Sputnik V, Moderna, Pfizer son nombres que todos nos hemos ido familiarizando en los últimos meses, pero, ¿quién escuchó hablar de Sinovac, CanSino Biologics o Sinopharm? Son nombres desconocidos pero que están comenzando a resonar en el ámbito internacional, sobre todo luego de la Cumbre del G20 el noviembre pasado, donde los líderes mundiales se comprometieron al "acceso asequible y equitativo para todas las personas" a la vacuna del Covid-19.

Esos nombres pertenecen a las tres vacunas principales desarrolladas en China. Quizás nos surgen las mismas preguntas que con las demás ¿Qué tan seguras y efectivas son? Y otras preguntas como: ¿A qué país se le ocurriría ponerse una vacuna del lugar donde surgió la pandemia? Las respuestas son más interesantes y menos escuchadas de lo que nos imaginamos.

Respecto a la seguridad, el Grupo Farmacéutico Nacional de China (CNPG) confirma que sus vacunas inactivadas han sido testeadas por más de 31 mil personas en más de diez países (incluido el nuestro) desde Junio de 2020 cuando empezó su tercera etapa de testeos. De lo cual se obtuvo una efectividad del 86% ante el contagio del Covid-19 y una del 99% para prevención del cuadro neumológico propio de dicha enfermedad.

A su vez, existen ciertas dudas sobre los efectos secundarios, ya que se cree que pueda acarrear efectos ADE (cuando un tratamiento empeora la enfermedad). Por lo cual el Director del Grupo de Biotecnología Nacional de China (CNBG), Yang Xiaoming, contestó que las dos vacunas inactivadas chinas "no han presentado efectos ADE en las 650 mil personas que se las han colocado de forma urgente". Por esta razón, muchos países han empezado a interesarse en estas vacunas, en especial la de Sinopharm.

El caso más resonante ha sido el de Emiratos Árabes Unidos, que el día 9 de Diciembre aprobó su comercialización en dicho país. Ese mismo día el Primer Ministro y otros 10 altos funcionarios se colocaron la vacuna para dar un mensaje de confianza a su población. Pero, eso no es todo. Brasil ha recibido el segundo envío de un millón de vacunas días atrás. Indonesia también recibió su primer millón doscientas mil dosis de la vacuna China. México ya planea comprar 35 millones de dosis y el primer envío de las 50 millones que ha comprado Turquía, llegará a destino en los próximos días.

El director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Gao Fu, afirmó a la Agencia China News que China "no vacunará, por el momento, masivamente porque tiene contenida la pandemia" (con tan solo 15 casos el 10 de diciembre). Esto permite que haya posibilidad de abastecimiento para aquellos países en los cuales no se pueden afrontar el gasto de vacunas tan complejas como la de Pfizer, que debe mantenerse a una temperatura de 70 grados bajo cero (una temperatura menor al promedio de la Antártida), o la de Moderna, que debe mantenerse a -20 grados.

Además, las potencias ya han hecho reservas desde hace varios meses. Por ello, obtener una vacuna con una efectividad nada despreciable y con un costo menor de compra y mantenimiento, se vuelve muy atractivo para los países en vías de desarrollo. Según la revista Fortune, la vacuna china podría rellenar el vacío que genera la falta de oferta de vacunas contra el Covid-19 a nivel mundial.

China resuena en el ámbito internacional. En esta situación de urgencia, se ha colocado como aliada de aquellas naciones que no alcanzan los niveles de desarrollo necesarios para gestionar una vacuna del "Primer Mundo", rellenando el espacio que los países desarrollados, por su mal manejo de la pandemia, le dejan.