Axel Kicillof animó la presentación en el Senado del proyecto para nacionalizar YPF, con un discurso de más de do horas y ataques a Repsol, la empresa española que perdió la mayoría accionaria en manos del Gobierno argentino.

Con más de dos horas de discurso, Kicillof justificó el proyecto que dispone que el Estado argentino se quede con el 50,1% de las acciones de la petrolera, de los cuales, según el texto, el 49% será para las provincias en función de sus reservas hidrocarburíferas.

Lo hizo con severas acusaciones a Antonio Brufau, el jefe de Repsol que esta mañana rechazó las acusaciones por falta de inversión y exigió una indemnización de 10 mil millones.

Para sorpresa de los senadores, el ex director de Aerolíneas reveló que el titular de Repsol retaceaba los precios de venta, que eran bajos por decisión del Gobierno.

"Si los precios internos eran bajos, ¿cómo es que sostuvo esa extraordinaria rentabilidad esos años?", se preguntó. “(Brufau) nos dijo a nosotros: si ustedes quieren que venda más barato me tendrán que obligar", contó.

Casi como en un duelo personal con el empresario, el secretario dijo que Repsol buscó “maximizar el beneficio, lo que es razonable, pero los pero los intereses del grupo chocaron con este modelo económico de inclusión social. Ya era difícil la convivencia".

“No es una empresa que haya apostado al crecimiento del país y menos al crecimiento que implique poner de pie a la industria nacional" para justificar la expropiación. Y la responsabilizó de haber ocultado una deuda de 9000 millones de dólares y de ser un "grupo trasnacional que no piensa en el trabajador argentino".

“No le vamos a pagar lo que ellos quieran, esos u$s 10.000 millones. Los tarados son los que piensan que el Estado debe ser estúpido y cumplir lo que dice la propia empresa", advirtió Kicillof.

El secretario concurrió al plenario de comisiones junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, y los secretarios de Energía, Daniel Cameron, y de Obras Públicas, José López. Habló entre las 12.30 y las 14.52 y, junto a los funcionarios, respondieron preguntas hasta las 19 horas. 

Su extenso discurso tuvo rigor técnico acompañado de una vehemencia inhabitual en las exposiciones de la Cámara alta. Ne escatimó en gesticular y llamar "payasos" a quienes critican las medidas oficiales. Pero por los datos que tiró sobre la mesa y sus anécdotas con Brufau, los senadores comenzaron a mirarlo como el nuevo hombre fuerte de la Economía, ya sin perfil bajo.  

De Vido recibió casi todos los golpes de los senadores y no pudo evitar explicar porque hace 20 años Néstor Kirchner apoyó la privatización de YPF. “La verdad es que la provincias apoyaron porque era la forma de cobrar deudas de regalías originadas por Alfonsín y Terragno”, se excusó.

El jefe del bloque de la UCR, Luis Naidenoff, abrió el cuestionario de la bancada atribuyéndole a Kicillof haber estado “desmemoriado” cuando hizo la exposición inicial, pero el funcionario le replicó al senador plantear “una cita de hace 20 años que es improcedente”.

A diferencia de la vez que fue a explicar el proyecto para transferir subtes y micros a la Ciudad, el ministro de Planificación evitó enfrentarse a Gerardo Morales, quien volvió con una serie de acusaciones.

El radical sostuvo que "tanto Repsol como (el grupo) Eskenazi son responsables del vaciamiento de YPF y tanto a usted -le dijo a De Vido- como (el secretario de Energía, Daniel) Cameron son coresponsables" de lo ocurrido.

E hizo hincapié en la participación de Eskenazi, quien continuará con un cuarto de acciones de la empresa. “Nosotros hicimos lo necesario para tener el control de YPF. Ahora nos dedicaremos a ver los incumplimientos”, anticipó Kicillof, anticipando que no escatimarán en sancionar a los banqueros que llegaron a la compañía por gestión de los Kirchner.

“Nosotros estamos de acuerdo con la nacionalización no con el decreto de intervención porque nombra de interventor a De Vido, que fue el que fracasó”, embistió Morales. El ministro no respondió.

