Editorial
La muerte del Lole y el fin de una etapa en la historia de Santa Fe
Por Ángel "Yayo" Baltuzzi
Las circunstancias de la política me llevaron a ser un estrecho colaborador, desde un primer momento, en la actuación pública de Carlos Alberto Reutemann.

 Desde aquel lejano 1991 en el que constituimos con Carlos Reutemann aquel sublema "CREO EN SANTA FE" junto a sus primeras espadas, el "Chango Funes, Jorge Georgetti, Quique Albertengo, Carlos Bermúdez y María Angélica Gastaldi y sus primeros aliados : Gualberto Venesia, Jorge Obeid, Lorenzo Domínguez y el que escribe estas líneas. Hasta acompañarlo en un largo camino que dio cuatro excelentes gobernaciones a la Provincia de Santa Fe.-

No voy a decir que Lole Reutemann fue un estadista ni un ideólogo ni un político sofisticado, ni un gran orador ni un hábil expositor. Sí quiero dar el testimonio de que fue un administrador muy eficiente, un hombre de una austeridad personal, y en la gestión, extraordinaria y un maestro de la sensatez y el sentido común.

Tenía también un carisma extraño pero impresionante y sabía manejar el poder con una firmeza notable. No había forma de apretarlo ni de extorsionarlo quizá porque sabía que tenía una trayectoria brillante y limpia, tanto en el deporte como en su vida personal. Sabía tomar decisiones bajo presión y no le asustaban las operaciones que prensa, que también existieron.

 No voy a decir que Lole Reutemann fue un estadista ni un ideólogo ni un político sofisticado, ni un gran orador ni un hábil expositor. Sí quiero dar el testimonio de que fue un administrador muy eficiente

Como administrador fue excelente, lo más alejado que se pueda pensar de la demagogia. Cuando le tocó transitar los peores momentos de la crisis del 2001 la timoneó como un piloto de tormentas y entregó la Provincia sin emitir cuasi monedas ni tomar deudas. Todo a pura austeridad y buena gestión.

Otra virtud notable fue su decisión de cumplir siempre con la palabra empeñada. Tanto con los propios como con la oposición. Me tocó ser el gestor de sus diálogos y acuerdos con la oposición. En este último caso con quienes eran entonces los lideres más destacados del radicalismo y de la Democracia Progresista: Horacio Usandizaga y Alberto Natale. Cada uno de su lado y sin regalar nada, pero las palabras que se daban, tanto de un lado como del otro, se cumplían. No había agravios ni grietas irreconciliables.

Luego le tocó transitar los peores momentos, que no se debían a su administración, como fue el caso de los saqueos del 2001 y la posterior inundación.- En esta última entré a Santa Fe en un camión del ejército y lo vi en el edificio del Ministerio de la Producción comandando el operativo de rescate. Llevaba tres días sin dormir y recorría los barrios inundados en un pequeño bote con motor fuera de borda que conducía un baqueano de nombre Pablo, para ver dónde necesitaban ayuda. Hasta que ordenó volar el terraplén que impedía la salida de las aguas.

 Durante la inundación, llevaba tres días sin dormir y recorría los barrios inundados en un pequeño bote con motor fuera de borda que conducía un baqueano de nombre Pablo, para ver dónde necesitaban ayuda. Hasta que ordenó volar el terraplén que impedía la salida de las aguas

Pero igualmente fue objeto de una tenaz persecución política casi hasta su muerte. Pero en Argentina la política es así: podés ser la Madre Teresa de Calcuta pero nunca te vas a salvar de que manchen tu buen nombre. Y no digo que no haya políticos corruptos que se merezcan la crítica y aún el escarnio. Pero no era el caso de un hombre con una inmensa vocación de servicio, transparencia y austeridad como las que exhibió Reutemann en su vida, primero como deportista pero sobre todo como hombre público.

Creo que con la muerte de Reutemann termina un ciclo de la historia de Santa Fe. En poco espacio de tiempo murieron Obeid, Binner, Rosúa, Cavallero, Lifschitz y ahora Reutemann, hombres de una estatura política que cubrieron brillantemente treinta años de la historia de Santa Fe.- Hay mucho que aprender de ellos.

Sé que hay sectores de la política que no han querido bien al Lole. Yo lo acompañé como legislador provincial y nacional , como Ministro de Gobierno y Presidente del Partido Justicialista. Estoy orgulloso de ello y aplico un axioma que aprendí en el Colegio de Don Bosco: "es de bien nacido ser agradecido".


Publicar un comentario
Para enviar su comentario debe confirmar que ha leido y aceptado el reglamento de terminos y condiciones de LPO
Comentarios
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.