Al no respetar los DNU presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta no sólo perjudica a los porteños, sino también al resto de las provincias de nuestro país. Estamos atravesando una situación singular y sin precedentes en el mundo y, por supuesto, Argentina no es ajena a eso. Se trata de un desafío que debemos afrontar entre todos y todas, entre funcionarios, legisladores, representantes del sector privado y de la sociedad en general. No hay lugar para actitudes egoístas.

Desde el primer momento de la pandemia el presidente Alberto Fernández nos convocó a trabajar de manera colectiva ya que, como siempre dice, nadie se salva solo. Este esfuerzo requiere que pensemos más allá de los espacios políticos de los que formamos parte y de los distritos que nos toca representar. Lo que está en juego es nada menos que la vida de los argentinos y las argentinas.

Es por este motivo que no podemos aceptar actitudes como la del Jefe de Gobierno porteño, quien adoptó una posición en la que priorizó los fines electorales de su espacio político de cara a las elecciones de medio término, sin pensar en el bienestar de los porteños y las porteñas, y mucho menos en el de los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en las distintas provincias.

Rodríguez Larreta ignoró, además de los DNU presidenciales, un fallo de la Justicia Federal que le ordenaba suspender las clases presenciales hasta el 30 de abril. Esto demuestra la gran contradicción que existe entre quienes conforman Juntos por el Cambio, que aseguran respetar las instituciones, pero cuando les toca cumplir con los fallos de la Justicia eligen no hacerlo.

Se trata de un accionar que no hace más que dejar a las claras cuál es la verdadera actitud de la oposición frente a la pandemia: la misma que había sugerido el expresidente Mauricio Macri el año pasado al aconsejar que había que dejar "a toda la gente en la calle" y "que se mueran los que tengan que morir". Si hubiésemos seguido las recomendaciones de Macri estaríamos atravesando una situación similar a la que vive Brasil, en donde la pandemia esta descontrolada desde el punto de vista sanitario, económico y social.

Ese tipo de actitudes por quienes forman parte de la oposición son peligrosas y muy poco solidarias, ya que pueden producir que la segunda ola de coronavirus avance hacia el resto del país más rápido. En 2021 contamos con la experiencia de haber transitado un año de pandemia y de tener así algunas pistas de cómo se comporta el virus. Así como sabemos que tenemos que mantener dos metros de distancia entre nosotros y usar barbijo, también sabemos que la dinámica de propagación del virus, por las características de centralización que tiene nuestro país en torno a Capital Federal, comienza en Buenos Aires y luego se expande, como si fuera una mancha de aceite, al resto del territorio.

Durante las últimas jornadas estamos viendo con preocupación cómo la segunda ola, complejizada por las nuevas cepas que son más contagiosas y letales, empieza a volverse más crítica en provincias cercanas al AMBA, como Santa Fe y Córdoba, que este martes superaron los dos mil casos diarios. Del mismo modo el virus se puede seguir propagando por otras regiones del país, poniendo en riesgo tanto la salud de las personas como las dinámicas económicas locales. Si los casos aumentan en Chubut, por ejemplo, se podrían producir cierres para contener los contagios y eso repercutirá en la situación económica, que ya es complicada.

En ese sentido, es importante que cada distrito sea responsable en el cumplimiento y control de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, para darle tiempo a la campaña de vacunación más grande de la historia. Desde el comienzo de la pandemia el Presidente adoptó una mirada federal a la hora de repartir los recursos para combatirla: los respiradores y las vacunas fueron entregadas a las provincias de forma equitativa. De esa forma, y en un contexto mundial de escases de vacunas, Chubut ya recibió 125.556 dosis, de las cuales 90.380 fueron aplicadas. Ese es un gran paso que protege a las personas más vulnerables ante la segunda ola.

El esfuerzo que viene realizando el gobierno Alberto Fernández es enorme y constante. Su único objetivo es y ha sido proteger la salud de todos los argentinos y argentinas. Se reforzó el sistema de salud que había quedado devastado después de la gestión de Cambiemos y se asistió a cada una de las provincias cuando se lo requirió. Para Chubut, por ejemplo, fue muy importante la inauguración nuevo Hospital Modular en la ciudad de Puerto Madryn que realizó el Gobierno Nacional a principios de este año, con el fin de reforzar el sistema de salud y que, gracias a ello, la provincia llegue mejor preparada para enfrentar la segunda ola de coronavirus.

Durante estos meses tan difíciles que atravesamos se ha dicho que de la pandemia saldremos mejores o peores, pero no iguales. Tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos para salir mejores como sociedad, y eso implica también empezar a construir un país más justo y más federal.