Sorprendido, Ernesto Sanz dijo que hacía mucho no oía tantas acusaciones en el Sendo y le preguntó a De Vido porqué la presidenta agradeció a Sebastián (Eskenazi) y Antonio (Brafau) durante una acto de hace sólo un año.

“Eso fue en la presentación del yacimiento de Vaca Muerta, que será la tercera reserva de shalle oil del mundo. Lo presentaron y nunca más supimos nada. Ahora todos lo vamos a trabajar”, respondió De Vido.

La chicana sobre el tiempo que tardó el kirchnerismo en considerar que la nacionalización era el camino fue recurrente. “Yo fui candidato a vicepresidente en 2007 con Roberto Lavagna y pedíamos que el Estado tomara el 25%”.

Kicillof eludió esta respuesta una y otra vez. “Evaluamos ahora una serie de problemas y esta solución”, sugería una y otra vez.

El secretario aclaró varias veces que no iniciará procesos penales contra la empresa sino que sólo responderá las embestidas que lleguen desde España.

Explicó que seguirá siendo una empresa regulada por la ley de sociedades comerciales y no por organismos de control del Estado.

Y relativizó una y otra vez el costo de la nacionalización, al mencionar que el ahorro que significará producir energía menguará cualquier penalidad.

La peronista disidente Sonia Escudero y la radical Laura Montero pidieron más precisiones sobre el poder de las provincias, dueñas de los yacimientos, incluidas con acciones pero sin aclarar el papel que tendrán.

“Porque no hacemos una ley larga, con planes de inversión”, sugirió Montero y recordó el rol del PJ en la privatización de YPF.

Visiblemente herido, le respondió el jefe del bloque K, Miguel Pichetto: “Basta de pedir coherencia. No todos los radicales siguieron la línea de (Hipólito) Yrigoyen y (Enrique) Mosconi. Hubo dos gobernadores que la apoyaron”, referencia a los entonces mandatarios de Chubut y Río Negro.

Dictamen para mañana

El debate de la ley seguirá mañana cuando el oficialismo impondrá su mayoría para emitir un dictamen, que se debatirá una semana después en el recinto.

La UCR se inclinaba por presentar un proyecto propio, aunque Morales no se animó a confirmarlo antes de la reunión que había esta noche en el Comité del partido para definir una postura común.

“Presentaremos una batería de proyectos”, adelantó, pero no afirmó que votarán en contra en general, lo que sería resistido por sectores del partido.

Una de sus quejas, que podría derivar en pedidos de modificaciones, es que el proyecto no establece controles parlamentarios para YPF, “como sí sucedió con Aerolíneas”, recordó.

El Frente Amplio Progresista, que tuvo en el plenario a tres de sus cuatro miembros (el socialista Rubén Giustiniani, Jaime Linares, del Gen; y la juecista Norma Morandini), se inclinaría por apoyarla, al menos en general.

Los siete senadores del peronismo federal tenían prevista una reunión para esta noche pero la suspendieron por lo extensa que se hizo la exposición de los funcionarios.

Tenían que discutir también qué postura tomaban con el pliego de Daniel Reposo, candidato del Gobierno para ser procurador de la Nación. Sus votos son decisivos.

El jueves a las 11.30 se reunirá la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, que conduce Jorge Landau (FpV), para aprobar el decreto que dispuso la intervención parcial de YPF hasta tanto se sancione la ley. En el texto, se argumenta que el fin es “asegurar la continuidad de la empresa, la preservación de sus activos y de su patrimonio, el abastecimiento de combustibles y garantizar la cobertura de las necesidades del país”.

Como interventor se nombra al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y en segundo lugar al secretario de Política Economía, Axel Kicillof, a pesar de que éste no figura en el texto del decreto.

El proyecto tampoco demorará en Diputados. El miércoles 2 de mayo se tratará en el plenario de comisiones y al día siguiente será ley en sesión especial, según anunció esta tarde Agustín Rossi, jefe del bloque oficialista.