La necesidad de recurrir a otras fuerzas políticas para sancionar leyes clave para el Ejecutivo seguirá siendo el denominador común en la ciudad.

Es que si la tendencia se mantiene y Gabriela Michetti logra sacar entre 32 y 36 puntos la situación en la Legislatura porteña llevará a que el macrismo revalide las 11 bancas que deben renovar y sume una o dos más (se calcula que cada 3% de votos se mete un legislador porteño).

Así las cosas, y teniendo en cuenta que actualmente el bloque del PRO cuenta con 26 diputados, con una buena elección lograrían subir a 28, con lo cual quedarían a 3 de la mayoría parlamentaria.

En este marco, habrá que ver a qué interlocutores recurre el macrismo. Actualmente, el titular del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, fue quien aportó los votos decisivos en gran parte de las leyes que pretendía Mauricio Macri. Claro que este dato es acompañado por otro: a principios de la gestión del PRO Kravetz fue beneficiado con un director en el Instituto de la Vivienda (Hernán Pérez).

También los telermanistas (Juan Manuel Olmos junto a tres legisladores del FPV, más Raúl Fernandez, Fernando Cantero y Alejandro Rabinovich) han levantado la mano junto al oficialismo. En menor medida, una parte de la Coalición Cívica (la encabezada por Enrique Olivera) ha jugado de la misma forma.

Como quedarían los principales bloques

Macrismo: 28 legisladores.

Ibarra: 10 legisladores.

Telerman: 4 legisladores

Frente para la Victoria: 4 legisladores

Coalición Cívica: 9 legisladores.

Pino Solanas y Luis Zamora: 5 legisladores.

Sin embargo, el mapa político cambiará luego del 28 de junio y, si se mantienen las tendencias actuales, el ibarrismo cosechará al menos cinco legisladores más (serán 10 ya que ninguno renueva) y la CC aportará al menos siete más (actualmente son seis y renuevan cuatro), con lo cual serían por lo menos nueve legisladores.

Ambos espacios, además de la izquierda (que también podría obtener, entre "Pino" Solanas y Luis Zamora, alrededor de cinco legisladores), son los más opositores y esto obligaría a ceder al macrismo. Inclusive podrían trabarse muchas leyes.

Por su lado, la situación del Frente para la Victoria es desoladora: debe renovar cinco bancas propias y, viendo que Carlos Heller apenas alcanza menos del 5% en los mejores escenarios, eso implicaría que el bloque se quede con tres o cuatro legisladores (dependiendo del resultado final).

Tampoco es alentador el mapa para Telerman: de sacar alrededor del 8% sólo lograría dos legisladores, a lo sumo tres, que a diferencia de los siete que posee actualmente lo dejaría con un bloque de cuatro o cinco, en el mejor de los casos.

Así las cosas, a pesar de los deseos de Macri en cuanto a obtener una mayoría que le permita “dinamizar” la gestión y sancionar leyes en tiempo récord, deberá recurrir a la oposición inexorablemente.

El problema que nace aquí es que no se vislumbra aún un operador político que logre cerrar los acuerdos como Diego Santilli o, en el pasado, Santiago de Estrada.