Mauricio Macri tendría decidido dejar un tiempo a Miguel Galuccio como el titular de YPF, aunque le marcaría la cancha con la incorporación de Daniel Montamat, un enemigo de su gestión, en el Ministerio de Energía y Minería donde además estará Juan José Aranguren, otro crítico.

La idea del presidente electo es mantener a Galuccio durante unos meses, en una jugada que tiene dos objetivos. Por un lado, es una movida similar a la de Lino Barañao, buscando mostrar una cara diferente a la del kirchnerismo y trasmitir la idea de que aquellos funcionarios con éxitos en la gestión mantendrán sus lugares. “El Mago” es un técnico que ha tenido algunos buenos resultados en su gestión, aunque a diferencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología parece tener fecha de vencimiento en el cargo.

Por otro lado, la decisión de dejar a Galuccio responde a que la prioridad de Macri es poner el foco primero en otras áreas más problemáticas, como por ejemplo Aerolíneas Argentinas donde la gestión de Mariano Recalde deja un déficit fenomenal. Lo mismo el Banco Central, Afsca o la Procuración, áreas críticas del próximo gobierno.

Sin embargo, parece difícil imaginar la convivencia de Galuccio con Aranguren, quien tiene ideas para YPF definitivamente contrarias a las de la gestión actual. El actual CEO de YPF ha dejado en claro sus intenciones de seguir, pero el contexto que le plantearía a Macri sería complicado para él.

El ex presidente de Shell no sería el único obstáculo para Galuccio: Macri nombrará a Montamat como dos del Ministerio de Energía. El ex presidente de YPF en los años 80 es un feroz crítico de la gestión actual e integra el grupo de ex secretarios de Energía que cuestiona sistemáticamente la política energética de Cristina Kirchner.

La duda es si Galuccio aceptará continuar en su cargo sabiendo que en unos meses lo terminarán desplazando y mucho más si en ese período deberá lidiar con dos críticos.

Por otro lado, donde sí habrá cambios inmediatos es en el directorio de YPF. Una de las primeras en salir será Doris Capurro, que sacando chapa de su amistad con Cristina ascendió hasta vicepresidente de Comunicación y Relaciones Institucionales de la petrolera.