porque muchos legisladores han manifestado la voluntad de acompañar el proyecto. El sistema electoral es un debate entre todos los sectores, no es iniciativa de un legislador ni de un solo partido”, señaló Di Pollina.

La Boleta Única Digital

El proyecto que Di Pollina tiene en carpeta contempla la implementación de computadoras de pantalla táctil e impresoras en cada una de las más de siete mil mesas que tiene Santa Fe, un avance cualitativo, según el legislador, de la Boleta Única que debutó en el 2011.

“Uno elige el candidato de su preferencia y una vez que se selecciona se imprime el voto. Allí, el elector tiene la posibilidad de verificar su elección con el formato papel. Luego se dirige a la mesa de autoridades y deposita ese voto impreso en la urna”, explicó el socialista.

A su vez, el legislador resaltó que “la innovación que proponemos es incorporar el código digital QR, que superó al código de barras. Esto se imprime en el soporte papel, no tiene ninguna información que puede ser vulnerada desde el exterior”.

Las computadoras, a diferencia del sistema de voto electrónico implementado en Buenos Aires, son unidades independientes y no tienen ningún tipo de conectividad más que la red de alimentación.

“Las máquinas son independientes, no trabajan online, no cuentan con ninguna conexión, están aisladas como tampoco pueden guardar información”, insistió Di Pollina. Esta característica impide que se acumulen datos y se trasladen de forma online, el principal cuestionamiento que le hacen al voto electrónico y que lo hace susceptible de ser vulnerado, según las opiniones más críticas.

Según el proyecto de Di Pollina, luego del cierre de la mesa, las autoridades y fiscales abren las urnas y se cuenta voto a voto. “Ese resultado se carga en la computadora y se imprime el acta con un nuevo QR”

Ese documento, controlado por autoridades de mesa y fiscales, se le entrega a un “responsable informático” designado para cada escuela o lugar de votación y éste, con otra máquina que sí funciona online con el centro de cómputos, envía los datos parciales de cada mesa.

Este sistema también “les permite a cada partido poder transmitir desde allí esta información a los centros de cómputos” afirmó el diputado.

“Lo consideramos un sistema tecnológico eficiente, invulnerable y que puede servir para un gran avance en materia de control y transparencia de las elecciones y aportar celeridad. Es mucho más rápido que el sistema manual de correo y telegrama y evita la manipulación que pueda haber en el camino” defendió Di Pollina.

"Un avance para una democracia más participativa"

El proyecto comenzó a despertar el interés no sólo en los ámbitos legislativos sino también en los especialistas del derecho y justicia electoral.

El constitucionalista Domingo Rondina conversó con LPO y elogió el diseño de Di Pollina: “facilita la elección y no genera un documento electrónico sino que imprime un ticket” simplificó el abogado.

Para Rondina, es fundamental que se “fije un registro analógico para el votante que debe ir con el papel y depositarlo en la urna. No se transmiten los datos de manera online sino que se imprime en el acto el voto en vez de reimprimirse de antemano”.

En este punto también diferenció el proyecto con el sistema que rige en Ciudad de Buenos Aires: “no me gusta porque no hay un registro analógico por seguridad y porque no todo el mundo sabe manejarse con las computadoras. Es importante el formato papel y también es importante que las unidades no estén conectadas online para evitar que se guarde información.”

A su vez, despegó la idea que un sistema electrónico implica servicios de empresas privadas: “Que el sistema sea estatal, eso está muy bien. La privatización es una opción, no es inherente al sistema, el Estado tranquilamente puede desarrollar el sistema” opinó Rondina

Pero lo que entusiasmó más al especialista en justicia electoral fue la posibilidad de simplificar los procesos electorales:

“Vamos a poder votar más seguido” sostuvo Rondina quien agregó “si es fácil y no es costoso implica que no solo podamos elegir autoridades sino que vamos a poder opinar en decisiones, que es el paso que tiene que dar la democracia argentina en los próximos años”

El letrado recordó que hace 20 años que rige la Constitución del ’94 donde se incorporó la figura de consultas populares pero todavía no se realizó ninguna: “Puede ser porque los políticos no quieren someter a decisión popular determinados temas pero también hay una realidad, que es difícil montar un operativo electoral. Al agilizar los mecanismos, nos permite pensar que en unos años avanzaremos en una democracia más participativa” se entusiasmó Rondina.