No es un secreto que el dueño del Banco Macro, Jorge Brito, es mencionado como uno de los cerebros financieros que ayudaron al kirchnerismo en las supuestas maniobras de lavado que investiga la justicia y que hoy tienen a Lázaro Báez como estrella central.

Las sospechas se acrecentaron cuando se supo que la famosa financiera que utilizaba el valijero Leonardo Fariña estaban ubicadas en el edificio Madero Center de Puerto Madero. Se trata de una propiedad en la que viven destacados kirchneristas como Amado Boudou y Cristóbal López y tiene varias cocheras y departamentos la propia Cristina Kirchner, al punto que la llaman “La Rosadita”. Pero lo más sugestivo: El propio Brito sería uno de los dueños de la propiedad.

En este marco, el martes pasado el fiscal José María Campagnoli libró un oficio a La Bolsa de Buenos Aires, en el que pide detalles sobre la composición de Helvetic Services Group, la sociedad involucrada en el escándalo de lavado, según reveló La Nación.

La Bolsa tiene diez días para contestar y la respuesta debería incluir a varios hombres de negocios relevantes. Supuestamente Helvetic Service Group le compró el 4% de Continental Urbana a Brito, firma que el banquero dice haber vendido después a Isaac Kiperszmid, empresario inmobiliario. Pero hay más coincidencias: La extensa planta baja del edificio pertenece a Delfín Jorge Ezequiel Carballo, su cuñado y socio en el Banco Macro.

Todos estos cabos que apuntan al banquero lo forzaron a conceder una entrevista a la revista Fortuna en la que busca poner distancia con el escándalo. En la nota, Brito jura no conocer a Lázaro Báez y agrega: “Desconozco absolutamente todo de esa financiera”, en referencia a la firma investigada por lavado de dinero proveniente de plata negra del kirchnerismo.