Vale reveló que desde febrero está tratando de vender el yacimiento
Los representantes de la minera brasileña admitieron hoy en el Congreso que desde hace dos meses ofrecieron el proyecto sin éxito a unos 20 posibles compradores y que se vieron obligados a paralizar las obras porque el Gobierno rechazó sus alternativas y porque se duplicaron los costos que inicialmente estaban en los 6 mil millones de dólares.
La minera brasileña Vale reveló hoy que desde febrero busca "compradores para el proyecto" de extracción de potasio en Mendoza y dijo ante el Congreso que se "vio obligada a suspender" la construcción por el rechazo del gobierno nacional a las "alternativas propuestas".

En la presentación ante la Comisión de Minería, Energía y Combustibles del Senado, los representantes de la multinacional brasileña justificaron la venta de sus acciones además por "la duplicación de costos del proyecto".

En un informe que detalló hasta la adquisición del proyecto a la minera canadiense Río Tinto en 2009, Vale indicó que "el incremento de los costos del proyecto, sumado al costo adicional de las provincias, elevó el presupuesto de los 6 mil millones iniciales a 12 mil millones de dólares. Prácticamente, duplicando su inversión".

Vale resaltó que "durante un año entero de conversaciones" mantuvo "innumerables e incansables" intentos "para mantener el proyecto", hasta que el 11 de marzo anunció la suspensión.

Pese a ello, recordó que "salió en busca de socios para hacer frente a los compromisos futuros de inversión, sin haber tenido a la fecha resultados favorables" y aseguró que "continuará buscando compradores para el proyecto".

Además, apuntó que cuando se puso la "viabilidad del proyecto en riesgo" la empresa buscó soluciones en "más de 20 reuniones con autoridades argentinas competentes", pero lamentó que "las alternativas propuestas por Vale, que hubiesen viabilizado el proyecto, no fueron aceptadas por las autoridades argentinas".

En la audiencia de hoy en el Senado por la paralización del proyecto Potasio Río Colorado, que dejó a 3 mil trabajadores y decenas de proveedores en incertidumbre, el abogado Adolfo Durañona leyó una carta del presidente de Vale, Sergio Leite, que señaló que "el consejo de administración" de la empresa "se vio obligado a suspender la construcción".

La respuesta del Gobierno

Desde el gobierno nacional, el secretario de Minería, Jorge Mayoral, denunció "inexactitudes" y "falsedades" argumentales de Vale, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, señaló que rige la conciliación obligatoria para los obreros de Malargüe y que el procedimiento preventivo de crisis se extendería un mes más.

El gobernador mendocino, Francisco Pérez, a quien se lo notó muy nervioso por la confirmación de la empresa, adelantó que el lunes emprenderá una gira por India y China en busca de inversores para sostener el emprendimiento.

Por otro lado, pese a que Durañona garantizó que pagan "a los contratistas los montos que corresponde de acuerdo a los contratos" y las deudas a los proveedores "están siendo canceladas normalmente", el jefe del bloque kirchnerista, Miguel Angel Pichetto, refutó que "no es cierto que está cumpliendo los compromisos".

Mayoral, por su parte, se quejó porque "hablan los operadores como si fueran dueños de las minería. Hay en la Argentina simples concesionarios de derechos, pero no es menos cierto que hay que cumplir con una serie de obligaciones que está claro Vale no ha cumplido".

El funcionario atribuyó a un mal negocio con la venta de hierro a nivel global de la empresa la suspensión del proyecto.

La Cámara de Servicios Mineros (CASEMI), que representa a los proveedores, anunció a su turno que la próxima semana denunciará a Vale por "estafa", porque hizo encargos en diciembre cuando ya sabía que suspendería el proyecto.

El gobernador de Mendoza manifestó que hay "una incertidumbre muy grande" en la provincia tras la suspensión del proyecto, pero indicó que ante las garantías de la empresa de que cumplirá con sus obligaciones, adelantó que el lunes irá de gira comercial a India y a las ciudades chinas de Shangai y Beijing, a "cuatro audiencias con interesados" en invertir en Malargüe.

Para algunos opositores, las explicaciones de Vale y de los funcionarios no fueron satisfactorias y, entre ellos, el demócrata Omar De Marchi advirtió que el país "tiene un 30 por ciento de inflación, hay un cepo cambiario, un desdoblamiento cambiario", por lo que pidió resolver problemas que "distorsionan las inversiones".
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