El mal momento en la relación de José Luis Gioja y el Gobierno nacional tuvo un capítulo caricaturesco el sábado durante la celebración del 60º aniversario de la muerte de Eva Perón.

El sábado pasado, los sanjuaninos homenajearon a la “abanderada de los pobres” en el auditorio Eloy Camus del Centro Cívico de San Juan. El acto fue organizado inicialmente por La Cámpora y por el senador nacional por esa provincia, Ruperto Godoy, que tiene una tensa relación con el gobernador.

Godoy invitó a los movimientos sociales y al vicepresidente Amado Boudou, que confirmó que asistiría. Pero cuando Gioja se enteró de que Amado concurriría al acto, quiso participar, como una manera de demostrar que a él no le pueden copar la provincia tan fácilmente.

El gobernador no se contentó con participar, sino que absorbió la logística del encuentro. Hizo poner vallas y policías y dejó afuera del acto a los militantes de La Cámpora, el Movimiento Evita y otros movimientos sociales, lo que provocó momentos de tensión afuera del Centro Cívico.

Como pudo saber LPO, el gobernador llenó el auditorio con un público favorable a su figura y eso se notó en el primer discurso. El primero orador fue Godoy, que recibió algunos silbidos de parte de los giojistas.

El pase de factura al gobernador provino del propio Boudou, que pese a las sonrisas y su estilo descontracturado, cruzó a Gioja arriba del escenario con micrófono en mano: “Flaco, siempre vamos a volver a San Juan, pero el próximo encuentro lo hacemos en el estadio para que nadie se quede afuera". Para completar el cuadro de incomodidad, el vicepresidente no recibió los aplausos que esperaba luego de su discurso.

Gioja, que se reservó el último lugar en la lista de oradores para cerrar el acto, debió pedir disculpas. Eso no hizo disminuir la bronca en La Cámpora, que hizo llegar el descontento al Gobierno nacional.

Clima de tensión

La desconfianza de la Casa Rosada hacia Gioja floreció en junio cuando el sanjuanino declaró públicamente que “a todos nos conviene que a Scioli le vaya bien”, justo cuando el kirchnerismo insinuaba que el gobernador bonaerense estaba conspirando con Hugo Moyano para desestabilizar al Gobierno nacional.

El roce con Gioja se repitió pocos días después, con la llegada de Martín Fresneda a la Secretaría de Derechos Humanos, que agilizó las gestiones en los juicios sobre Derechos Humanos por la actuación de civiles tanto durante la última dictadura militar como en los años previos.

Gioja pegó el grito en el cielo cuando la Justicia avanzó contra el ex jefe de policía Enrique Graci Susini, acusado de delitos de lesa humanidad. Es que ambos compartieron funciones durante la gestión de Eloy Camus, previo a la última dictadura militar.