En la era del big data, el análisis exploratorio y la micro segmentación de los perfiles, parece un despropósito que se piensen campañas uniformes a nivel nacional como aún lo hace el justicialismo.

Al observar el mapa de resultados nacionales que emergen de las elecciones legislativas del 14 de noviembre, es evidente la ampliación de las provincias "amarillas" más allá de las provincias centrales características de otras elecciones, para extenderse a casi tres cuartos de los distritos. Sólo 9 provincias muestran una victoria de las fuerzas ligadas al gobierno nacional -color azul o celeste-: cuatro del NOA, dos de Cuyo, dos del NEA y una del sur.  

Pensado desde el Congreso, y a diferencia de un ballotage presidencial, poco importa la victoria o derrota por escaso margen en las provincias que distribuyen bancas de diputado en número par, aunque tenga gran impacto en la imagen y gestión del líder distrital. Y en las provincias que ponen en juego senadores, al ser dos para la mayoría y uno para la minoría, "dar vuelta" una elección puede tener un impacto decisivo.

Así como en Estados Unidos se priorizan los "swing states" y se dejan de lado aquellos que a priori no ofrecerán cambios, o existen coordinadores diferenciados para las campañas de gobernadores, representantes o senadores, en nuestro país también deberían existir estrategias que sopesen las bancas en juego y las particularidades regionales.

Resultados nacionales 

La misma noche de las elecciones, ambos frentes argumentaron su victoria: el oficialismo porque mejoró respecto de las PASO, y la oposición por su diferencia a nivel nacional, impensada cuando dejó el poder en 2019. El número global muestra que el oficialismo, bajo el sello del Frente de Todos, obtuvo el 32,9%, mientras que Juntos por el Cambio fue victorioso con el 42,3%.

La comparación con la elección inmediata anterior, las presidenciales de 2019, es obvia: el Frente de todos había alcanzado el 48,2% y Cambiemos, el 40,2%; el FdT, como varios oficialismos de la región post pandemia, redujo 16 puntos porcentuales en el voto nacional.

Pero ¿es correcto comparar elecciones legislativas generales contra una primaria, o contra una presidencial? Al estar compuesta Argentina por 24 distritos para la elección de diputados, y sólo 8 para senadores en cada elección, ver el número agregado es sólo una faceta del resultado: deberíamos preguntarnos cuánto impacta esto en la composición del Congreso.

Si hiciéramos un análisis desde la composición del Congreso, lo correcto sería comparar los resultados de 2021 contra 2017 en el caso de Diputados, y contra 2015 en el caso de Senadores.

Por caso, en la elección legislativa de 2017, Cambiemos había sido también el ganador con el 41% a nivel nacional, contra el 21,3% de Unidad Ciudadana y 13,7% de los candidatos del Frente Justicialista.

Los diputados electos, 2017-2019

En la cámara baja, más parecen las continuidades respecto de cuatro años antes que las modificaciones. Sin contar al Frente Renovador de la Concordia de Misiones, en 2017 el justicialismo obtuvo en el país 48 diputados y Cambiemos, 61. En noviembre de 2021, el Frente de Todos ganó 50 escaños y Juntos repitió sus 61.

En la mayoría de las provincias los resultados en bancas fueron similares, ya que por el sistema de reparto de bancas implementado durante la última dictadura militar -y nunca actualizado-, las provincias pequeñas tienen como mínimo, cinco escaños. Esto hace que en una elección se elijan dos diputados, que suelen repartirse entre cada fuerza mayoritaria.

En este último comicio, esto sucedió en Chubut, Formosa y Tierra del Fuego; sólo una extraordinaria elección, duplicando al segundo como sucedió en La Rioja, hace ganar dos bancas. O cuando se eligen cuatro diputados, cada fuerza obtenga dos, como ahora Tucumán y Chaco. Recién en la siguiente elección, cuando se eligen diputados en número impar, la balanza puede inclinarse. Más redituable, en términos electorales, son aquellas en las que entran en jugo tres escaños, allí el ganador sí hace la diferencia.

Recién en la siguiente elección, cuando se eligen diputados en número impar, la balanza puede inclinarse. Más redituable, en términos electorales, son aquellas en las que entran en jugo tres escaños, allí el ganador sí hace la diferencia 

Es decir, en una elección de segunda vuelta presidencial no importa si la diferencia es de 1 sufragio o varios millones: gana el más votado. Pero para conformar la cámara baja nacional, se aplica el sistema electoral de representación proporcional, bajo el método D´Hont, que en las provincias que eligen diputados en número par -dos o cuatro- tiende a generar repartos equitativos, aunque cambie el ganador o la diferencia varíe levemente.

Para la cámara baja nacional, se aplica el sistema D'Hont que en las provincias que eligen diputados en número par tiende a generar repartos equitativos. Por caso, Cambiemos tuvo victorias en 2017 y 2021 con distintos porcentajes en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, pero obtuvo los mismos escaños.

Por caso, Cambiemos tuvo victorias en ambas elecciones intermedias con distintos porcentajes en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, pero obtuvo los mismos escaños.

El Frente de Todos en 2021 ganó dos bancas más en la provincia de Buenos Aires, y una en Mendoza, La Rioja y en Salta, mientras que perdió una en San Luis y otra en La Pampa. Juntos o Cambiemos ganó un diputado en Córdoba, igual que en La Pampa y San Luis. Sin embargo, perdió tres a manos de terceras fuerzas, uno en CABA, en Jujuy y en Santa Cruz; sumado al que perdió en La Rioja.

Por otra parte, la elección legislativa de 2021 dejó al Frente de Izquierda de los Trabajadores, FIT, como tercera fuerza nacional, al obtener 4 bancas. Por su parte, en su elección debut los frentes libertarios, bajo los nombres Avanza la Libertad y Libertad Avanza, sumaron 5 escaños. Ambas serán los árbitros del quorum y votaciones.

Algunas fuerzas provinciales perdieron espacio, como sucedió con el partido Intransigente de Mendoza, el Frente Renovador de la Concordia en Misiones o el Frente Unidad y Renovación de Salta. Otras ganaron una banca: Juntos somos Río Negro o SER Santa Cruz.

Los senadores electos, 2015-2019

El Frente de Todos luego de las PASO pareció seguir con una campaña que entendió el territorio nacional como un distrito único, con fuerte presencia de actos y autoridades en la provincia de Buenos Aires. Por el contrario, Juntos impulsó la estrategia "5 Senadores" que focalizó esfuerzos en las provincias con más posibilidades de obtener una banca.

Juntos impulsó la estrategia '5 Senadores' que focalizó esfuerzos en las provincias con más posibilidades de obtener una banca. A la luz de los resultados, la estrategia opositora fue correcta: si en 2015 el Frente para la victoria había obtenido 13 senadores y Cambiemos 9, en 2021 el Frente de todos logró 10 y Juntos, 13

A la luz de los resultados, la estrategia opositora fue correcta: si en 2015 el Frente para la victoria había obtenido 13 senadores y Cambiemos 9, en 2021 el Frente de todos logró 10 y Juntos, 13. Las 4 bancas más de Juntos se explican por las dos en Chubut, una en La Pampa y una en Santa Fe. El Frente de Todos perdió así tres senadores, ya que el Frente de Unión Chubut Somos Todos perdió una banca, que obtuvo Juntos.

En las campañas provinciales, la constante recorrida de las máximas figuras de Juntos por las provincias que elegían senadores marcó un inmenso contraste con el oficialismo, que, en cambio, se centró en la provincia de Buenos Aires.