Una vez más el gobierno cerró las exportaciones de carne por 30 días como recurso para contener el precio de la carne. Donde según el saber y entender del equipo económico, es el gran responsable de la inflación actual que padecemos, cifra que marcó el 4,1% en abril pasado.

En esta ocasión vuelve sobre sus pasos de aquel marzo de 2006, la cual trajo consecuencias catastróficas sobre la producción, comercio e industria cárnica. Con ello dinamitó la confianza del productor y la cadena agroindustrial. Cabe destacar que la medida de controlar los precios fue transitoria, para luego volver aumentar. Como resultado, el daño sobre el sector de ganados y carnes fue de tal magnitud que se perdieron el 20% del stock bovino.

Antes que nada, debemos destacar que en los mercados concentradores de hacienda funcionan en forma muy transparente, donde se reflejan las reales necesidades de la oferta y la demanda en forma activa. En economía de mercado se explica que la solución para que bajen los precios altos, son los precios altos y viceversa.

Por lo tanto, debemos procurar los medios para expandir la oferta de carnes y de esa manera contener los precios. Cabe destacar que el consumo interno representa el 71% de la producción anual de carne bovina.

Con el cierre de las exportaciones por 30 días, el equipo económico piensa que dicho exceso de producto, se va a volcar al mercado interno, y así controlar el precio del producto. Esto no es tan lineal, los contratos de exportación se tienen que cumplir, tarde o temprano se van a exportar, salvo el cierre definitivo. Lo cual resulta poco probable ya que significa al país un ingreso de aproximadamente 3.200 millones de dólares y los consecuentes problemas diplomáticos.

Finalmente creo que el gobierno se encerró solo en este problema. El control de precio de un solo producto como la carne no significa controlar la inflación, los aumentos de precios se están dando en otros rubros de la economía. A tipo de ejemplo, la nafta aumentó un 67% en lo que va del año. Lo concreto que el campo está compuesto por cientos de productores que toman decisiones en todo momento. A diferencia de la industria al cual es más simple de consensuar.